ROSA MORANT GUASCH, DE TUCUMÁN A
MADRID, 1968
Conocí a Rosa Morant
en la Escuela Superior de Bellas Artes
de San Fernando de Madrid, en el Taller
de Grabado Calcográfico. Tuve la
suerte de que me asignaran la mesa de trabajo para dos alumnos, en la que ella
ocupaba la mitad. Allí guardábamos
nuestros instrumentales para realizar grabado calcográfico. Tenía dos cajones y
la mesa era inclinada, junto al ventanal. Rosa entró en la Escuela en 1968,
gracias a una Beca del Instituto de Cultura Hispánica donde más tarde expuso su
obra. Era de complexión delgada pero con
una gran capacidad de trabajo, ya que, además de perfeccionarse en grabado sobre plancha de metal y
serigrafía, se especializaba en restauración de pintura y escribía una tesis
sobre los pintores americanos durante la colonia española en América en el
siglo XVII; me dedicó una copia que aún conservo. Luego trabajamos juntos restaurando pinturas
en la Escuela y expusimos en la II Bienal Internacional de Grabado de
Florencia, en 1970, donde obtuvo una Medalla de oro por su obra gráfica. Todos
los días estábamos juntos en la Escuela y así nació una gran amistad. Nos
contábamos nuestros sueños y proyectos, casi siempre me regalaba obras suyas,
o intercambiábamos grabados, pruebas de
estado, bocetos para serigrafía. Todo su mundo lo ponía en mis manos.
Su trabajo calcográfico era concienzudo. Primero hacía
bocetos para llevar a la plancha, la que preparaba de dos maneras: con cera
dura, para realizar aguafuertes, o con cera blanda, para realizar grabados que
llamamos de barniz blando o a la manera del lápiz. Una vez que realizaba el dibujo, ponía la
plancha de zinc al ácido nítrico para
grabarlo en el metal. Luego estampaba una prueba sobre papel en el tórculo, lo
que llamamos prueba de estado, y sobre ella, con lápiz, dibujaba para decidir las
zonas oscuras y claras de la obra. El
siguiente paso es someter la plancha al polvo de resina, calentándola y una vez
adherida se somete al mordiente del ácido, y se van trabajando los diversos
tonos que bosquejó anteriormente el artista.
Una vez satisfecha con su obra, Rosa Morant realizaba varias pruebas del
mismo grabado. Con la serigrafía, que trabajaba en su estudio particular, hacía
el mismo recorrido creativo, boceto, y luego, manualmente con goma laca y
lápices litográficos, realizaba su idea sobre la seda, dándole a su obra el
aire de una estampa de litografía.
También pintaba, con una dicción rápida y certera, buscando efectos
lumínicos en la tela.
Toda la obra de esta época tiene un sentimiento trágico, Rosa
Morant se sumergía en un mundo de sueños y soledad. Sus figuras, que nunca
llegan a ser humanas, vagan en espacios siderales como si vinieran del cosmos.
Son seres de otro mundo, pero les imprime una fuerza y una personalidad que los
hace únicos. Las luces y las sombras nos invaden la vista y cuando trata el color en las serigrafías y
en la pintura, sigue transmitiendo esa sensación de un destino trágico. Rosa vuelve a su país natal, Argentina, en
1971 y ejerce de profesora de Serigrafía en el Departamento de Artes de la
Universidad Nacional de Tucumán.
Seguimos participando en exposiciones donde exponen el grupo
de grabadores de la Escuela, como en la exposición organizada en la Sala Provincia de León, e inaugurada el
15 de enero de 1972, titulada Diez
grabadores en España y organizada por el poeta Antonio Gamoneda, - años más
tarde, Premio Cervantes de las Letras Españolas,- quien escribió sobre su obra
expuesta lo siguiente:
MORANT despliega en
términos de perfección, las posibilidades de la luz y la sombra; el comportamiento de éstas envuelve
organismos, fragmentaciones más o menos antropomórficas que, de paso, dictan la
composición del grabado. Hay un cierto tenebrismo clásico en las obras de
Morant, pero este clasicismo no supone serenidad expresiva; algo, amenazante,
inconcluso, actúa desde estas obras.
Con la obra que intercambiábamos entre los compañeros del taller y otros artistas grabadores, empezamos a promover exposiciones en nuestros respectivos países,
que titulamos Gráfica Hoy. La primera la realicé en Costa Rica, en la
Sala de la Dirección General de Artes y Letras el 25 de mayo de 1972. Rosa Morant la realizó en la Casa del Turista de Tucumán, en julio de
1972. Alberto Cavazos, en la Biblioteca
de Alfonso Reyes de la Universidad de Nuevo León, el 1 de julio de 1973. El artista y grabador Vicente Rascón, realizó
una serie de exposiciones suyas y de Morant, Barboza y Maciel en Galería
La Raza, titulada Gráfica de
Argentina, Brasil y Costa Rica, el 8 de diciembre de 1972. Arte Latinoamericano en Hughes Airwest,
San Mateo, California, el 24 de mayo de 1974 y luego en Village Gallery en Sacramento, California, el 20 de octubre de
1976.
El 24 de marzo de 1976, dan un Golpe de Estado militar en
Argentina, y ese mismo año, regresa Rosa a Madrid con su esposo, y volvimos a
encontrarnos. Yo estaba casado con Teresa Grasa Jordán y habíamos montado el
Taller Barboza- Grasa para la
realización de obra gráfica. De inmediato, Rosa se puso a trabajar y a estampar
grabados, montó un taller de Serigrafía en Madrid; luego se traslada a
Frankfurt y trabaja para la Galería Daberkow. Regresa a Tucumán. De esa etapa,
la historiadora Silvia L. Aguero Morini, escribe un estudio que titula Argentina,
década de los setenta. La forma de violencia
en el arte de Tucumán. En el
apartado final habla del arte de Rosa Morant y dice:
…En el campo del
grabado, Rosa Morant, representa la participación femenina en el arte local,
situación que se venía gestando desde los años sesenta. Su obra plástica, legado
que deja en resguardo,… es un cruel testimonio de que el artista crea a
partir de los acontecimientos que vive.
Todo acto de violencia, aunque se pretenda borrar, deja huellas, y de ella nos
habla en la serie “Los paquetes” o en “Trelew”, donde nos revela la magnitud de los
acontecimientos políticos de 1972.
La obra gráfica de Rosa Morant estuvo presente en los fondos de
nuestra Galería de Arte Costa,3 de Zaragoza, exponiéndose entre otras, en la muestra Obra Gráfica, Dibujo, Pintura y Escultura, el 28 de junio de 1979. Un
recuerdo de vuestros amigos desde Zaragoza.
Carlos Barboza y Teresa Grasa
Zaragoza, 2018.
Ver enlaces:
http://barbozagrasa.blogspot.com/2014/12/el-taller-de-grabado-en-la-facultad-de.html
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