En este mes de julio se inauguró en el Museo de
Arte Costarricense-MAC, una exposición retrospectiva bajo el título: "HUGO
DÍAZ, CRÓNICAS DE TINTA", en la Sala Herradura de dicho Museo. Con
Hugo Díaz he tenido buena amistad y también muchas coincidencias en nuestras
vidas. Ambos nacimos cerca de la Plaza Víquez, él y yo en el Barrio Luján. El
curso escolar lo realizó en la Escuela Juan Rudín y a mí me tocó hacerlo en la
Escuela de Chile. Ambos somos hijos de Carlos Díaz y Hércules Barboza,
ebanistas.
El bachillerato lo cursamos en el Liceo de Costa
Rica donde tuvimos los mismos profesores de arte, el escultor Juan Manuel
Sánchez y el pintor Francisco Amighetti. Hugo era siete años mayor, y durante
sus estudios en el Liceo hacía caricaturas de sus compañeros y profesores. Un
tiempo después hacía lo mismo, no sé si se guarda alguna de las que hice en el
Liceo. La que sí conservan de Hugo Díaz, es la del profesor de la asignatura en
español, Don Marco Aurelio González Flores, que lo conocíamos como: "El Tigre"
por sus pecas en el rostro. El grupo de graduados de 1961, al que pertenezco,
llevamos el mote de este profesor: "Los Tigres", hasta hoy día.
Cuando terminé el bachillerato, Hugo trabajaba
como dibujante de cartografía en la Dirección General de Estadística y Censos y
luego en el Instituto Geográfico Nacional. En 1959 empezó la Revolución Cubana
que impactó en la generación joven de América Latina y en 1962 Hugo Díaz se
inclinó por apoyar a los grupos de izquierda de Costa Rica y en 1970 se
comienza a expresar por medio de la caricatura en el Seminario Universidad
y más tarde en el periódico Pueblo. En mi caso, al terminar el
bachillerato en 1961, ingresé en la Universidad y en 1964 para ayudarme en mis
estudios empecé a trabajar en la Publicidad Bakit y también había decidido de
dedicarme a la profesión de pintor, que junto con otros pintores de la Casa del
Artista, fundamos el Grupo Totem, con el fin de llevar el arte al
pueblo.
En 1968 viajo a Europa con una beca de Artes y
Letras y resido en Madrid donde estudio grabado calcográfico en el Círculo de
Bellas Artes y en la Escuela Superior de Bellas Artes de San Fernando, hoy
Facultad. En 1973 me caso con la pintora y grabadora española Teresa Grasa
Jordán y nos trasladamos a Italia a especializarnos en la restauración de la
pintura mural. Luego creamos el Taller Barboza-Grasa de grabado y en 1975 junto
con Teresa vuelvo Costa Rica donde expusimos, nuestra obra, en la Sala Jorge
Debravo de San José y es ahí donde vuelvo a reunirme con Hugo Díaz, que nos
acompaña en la inauguración; dan fe las fotos hechas por Jorge de Sandozequi
del evento. Nos invitó a su casa a cenar donde saboreamos ricos platos
preparados por su esposa Rosa María. En la sobremesa hablamos de arte y de los
caricaturistas españoles como Mingote, la revista La Codorniz, etc. Nos mostró
sus últimos trabajos gráficos y muy gentilmente para recordar este momento nos dio
dos de sus magníficas caricaturas dedicadas. Una cuyo tema es una ama de casa
atada al televisor, donde la publicidad le ofrece que la van a liberar de la
cocina. La imagen del otro dibujo en que se ve a un pordiosero que grita !Tengo
hambre..! mientras pasan dos ricachones junto a él y comentan-Algo bueno de
este país es esa inmensa libertad de expresión.
Volvemos a Madrid y en 1978 estamos de nuevo
exponiendo nuestra obra en la Sala Julián Marchena y de nuevo nos acompaña Hugo
Díaz y nos invita a su estudio para enseñarnos su trabajo y mientras
conversamos me hizo un retrato caricatura a la tinta china sobre cartón de
dibujante lineal, todas estas caricaturas la guardamos en el Archivo
Barboza-Grasa en Zaragoza. La última vez que estuve hablando con Hugo, al que
acompañaba Jorge de Sandozequi, fue en la Galería 825 en San José, durante una
exposición nuestra en 1996.
Para esas mismas fechas Hugo había publicado un
libro sobre sus caricaturas que tituló: "Díaz todos los días"
publicado por la Editorial El Bongo, S.A. cuyo diseño de la portada es del
autor. La selección de los dibujos la hizo Juan Pablo Salazar Carvajal y
escribe su biografía. La diagramación la dirige Carlos Salazar Ramírez y la
revisión corre a cargo de María y Carmen Salazar Ramírez. El libro me lo dedicó
María en el 2007. El prólogo del libro estuvo a cargo del escritor Joaquín Gutiérrez
que empieza así: GRAN PINTOR Y GRAN SEÑOR.
" ¿Cuántas veces nos ha hecho reír y nos ha hecho pensar una
caricatura de Hugo Díaz? ¿Cuántas, reflexionar sobre el destino de la patria,
la suerte de los pobres, el egoísmo de los ricos, las flaquezas y ridiculeces
humanas, y más y más, y todo ello con cuatro sobrias líneas trazadas en
cualquier pedacito de papel?....." Anteriormente en 1977, publicó otro
libro que tituló: "El mundo de Hugo Díaz".
Hugo Díaz fallece en el 2001, pero en su obra
continúa viviendo y esta se guarda en el Museo de la Universidad de Costa Rica,
donde se conservan cerca de 5.000 obras y se puede recorrer toda su evolución
artística desde 1970. Época en que en el país se le comienza a poner atención a
la caricatura como mensaje social, crítica política y donde se resaltan
nuestros defectos y virtudes. Estas obras están dibujadas en papel Bond, en
cartulina Bristol, papel Fabriano o cartón de dibujo lineal. Usaba tinta china
con plumilla y también usó la acuarela. Se publicaron en el Semanario
Universidad y en Semanario Pueblo y en el periódico La República, para este
medio firmaba con el pseudónimo "Lalo", usaba también los de:
"Pancho", "tuto"....y en el universitario "Díaz".
Su obra se fue imponiendo y llegó a ser apreciada
por el pueblo que se vio reflejado en estas viñetas, con sus virtudes y
defectos. El tiempo, que es mejor barómetro para que una obra sea apreciada, le
ha dado la razón a Lalo Díaz con importantes premios como: Periodismo Joaquín
García Monje en 1976, el Premio Aquileo J. Echeverría en 1996 y el Premio
Nacional de Periodismo Pío Víquez en el año 2000. Internacionalmente recibió el
Premio en el Salón Internacional de Caricatura en Montreal, Canadá en 1972.
No dejen de visitar en el Museo de Arte
Costarricense-MAC. esta importante exposición de este gran artista
costarricense, que con sus dibujos sobre papel captó el alma del pueblo que
amaba y la hizo universal. Recordemos de nuevo las palabras de Joaquín Gutiérrez
sobre Pancho Díaz: "Sí, pues, amigos y compatriotas, a ponernos de pie,
quitarnos el sombrero y aturdir con aplausos a este gran señor y gran
dibujante, a este Hugo Díaz en sus bodas de oro con la página blanca y el
pincel"
Carlos E. Barboza Vargas. Miembro del ICOM-UNESCO.
Archivo Barboza-Grasa en Zaragoza.
Ver enlace:
https://barbozagrasa.blogspot.com/2021/12/rodolfo-stanley-pintor-de-costa-rica-en.html?q=sranley








No hay comentarios:
Publicar un comentario