miércoles, 14 de febrero de 2024

LA REVISTA ARAGÓN Nº 395 DEL SIPA Y LAS FOTOGRAFÍAS DE AURELIO GRASA EN SUS PORTADAS ENTRE 1930-1936


















LA REVISTA ARAGÓN Nº 395 DEL SIPA Y LAS FOTOGRAFÍAS DE AURELIO GRASA EN  SUS PORTADAS ENTRE 1930-1936

El día 7 de febrero de 2024 se ha presentado la revista Aragón 395 editada por el SIPA, en el salón denominado Aragón de la sede de Ibercaja, Patio de la Infanta. Fue un acto entrañable, dirigido por el director de la revista Miguel Caballud Albiac, quien fue conduciendo el acto con maestría y amenidad.  Es una fecha a tener en cuenta pues en el año próximo se celebrará el centenario de la edición de esta revista única, ya que su primer número se publicó en octubre de 1925. A lo largo de estos cien años, en la revista han publicado sus artículos afamados especialistas en temas artísticos, patrimoniales, económicos, agrarios, científicos, turísticos, deportivos, fotográficos,... siempre con la mirada puesta en Aragón, a través del mundo.  Sus portadas son un testimonio de primera mano del acontecer aragonés, su estudio es enriquecedor y nos dan una idea de las inquietudes de Aragón en cada época. Han publicado en ellas sus imágenes los más prestigiosos pintores, escultores, dibujantes, fotógrafos, siempre con una espléndida edición de la Imprenta Casañal en su primera época, que se ha mantenido a lo largo del tiempo. Aurelio Grasa, quien fue socio del Sipa desde sus inicios, junto a su familia, tuvo el honor de publicar sus fotografías a partir de 1930, en reportajes sobre el primer campeonato internacional de esquí celebrado en Candanchú, organizado por Montañeros de Aragón, y posteriormente publicó varias portadas en la revista Aragón, siempre con temas del Pirineo aragonés nevado, para contribuir a la difusión de esos paisajes majestuosos e inolvidables.

Si nos referimos a la presentación del número actual, Aragón 395, con portada de una pintura de Pepe Cerdá, iniciaron el acto las responsables de Ibercaja y del Sipa, continuando con unas palabras de su presidente, Javier Ibargüen. Luego Domingo Buesa expuso los pormenores de su artículo sobre la colección de arte de la Academia de Bellas Artes de San Luis y de la Real Sociedad Económica Aragonesa de Amigos del País, y su itinerancia por la ciudad hasta que recaló en el edificio de Museos, ahora Museo de Zaragoza, edificado por Ricardo Magdalena y Julio Bravo, con motivo de la exposición Hispano Francesa de 1908. Al final de su disertación, comentando la importancia de ciertos personajes en estas vicisitudes, puso en pantalla el retrato de cuerpo entero del canónigo Ramón de Pignatelli, que Barboza y yo aseguramos ser obra de Goya, restaurada por Lalana, no obra decimonónica de este último, como figura en la cartela del Museo, tras la reciente remodelación de la sala con los de yesos originales del siglo XVIII. Deseamos que, en el futuro, consideren nuestra catalogación como obra de Goya, por sus condiciones técnicas y artísticas, tal como explicamos en el informe elaborado al respecto, entregado a Miguel Beltrán, Director entonces del Museo de Zaragoza.

El arquitecto Ricardo Usón publica un artículo sobre El mirador de La Lonja de Zaragoza, en el que con anterioridad, había dependencias municipales de archivos y documentos de la ciudad, accediendo por una escalera de caracol situada en el lado norte, junto al río.  Plantea poner de nuevo en uso este espacio del monumento, lo que conlleva un estudio pormenorizado del flujo de visitantes y sus accesos, si se piensa en hacerlo visitable. Otra cuestión seria volver a ponerlo en uso como dependencias municipales de poco trasiego.  Por otra parte, en el momento actual, en la planta principal, el exceso de paramentos  colocados  hace unos años para realizar exposiciones,  no deja ver la  belleza del conjunto del bosque de columnas que conforma este bello salón de la ciudad. Quizás habría que plantearse volver a presentar las exposiciones y demás eventos, a lo largo del perímetro de la sala, como se hacía antiguamente. Recordamos que en varias  fotografías de Aurelio  Grasa de 1912, vemos a La Lonja como almacén y depositaria de los gigantes y cabezudos de la comparsa de Félix Oroz, apoyados en sus muros, mientras los pintores los restauran y recomponen.

La historiadora Mª Carmen Lacarra publica un documentado artículo, Reflexiones sobre pintores de retablos activos en Aragón durante el siglo XV, acerca de los pintores góticos aragoneses que firman sus obras, un tema muy interesante y que nos sumerge en esa época apasionante y que dio tan bellísimos frutos en el mundo del arte en Aragón. Una lección magistral que debemos conocer los aragoneses y amantes de las manifestaciones artísticas, sin olvidar que, detrás de los encargos a los pintores y sus talleres, estaba la sociedad que los solicitaba. 

