martes, 9 de octubre de 2018

PINTANDO EN LA ESCUELA DE BELLAS ARTES DE SAN FERNANDO DE MADRID, 1968-69






PINTANDO EN LA ESCUELA DE BELLAS ARTES DE SAN FERNANDO DE MADRID, 1968-69

En el mes de noviembre del año 1968, el pintor de Costa Rica Antonio Arroyo y yo, nos matriculamos en los Cursos libres de Pintura en la Escuela Superior de Bellas Artes de San Fernando de Madrid, hoy Facultad de Bellas Artes, perteneciente a la Universidad Complutense. El Curso lo impartía el pintor y profesor Guillermo Vargas Ruiz. Este primer contacto con la Facultad lo hice mientras tramitaba la convalidación de mis estudios para poder entrar oficialmente en esta  histórica Escuela.  Fue muy emocionante cruzar los pasillos de una Escuela de Bellas Artes que existía desde el siglo XVIII en al que habían estudiado allí artistas como Goya, los Bayeu….. y en el siglo XX , Dalí y Picasso….¡Siglos de historia pictórica¡.

Los primeros estatutos que se aprobaron para la marcha de los estudios de Bellas Artes en España fue en 1747, creándose como Real Academia de las tres Nobles Artes de san Fernando, funcionando oficialmente desde el 12 de abril de 1752, por Real Decreto del Rey Fernando VI. Por tanto la Academia dependía de la Corona de España. Tenía como finalidad la promoción y protección de las Artes y disciplinas artísticas. Comprendían Pintura, Escultura, Arquitectura y Grabado. La finalidad de su creación era convertir la materia artística en estudios reglados distintos a cómo se aprendía en los talleres de los artistas, es decir, profesionalizar la labor artística. Se estimulaba a los alumnos con premios y pensiones de estudio en Roma.  La Escuela ha ocupado tres sedes distintas. La primera fue en la Casa de la Panadería en la Plaza Mayor de Madrid. En 1774, bajo el mecenazgo de Carlos III, se compró el Palacio Goyeneche,  obra del arquitecto Churriguera, transformado años más tarde por Diego Villanueva, sito en la calle Alcalá 13, cerca de Puerta del Sol.  La Escuela ocupó los sótanos y el primer piso de la Academia, al fondo del edificio, que da a la calle Aduana.  En el reinado de Isabel II se separó la Escuela de la Academia, por la ley Moyano de 1857,  y se elevó a la categoría de enseñanza superior. En octubre de 1967 se impartió el primer curso en la escuela en Ciudad Universitaria en el edificio de la calle Greco, nº 2, obra del arquitecto aragonés Pascual Bravo. El 30 de noviembre de 1968 me matriculaba como alumno de Pintura en dicha institución.  

El aula era amplia y con caballetes para ejercer el oficio de la  pintura. Había estatuas y relieves de yeso. El profesor Vargas Ruiz se esforzaba en hacernos pintar  bodegones con distintos objetos y texturas, como cristal, flores, frutas, paños y en especial, le daba mucho interés al uso del color y el dibujo. Era un hombre hablador y buen comunicador, y se me quedó la frase que repetía una y otra vez: No pintéis objetos, mirad el conjunto y pintar la atmósfera en general con el color.  Los materiales como lienzos, pinceles, carboncillos, pinturas al óleo, acuarelas, papeles, los adquiríamos en la misma Escuela, en la  tienda de la casa Macarrón.  Me interesaba el profundizar en la práctica de la pintura al óleo, dominar el color y me inicié con estatuas de yeso- Hice algunos bodegones pero principalmente me interesaba el retrato. Así es que las compañeras de curso me servían de modelos. Conservo algunos retratos al óleo que hice.  Al final de curso, en la primavera de 1969, tenía un buen conjunto de obra y la amistad del profesor Vargas Ruiz, así como la de la galerista y pintora María Jesús Ylardia, que se ha mantenido en  el tiempo. De la acuarela hablaré próximamente.
Carlos Barboza Vargas.

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