MATEO GONZÁLEZ, EL
BURIL Y LA ACADEMIA DE SAN LUIS EN ZARAGOZA, 225 AÑOS
Este año 2018, la Real Academia de Nobles y Bellas Artes de
San Luis, que debe su nombre en homenaje a la Reina María Luisa de Parma,
celebra el 225 aniversario de su fundación en 1792. Se iniciaron las
celebraciones con una exposición en Fuendetodos, en la Sala Ignacio
Zuloaga, titulada Estampas del Settecento en Italia,
con 45 grabados de Piranesi, Vasi y
Gasparo de Prenner, cuyos grabados pertenecen a los fondos de la Real
Academia.
En 1980-83, Teresa Grasa y yo
tuvimos una buena relación con los miembros de dicha institución zaragozana, en
especial con Don Jaime Jordán de Urriés, Marqués de Noya, y nos reuníamos en la
sede que se encontraba en la calle de San Jorge. El secretario era José Pascual
de Quinto. Nos solicitaron que hiciéramos una nueva edición de la plancha donde
se encuentra grabado el escudo de la Real Sociedad Económica Aragonesa de
Amigos del País, que fue editado por
primera vez en la imprenta de Luis Cuetos en Zaragoza, en 1777. La edición en
el taller Barboza Grasa de Zaragoza se llevó a cabo en 1982.
Este grabado fue realizado por el
gran burilista aragonés Mateo González
Labrador, nacido en Daroca en 1755, y muerto en Zaragoza en 1807. Este
grafista desarrolló toda su obra en Aragón, convirtiéndose en uno de los más
importantes grabadores de la técnica del buril en la España del siglo
XVIII. Era un magnífico dibujante e
inventor de algunos de sus garbados. Su creación la desarrolla en el campo de la temática
religiosa, cono son los grabados que realizó sobre Nuestra Señora del Pilar. Ilustró libros, hizo retratos, como el de
Ramón de Pignatelli, emblemas para la Real Sociedad Aragonesa y la de Tudela,
para el Cabildo Catedralicio de Zaragoza, y el Canal Imperial de Aragón i Real
de Tauste, para un libro del Conde de Sástago.
La técnica empleada por Mateo
González fue el buril. El máximo representante español en el dominio de esta
técnica fue Manuel Salvador Carmona, quien estudió en París y al regresar a
España comenzó a enseñarla, creando múltiples alumnos y, seguramente, de él
aprendió González los misterios del oficio debido a la delicadez de su trabajo.
El buril es una de las técnicas más difíciles del grabado calcográfico y fue el
inicio del grabado sobre metal, creado en Europa. A este procedimiento se le
denomina también talla dulce y es una
técnica empleada por los grabadores sobre plancha de metal, antes de que
apareciese la técnica del aguafuerte.
El buril es un instrumento que consiste en un mango de madera en forma
de pomo al que se le adjunta una barra delgada de acero terminada en forma
romboidal. Era usada por los joyeros para grabar textos o adornar armas y para
ver cómo iba el trabajo, entintaban el surco y con un papel presionando sobre
la obra, imprimían el dibujo o texto grabado en ella. Así nació la calcografía,
que sustituía a la xilografía en los libros y estampas. El gran dominador de esta técnica fue el
alemán Alberto Durero, (1471-1527), hijo
de orfebre, y llevo la técnica del buril a cotas máximas. Su técnica es
presionar el instrumento sobre la plancha de metal, especialmente cobre o
cinc, y su punta romboidal va haciendo
un surco en la misma, a mayor presión, más profundidad y anchura de la línea.
Se trabaja sobre mesas movibles inclinadas. Estos surcos reflejan una imagen
que queda garbada en la plancha. Luego, con tinta calcográfica, papel, una
prensa, el tórculo, se traspasa este dibujo al papel. Las líneas por lo general, son limpias y
paralelas; en los tonos suaves, son
finas debido a la poca presión del buril; los oscuros, son líneas mas profundas
y compactas.
Mateo González se convirtió en un
maestro de esta técnica, alcanzando mucho prestigio y respeto. Mientras Goya joven pintaba en Zaragoza, Mateo González producía obras de gran calidad técnica. Ambos fueron
luego miembros de la Real Academia de San Luis. Mateo González solicitó ser
miembro y le otorgaron el título de
Académico el 1º de mayo de 1796. Su trabajo gráfico fue admirado por sus
contemporáneos y el Conde La Viñaza dijo de sus estampas:…..buril muy limpio, transparente y brillante,….
Y cuando fallece en 1807, en su recuerdo habló Faustino Casamayor, quien
comenta su delicado buril.
Sin duda, la Real Sociedad
Económica de Nobles y Bellas Artes de San Luis ha contado con grandes artistas
entre sus miembros. Pero destacan por su producción y belleza técnica de sus
obras, Mateo González y Goya.
Carlos Barboza Vargas
Grabador, Taller Barboza Grasa
Ver enlaces:
No hay comentarios:
Publicar un comentario