El médico pediatra y filósofo, Miguel Fleta, comenta acerca de La macrocefalia en la obra de Goya, y nos interesa especialmente ya que todo cuanto se relaciona con el pintor  contribuye al conocimiento y análisis de su obra. Los personajes goyescos son personas reales, vistas a través de su prisma de pintor genial y trasmiten toda su humanidad. La alimentación en esa época era distinta a la actual y las carencias alimenticias eran habituales, más aún en ciertas regiones y entre las clases más humildes, dando lugar a malformaciones por desnutrición. Tiene la amabilidad de citarnos en su bibliografía de consulta, a través de Goya en el camino.

Juan José Barragán habla en su artículo sobre el Estudio imagológico del retrato de Petronila I de Aragón y Ramón Berenguer de Barcelona. Sus argumentos tienen una lógica incontestable y nos parecen muy acertados, al presentar Petronila a su marido con la dignidad de Príncipe de Aragón, con sus atributos tras su retrato. Esta colección de retratos de los Reyes de Aragón debería estar expuesta en algún lugar preeminente de alguna Institución de Aragón, ya que en los almacenes del Museo del Prado y dispersos por varios lugares, no cumplen su función histórica. Abogamos por solicitar su traslado a Aragón, lo antes posible.   

Apuntes sobre la indumentaria de Aragón en la Baja Edad Media, de Miguel Vizcaya, Galáctica: un sueño para practicar astronomía, de Luisa Valdivieso,  El Turismo en la provincia de Teruel, 1938-1970, de Víctor Lacambra, Tras los rastros de la Acequia Imperial, de Galván, y  El Museo Paleontológico de Galbe, ya es una realidad,  de Maribel Herrero, en la sección de Economía, nos acercan a los aspectos geográficos, técnicos y económicos de Aragón en diversos momentos, que desde el SIPA se cuidan en difundir desde el inicio.

La sección Aragoneando, se inicia con el artículo Lucas Mallada, geólogo regeneracionista, de Carlos Forcadell, quien describe unos apuntes biográficos, ya que todavía no se ha escrito una biografía de este ingeniero de minas y geólogo oscense,   relacionándolo con Joaquín Costa, ya que ambos  buscaban la mejoría de la sociedad a través del conocimiento, y en este caso, con la visión científica del ingeniero. Es una tarea pendiente por la importancia de su pensamiento. 

A continuación un artículo de Antonio Baldellou sobre el Monasterio de San Victorián y la Villa de Graus, y Estampas históricas de Magallón, por Juan Antonio Frago, nos ilustran sobre estos temas.

 Teresa Grasa y Carlos Barboza  publicamos un artículo en honor de la revista Aragón titulado, La Revista “Aragón”, la Sociedad Fotográfica de Zaragoza y las fotografías de Aurelio Grasa Sancho, 1893-1972. En este texto hacemos un resumen de la relación entre la revista Aragón, el SIPA y la familia de Aurelio Grasa. Hemos estudiado todo el recorrido histórico de la revista, desde 1925 y hemos analizado la participación de la familia Grasa en dicha entidad, siendo Aurelio socio desde marzo de 1926, domiciliado en Independencia 22, sede de su primera consulta como médico, tras la licenciatura en 1917 y la especialidad en Madrid y París en 1921. Al año siguiente, en mayo de 1927, aparece como socio su hermano José Grasa, domiciliado en el Coso, 10-12.  

Y Aurelio publica sus primeras fotografías en un reportaje de marzo de 1930, dando cuenta grafica del Primer Campeonato internacional de Esquí, celebrado en Candanchú, organizado por Montañeros de Aragón, entidad de la que también era socio y esquiador. En las fotos aparecen esbeltas esquiadoras participantes en las exhibiciones.   También actuó como cronometrador de las pruebas.

Su primera fotografía en portada, Valle de Aspe, se publicó en julio de 1932, siendo una de las imágenes más premiadas internacionalmente e icónica de su obra fotográfica.  Representa a dos esquiadores en paradisíaco paraje, bajo un sol cenital. En febrero de 1934 publica Bosque de Hayas, un paisaje nevado, a contraluz, de gran dificultad técnica. En agosto de 1936 publica en portada Cumbres, fotografía en la que alcanza una síntesis compositiva, mostrando la elegancia de la difícil proporción entre el cielo y la tierra. En 1945 publica en el interior fotografías del Canal imperial de Aragón, Donde el Canal nace,… y en 1951, Aldeana, en la que fotografía a su hija Matilde.

En las páginas finales, otro reportaje fotográfico, La Real Sociedad Fotográfica de Zaragoza y la cordillera pirenaica. Dos montañeros franceses, fotógrafos del Pirineo aragonés, de Julio Sánchez Millán, describe los avatares de estos pirineístas, Alphonse de Mellon y Bertrand de Lassus por estas montañas aragonesas de belleza tan singular.

Agradecemos al SIPA, a través de su presidente Julio Ibargüen y el director de la revista, Miguel Caballud,  la invitación a participar en esta notable publicación  y deseamos todo lo mejor para el centenario de la revista Aragón, a celebrar en 1925, con el deseo de seguir colaborando en la difusión de Aragón en todos sus aspectos.

Teresa Grasa Jordán                        Carlos Barboza Vargas  

Archivo de Aurelio Grasa                Archivo Barboza Grasa

ver enlaces:

www.aureliograsa.es      www.barbozagrasa.es       https://barbozagrasa.blogspot.com/

 En este enlace se pueden consultar las revistas Aragón, anteriores, editadas por el SIPA: 

https://sipaaragon.com/

 

 

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