martes, 13 de febrero de 2018

GUSTAV KLIMT CON ADELE Y MIZZY EN EL MOMA DE NUEVA YORK







GUSTAV KLIMT CON ADELE Y MIZZY EN EL MOMA DE NUEVA YORK

El 6 de febrero se cumplieron cien años de la desaparición del cuerpo de Gustav Klimt (1862-1918),  pero no de su espíritu y su obra, que cada día es más apreciada.  Este acontecimiento me recordó al año  2016 en que junto con Teresa Grasa y mis hijos Francisco y María estuvimos en Nueva York, y uno de los museos que visitamos fue el Museo de Arte Moderno, conocido como MoMa. Entre las múltiples obras de arte que alberga este centro de la cultura, se encuentran tres obras de Gustav Klimt, como la titulada Esperanza, de 1907-08 y el retrato de Adele Bloch-Bauer II, de 1912 y un paisaje de formato cuadrado denominado Parque, de 1910.

Gustav Klimt nace el 14 de julio de 1862 y su padre Ernst es grabador y dorador y su madre, Anna, ejerce este oficio también.  Cuando Gustav empieza a estudiar arte en la Escuela de Artes y Oficios del Museo Austríaco de Arte en Viena, en 1876,  el movimiento Impresionista comienza a consolidarse en París. Klimt y su hermano empiezan a colaborar con los arquitectos Feliner y Helmes, comienza a influenciarse por el Renacimiento Italiano, en especial la obra de Miguel Ángel y también por la obra de su contemporáneo, Max Klinger.  En 1886 realiza su primer gran trabajo como muralista, en las escalinatas del BurgTheater con una temática sobre la historia del teatro.

Para esas mismas fechas, Paul Gauguin se traslada a Pont-Aven, y con un grupo de artistas como Serusier, Bernard,…. Nace el grupo de los Nabis o Profetas, que usaban los colores puros y un simbolismo sintético. Se basan en el arte antiguo, el arte primitivo y en las estampas japonesas.  Mientras tanto, en Inglaterra, el teórico John Ruskin lanzaba una nueva forma de ver el arte, en la unión de la arquitectura, la artesanía, la escultura y la pintura. El movimiento se llamó  Modern Stile.  Gauguin regresa de la Polinesia en 1894 y vive en el estudio de Mucha. Este pintor polaco ve los grabados de Paul y cambian de estilo pictórico, iniciándose el Art Nouveau en París, con carteles de Sarah Bernard.  

En 1896  Klint hace un esquema decorativo  para el Aula Magna  de la Universidad, donde pintará un simbólico mural sobre la Filosofía, Medicina y Jurisprudencia.  En 1897 viaja a Italia, visitando Florencia, Venecia y Ravena,  donde admira los mosaicos bizantinos y ese mismo año nace en Viena la Union de artistas figurativos de Austria y se crea el movimiento llamado Sezesion.  En 1903 pinta un polémico cuadro Hope I, o Esperanza I, donde en primer plano, una joven embarazada desnuda, de perfil, nos mira sobre un fondo plano donde unos espectros y calaveras, que simbolizan el mal y la muerte, acechan a la joven embarazada.  Eros y Tanatos juntos. La nueva vida amenazada. La modelo es Mizzi  Zimermann,  y el hijo es del pintor Klimt. Ella tuvo de él dos hijos reconocidos.  El cuadro causó gran escándalo en al puritana sociedad vienesa, tanto que el comprador, un industrial lo tenía cubierto.  En este retrato usa el pintor con discreción  el oro, pero conforme avanza su obra pictórica, y con el recuerdo de los mosaicos de Ravena y el arte medieval, va utilizando más el oro como fondo, técnica que domina ya que sus padres fueron doradores y en 1905 el oro es protagonista de su obra. En esta época Klimt demuestra su gran capacidad para el retrato y en el de Fritza Riedter utiliza el oro  y en la vestimenta se inspira en el gran pintor español Velázquez, en su retrato de la reina Mariana de Austria de 1646.

En 1907 pinta la segunda versión de Hope, o la Esperanza, que se encuentra en el MoMa de Nueva York. Esta vez, la futura madre no nos mira provocativamente, pero mira su vientre que está cubierto por un rico vestido o bata de oro y solamente enseña sus senos, donde el recién nacido se alimentará. En la parte inferior, tres mujeres arrodilladas acompañan a la embarazada.  Mizzi vuelve a protagonizar una bella pintura como un canto a la vida, el fondo es plano y suprime la perspectiva renacentista, para esas mismas fechas,  crea uno de sus cuadros más famosos, El beso,  donde el oro lo invade todo.

En esta fiebre del oro por parte del pintor, realiza el retrato de  Adele Bloch- Bauer I,  fechado en 1907. Este retrato causo polémica entre el gobierno austriaco y los herederos de la retratada. El cuadro  anteriormente fue robado por los nazis  que lo titularon La dama de oro, para no nombrar su apellido que era de origen judío.  La pintura volvió a Austria y estuvo expuesta en la galería Belvedere de Viena,  hasta que lo reclamó su nieta y ganó el pleito al Gobierno. Más tarde, en Estados Unidos  salió a subasta valorándose en 135 millones de dólares.  El más caro de la historia ene se momento, superando a Picasso.

En el MoMa se encuentra un segundo retrato de Adele pintado en 1912, donde el pintor ha cambiado de registro pictórico y el oro ya no aparece. La pintura invade toda la superficie con un color muy al estilo del  movimiento fauvista, con una gama de violetas y verdes muy de Matisse,  del que vio su obra en Viena y París.  La composición es plana y la influencia del arte japonés es notable, introduciendo figuras japonesas en el fondo.  Acompañan a estos dos retratos un paisaje de formato cuadrado,  titulado Parque, de 1910.  En la obra paisajística de Klimt el artista se relaja de su pasión por la figura y nos da idílicos paisajes planos  buscando la riqueza del color y no su espacio.  Seurat está en el recuerdo de este óleo que se expone junto a estos retratos. La  pintura se disuelve en pequeñas pinceladas  donde los troncos de árbol y la luz nos hacen sentir la humedad del aire.  Es un placer visual pasear por las salas de este gran museo del siglo XX y ver la pintura de Gustav Klimt junto a  Las señoritas de Avignon de Picasso, pintadas en 1907, o La danza de Matisse de 1909, donde se inician las vanguardias del siglo XX.

Carlos Barboza Vargas.
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