ROBERT CAPA EN COLOR Y NICARAGUA
EN GUERRA, 1978-2018
La obra de Robert Capa en
color se encuentra expuesta en Caixa Forum de Zaragoza y recorremos su obra fotográfica, donde la guerra pasa del
blanco y negro al color, en Indochina. Hay una publicación que se titula: Diario
de un fotógrafo….hasta su guerra final en la que se encuentra su icónica foto de La
muerte de un voluntario en España
durante la Guerra Civil, en 1936. Esta foto me hizo pensar que si Capa
estuviera vivo, estaría ahora en Nicaragua, documentando la orgía de sangre de
los Ortega-Murillo, en la tierra del poeta Rubén Darío.
En 1978, Nicaragua sufrió esta
misma situación causada por un tirano llamado Tacho Somoza, contra el pueblo
nicaragüense. Una dictadura de derechas que ha avergonzado al territorio
latinoamericano de esa época, y ahora, Tacho Ortega, un tirano de izquierdas, -
que se autodenomina socialista cristiano, del Socialismo
del siglo XXI, - causa los mismos
asesinatos de su derrocado dictador Somoza, contra estudiantes con una única
arma, un teléfono móvil o teléfono celular, como lo llaman en nuestras
tierras. Emplea el ejército para
masacrar a la juventud; un ejército cuya función es preservar el territorio nacional contra la invasión de
fuerzas extranjeras sirve para matar a los que tiene que proteger.
En 1978-79 hice una serie de
dibujos, collages, grabados y pinturas relacionadas con esta masacre. Hoy, las he vuelto a ver y me da tristeza de
que, cuarenta años después, se vuelve a producir la misma situación en esta
tierra. Los organismos internacionales
tienen que parar este derramamiento de sangre al que solamente le ha hecho
frente la Iglesia Católica, lo que le ha costado amenazas y agresiones en sus
templos. Más de trescientos muertos y un millar de heridos, a los que niegan
auxilio sanitario.
Y volviendo al fotoperiodista Robert
Capa en color, donde muestra su
faceta más lúdica. La fotografía en color, negativo y diapositivas, la comienza
a usar Capa en 1938, gracias a que Kodak comercializó el rollo a color
Kodachrome. Lo explica de la siguiente manera en el catálogo de la exposición: ….Desde
China, donde estaba cubriendo al guerra chinojaponesa, Capa escribió a un amigo
de su agencia de Nueva York, Pix : Por favor, enviarme doce rollos de Kodachrome, con todas sus
instrucciones: si se necesitan filtros especiales, etc., en resumen, todo lo
que yo debería saber. Mándamelo vía clipper, porque tengo una idea para Life…..
A la vez, Capa, comienza a
realizar reportajes más mundanos, o lo que se llama hoy día, de la jet set, el mundo del espectáculo,
hipódromos, regatas, estaciones de esquí, la Plaza Roja, y personajes de arte
como Picasso y su familia en la playa,
Capucine, Ava Gardner, Truman Capote, Humphrey Bogart, ….En la
exposición se proyecta un video con sus imágenes y una de las últimas
entrevistas radiofónicas que le hicieron a Capa, en la que explica su vida y
cuenta sus aventuras en España, donde se hizo famoso, como uno de los pioneros
del fotoperiodismo de guerra, con su foto, La muerte de un voluntario en España. La forma en que narra este episodio me
recuerda a cómo me lo contaba un combatiente nacional, amigo de la familia, que luchó en este bando porque
le tocó, Valentín. Capa cuenta que
estaba en una trinchera frente a un puesto donde había una ametralladora
nacional. Los milicianos armados con viejos fusiles disparaban al puesto de la
ametralladora, éstos no respondían, y los milicianos se lanzaban a tomar el
puesto, y la ametralladora, empezaba a disparar y a matarlos; el que podía
retrocedía. Al cabo de un rato, volvían los milicianos a disparar, la
ametralladora callaba. Se lanzaban a por ella y ésta volvía a disparar matando
milicianos,….. Valentín me contaba que era el sistema que se usaba para que la
ametralladora gastase sus municiones y con esto se tomaba el puesto. Este
sistema de guerra costaba muchas vidas. Capa cuenta que él no sacaba la cabeza
de la trinchera y que hacía las fotos
sin ver por el visor, levantando la cámara con sus brazos. Una vez terminado el
acontecimiento embalaba los carretes y los enviaba a la agencia para que los
revelaran. No sabía qué había fotografiado.
Se enteró después de que la mítica
foto del miliciano fuera publicada, tuvo una gran repercusión mundial.
Pero de nada ha servido, la
guerra continúa, y en Nicaragua también.
La calavera Catrina o la pelona, de José Guadalupe Posada siguen sobrevolando
el cielo de la bella y sufrida tierra nicaragüense.
Carlos Barboza Vargas
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