GUSTAV KLIMT CON
ADELE Y MIZZY EN EL MOMA DE NUEVA YORK
El 6 de febrero se cumplieron
cien años de la desaparición del cuerpo de Gustav Klimt (1862-1918), pero no de su espíritu y su obra, que cada
día es más apreciada. Este
acontecimiento me recordó al año 2016 en
que junto con Teresa Grasa y mis hijos Francisco y María estuvimos en Nueva
York, y uno de los museos que visitamos fue el Museo de Arte Moderno, conocido
como MoMa. Entre las múltiples obras de arte que alberga este centro de la
cultura, se encuentran tres obras de Gustav Klimt, como la titulada Esperanza, de 1907-08 y el retrato de Adele Bloch-Bauer II, de 1912 y un
paisaje de formato cuadrado denominado Parque,
de 1910.
Gustav Klimt nace el 14 de julio
de 1862 y su padre Ernst es grabador y dorador y su madre, Anna, ejerce este
oficio también. Cuando Gustav empieza a
estudiar arte en la Escuela de Artes y Oficios del Museo Austríaco de Arte en
Viena, en 1876, el movimiento
Impresionista comienza a consolidarse en París. Klimt y su hermano empiezan a
colaborar con los arquitectos Feliner y Helmes, comienza a influenciarse por el
Renacimiento Italiano, en especial la obra de Miguel Ángel y también por la
obra de su contemporáneo, Max Klinger.
En 1886 realiza su primer gran trabajo como muralista, en las
escalinatas del BurgTheater con una temática sobre la historia del teatro.
Para esas mismas fechas, Paul
Gauguin se traslada a Pont-Aven, y con un grupo de artistas como Serusier,
Bernard,…. Nace el grupo de los Nabis o Profetas, que usaban los colores puros
y un simbolismo sintético. Se basan en el arte antiguo, el arte primitivo y en
las estampas japonesas. Mientras tanto,
en Inglaterra, el teórico John Ruskin lanzaba una nueva forma de ver el arte,
en la unión de la arquitectura, la artesanía, la escultura y la pintura. El
movimiento se llamó Modern Stile. Gauguin
regresa de la Polinesia en 1894 y vive en el estudio de Mucha. Este pintor
polaco ve los grabados de Paul y cambian de estilo pictórico, iniciándose el
Art Nouveau en París, con carteles de Sarah Bernard.
En 1896 Klint hace un esquema decorativo para el Aula Magna de la Universidad, donde pintará un simbólico
mural sobre la Filosofía, Medicina y Jurisprudencia. En 1897 viaja a Italia, visitando Florencia,
Venecia y Ravena, donde admira los
mosaicos bizantinos y ese mismo año nace en Viena la Union de artistas
figurativos de Austria y se crea el movimiento llamado Sezesion. En 1903 pinta un polémico cuadro Hope I, o
Esperanza I, donde en primer plano, una joven embarazada desnuda, de perfil,
nos mira sobre un fondo plano donde unos espectros y calaveras, que simbolizan
el mal y la muerte, acechan a la joven embarazada. Eros y Tanatos juntos. La nueva vida
amenazada. La modelo es Mizzi Zimermann, y el hijo es del pintor Klimt. Ella tuvo de
él dos hijos reconocidos. El cuadro
causó gran escándalo en al puritana sociedad vienesa, tanto que el comprador,
un industrial lo tenía cubierto. En este
retrato usa el pintor con discreción el
oro, pero conforme avanza su obra pictórica, y con el recuerdo de los mosaicos
de Ravena y el arte medieval, va utilizando más el oro como fondo, técnica que
domina ya que sus padres fueron doradores y en 1905 el oro es protagonista de
su obra. En esta época Klimt demuestra su gran capacidad para el retrato y en
el de Fritza Riedter utiliza el oro y en
la vestimenta se inspira en el gran pintor español Velázquez, en su retrato de
la reina Mariana de Austria de 1646.
En 1907 pinta la segunda versión
de Hope, o la Esperanza, que se encuentra en el MoMa de Nueva York. Esta vez, la
futura madre no nos mira provocativamente, pero mira su vientre que está
cubierto por un rico vestido o bata de oro y solamente enseña sus senos, donde
el recién nacido se alimentará. En la parte inferior, tres mujeres arrodilladas
acompañan a la embarazada. Mizzi vuelve
a protagonizar una bella pintura como un canto a la vida, el fondo es plano y
suprime la perspectiva renacentista, para esas mismas fechas, crea uno de sus cuadros más famosos, El
beso, donde el oro lo invade todo.
En esta fiebre del oro por parte
del pintor, realiza el retrato de Adele Bloch- Bauer I, fechado en 1907. Este retrato causo polémica
entre el gobierno austriaco y los herederos de la retratada. El cuadro anteriormente fue robado por los nazis que lo titularon La dama de oro, para no nombrar su apellido que era de origen
judío. La pintura volvió a Austria y
estuvo expuesta en la galería Belvedere de Viena, hasta que lo reclamó su nieta y ganó el pleito
al Gobierno. Más tarde, en Estados Unidos
salió a subasta valorándose en 135 millones de dólares. El más caro de la historia ene se momento,
superando a Picasso.
En el MoMa se encuentra un
segundo retrato de Adele pintado en 1912, donde el pintor ha cambiado de
registro pictórico y el oro ya no aparece. La pintura invade toda la superficie
con un color muy al estilo del movimiento fauvista, con una gama de violetas y verdes muy de Matisse, del que vio su obra en Viena
y París. La composición es plana y la
influencia del arte japonés es notable, introduciendo figuras japonesas en el
fondo. Acompañan a estos dos retratos un
paisaje de formato cuadrado, titulado Parque, de 1910. En la obra paisajística de Klimt el artista
se relaja de su pasión por la figura y nos da idílicos paisajes planos buscando la riqueza del color y no su
espacio. Seurat está en el recuerdo de
este óleo que se expone junto a estos retratos. La pintura se disuelve en pequeñas
pinceladas donde los troncos de árbol y
la luz nos hacen sentir la humedad del aire.
Es un placer visual pasear por las salas de este gran museo del siglo XX
y ver la pintura de Gustav Klimt junto a
Las señoritas de Avignon de
Picasso, pintadas en 1907, o La danza
de Matisse de 1909, donde se inician las vanguardias del siglo XX.
Carlos Barboza Vargas.
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