DIBUJANDO EN PUBLICIDAD BÁKIT DE COSTA RICA
Tenía amistad con el grafista Reinaldo Mora, quien realizaba
trabajos de publicidad y algunas
veces yo le ayudaba a decorar las
camionetas de reparto con la publicidad del material que transportaba. Se hacía
la titulación y el dibujo alegórico a mano.
Fue Reinaldo el que me presento a Oscar Bákit, con el fin de que
trabajara en su empresa publicitaria, que se encontraba en el Paseo de los
Estudiantes. Hablo del año 1964.
Oscar me recibió con amabilidad y me enseñó el espacio donde
ejercería mi trabajo. Era un cuarto amplio donde estaban dispuestas las mesas
de dibujo con todos los materiales necesarios para realizar el ejercicio
publicitario. Me explicó en qué
consistía mi trabajo, y sobre qué materiales gráficos tenía que hacerlo. En aquel tiempo, la publicidad era en blanco
y negro, ya que se trabajaba para la prensa escrita, y no existía color. Igual pasaba con la
televisión, que se transmitía en blanco y negro. El soporte en que iban a quedar impresos los
dibujos era el fotograbado y había solo dos posibilidades, fotograbado a línea o
a trama. En el primero, se tenía que
dibujar pensando en competir con el diseño de los periódicos y sus anuncios de
caja, es decir, dibujos que ya existían y a los que se les agregaban los textos; y en el de trama, se
usaba principalmente para fotografías,
que se retocaban una vez tramadas para hacer el cliché de plomo del
anuncio - o los dibujos con tinta china
o aguadas, - que consistía en un taco de madera de unos 2 cms. de alto, donde
se clavaba la plancha de plomo. El ancho
del dibujo se ajustaba a las columnas del periódico. Para realizar
los anuncios de televisión se trabajaba sobre una cartulina gris, con tinta
china a la aguada; luego con témpera
blanca se sacaban las luces para que dieran el efecto de volumen en la
pantalla. El color se utilizaba por lo
general plano, para portadas de libros,
folletos, o carátulas de discos. En esa
época, se comenzó a utilizar para
rotular el Letraset.
Algunos de los clientes a los que se les hacían campañas publicitarias y de los que
guardo algunos ejemplares son: Tiendas y
Sastrerías Néstor Vargas, Industrias
Mickey Ltda. de calzado, Centro Cars S.A. que eran los concesionarios de
Volkswagen, INFISA, Inversiones Financieras S.A., Trac-Taco y Carteles para la Tributación Directa. Además guardo un tríptico que hice para
publicitar la empresa Bákit Centro América, donde se explica su actividad y
servicios y da conocimiento de las publicidades existentes y dice:
Las únicas agencias de publicidad en Costa
Rica, reconocidas y respaldadas por la Asociación Nacional de Agencias de
Publicidad, ANAP, son las siguientes por orden alfabético: Alberto H. Garnier, Bákit de Centroamérica,
Industria Publicitaria Centroamericana, Mc Cann Erickson, Publicentro, Publicitaria
Moderna y Publimerca.
Oscar Bákit y Margarita Peralta, su esposa, pasaron de ser
jefes a amigos; sus hijas Vivian y Doreen se paseaban por la oficina y me
servían de modelos para dibujarlas. También su hermano Christian las acompañaba. Poco a poco comencé a conocer la personalidad
de Oscar, su faceta de artista plástico, escritor y político. Contaba con
ilusión su estancia en París y de cómo formó parte del bando republicano de los
Mariachis en la Revolución de 1948, recién salido del Liceo de Costa Rica,
donde yo también estudié el bachillerato, así que éramos dos liceístas. Cuando teníamos que realizar alguna campaña
publicitaria, me invitaba a que lo acompañara algún fin de semana a Puntarenas
y viajábamos en su coche deportivo Triumph y el lunes empezábamos a realizar
los dibujos de la misma. En esos tiempos
también había decidido dedicarme al arte de la pintura y a la gráfica. Habíamos
creado con otros pintores el Grupo Totem
y exponíamos en San José y en el resto del país. En 1968 me otorgó la Dirección General de Artes y
Letras una Beca-Taller para estudiar en Europa Grabado Calcográfico.
Dejé la publicidad y me trasladé a Madrid.
En 1978 regresé a Costa Rica junto con Teresa Grasa para
realizar una exposición en la Sala
Julián Marchena perteneciente al Museo
de Arte Costarricense, que titulé Eros
y Tanatos con
dibujos, grabados y acrílicos. Oscar
Bákit visitó la exposición junto a dos dibujantes que se iniciaron en su
publicidad, Marvin Rodríguez y Lempira Mejía y hablamos, como siempre, del arte
y de la vida.
Siendo Cónsul Honorario de Costa Rica en Zaragoza, en el año
2001, fuimos Teresa y yo a un Seminario Consular en Madrid y el 17 de julio se realizó una recepción en
honor de SS.MM. los Reyes de España, Don Juan Carlos y Dª Sofía, ofrecida por
el Dr. Miguel Ángel Rodríguez, Presidente de la República de Costa Rica, en el
Palacio de El Pardo. Y fue
una gran sorpresa el encontrarme
en la misma a Oscar y a Margarita que se encontraban viajando por Europa. Fue muy emocionante. Luego saludamos a SS.MM.
con sus hijos y al Sr. Presidente con su Señora. Una velada excepcional.
Oscar Bákit continuó en Costa Rica con sus múltiples labores, entre ellas la de
escritor, redactando su columna
Gotas amargas, en el
periódico La Nación, que firmaba con el seudónimo Kámuk. También
escribía artículos para revistas, fue
presidente de la ACAP, y desde ahí defendió la libertad de expresión. Realizó una escultura del líder indígena Garabito,
documentándose sobre este personaje histórico, escribiendo un
libro sobre él. En 1991 la editorial
Costa Rica le publicó un libro titulado Cuentos Mariachis sobre la Guerra Civil de 1948. Oscar Bákit
fue uno de los pioneros de la publicidad en Costa Rica, así que el 16 de mayo,
el Día del publicista, la Asociación Costarricense de Publicidad, incorporó en
el Salón de la Fama de la Casa de la Publicidad, a los pioneros de esta
profesión, entre otros, a título póstumo, a Oscar Bákit de Ideas Publicidad. Conservo
un buen recuerdo de este amigo que me ayudó en los primeros pasos del arte y la
publicidad.
Carlos Barboza Vargas






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