Hoy 30 de marzo del año 2017, recordamos el día del Nacimiento de Goya en Fuendetodos, Aragón, el día 30 de marzo de 1746, con el texto que preparamos para el primer capítulo de Goya en el camino, ... 271 años después, le seguimos evocando y amando por la plenitud de arte y belleza que dejó en los muros de esta tierra,... gracias, don Francisco de Goya y Lucientes,....
GOYA EN EL CAMINO
GOYA EN EL CAMINO
GOYA ENTRE ARAGÓN E ITALIA
I
FUENDETODOS - ZARAGOZA
1746 - 1762
Cuando Xavier de
Goya piensa en su padre, al ser requerido por la Academia de San Fernando
de Madrid para redactar una biografía, se refiere a su ciego amor hacia él y
sus cortos conocimientos sobre su obra, expresando el inicio de su vida de esta
manera:
“
Don Francisco José de Goya y Lucientes, hijo de D. José de Goya y Dª
Gracia Lucientes, nació en Fuente de Todos, Reyno de Aragón, el 31 de marzo de 1746. Estudió el dibujo desde los trece años en la Academia
de Zaragoza bajo la dirección de D. José Luzán y concluyó su carrera en Roma.”
(Carta enviada a
Martín Fernández de Navarrete el 13 de marzo de 1831)
José de Goya y
Gracia Lucientes contrajeron matrimonio en Zaragoza, el 21 de mayo de 1736 en la Iglesia de San Miguel de
los Navarros. Al año siguiente nació su hija Rita y el 24 de mayo fue bautizada
en la Parroquia
de San Gil Abad. El 30 de diciembre
de 1739 nació también en Zaragoza,
Tomás, quien heredó el oficio de dorador de su padre. Fue bautizado en la Iglesia de San Miguel de
los Navarros. Y en 1753 es también
bautizado en Zaragoza, en San Gil, el hermano pequeño de Francisco de Goya, Camilo,
que sería sacerdote y capellán en el pueblo de Chinchón.
La familia de
Goya unía las vivencias urbanas y el oficio artístico
del padre, con la hidalguía rural de la madre, natural de Fuendetodos, donde
poseía diversos campos y casas. Estaba entroncada
con otras familias con casas solariegas en la localidad, como los Salvador,
Aznárez, Lucientes y Grasa. Francisca de Grasa fue, precisamente, madrina de
Francisco de Goya, y éste conservaría
con ella y su familia lazos de amistad durante toda la vida.
Francisco de Goya
fue el único hijo que nació en Fuendetodos, en una casa propiedad de los
Lucientes, en el número 18 de la calle de La Alhóndiga , donde había
nacido su propia madre. Puede suponerse que José, el padre, se hallaba
establecido en el lugar en esos años, donde ejercería su oficio de dorador. La
partida de nacimiento queda reflejada así en el Libro parroquial de la Iglesia de La Asunción :
Francisco Jphs
Goya
Pintor de su Majestad
en la Corte
“
En treinta y uno de marzo de mil settecientos
cuarenta
y seis. Bauticé yo el infrascripto
Vicº
un Niño que nació el día antecede
nte
inmediato, hijo legítimo de Jph. Goya y
de
Gracia Lucientes, legitimam.te. casados,
habitantes
en esta Parroquia y Becinos de
Zaragoza; Se le puso por nombre Francisco
Joseph
Goya. Fue su Madrina Francisca
Grasa
desta Parroquia, a la cual
adbertí
el Parentesco espiritual que abía contrai
do
con el Bautizado y la obligación de enseñar
le
la Doctrina Christiana
en defecto de sus padres,
y por la Verdad hago y firmo la Presente en Fuen
detodos
dho dia mes y año ut supra.
Licenciado
Jph Ximeno Vicº
Francisco vio la luz
en Fuendetodos y concluyó su carrera en Roma, según testimonio directo de su
hijo, así que las piedras doradas de su lugar natal se asociaron y se individualizaron frente a
los mármoles y los bloques tallados y esculpidos de la Ciudad Imperial.
Las proporciones
sintéticas de las viviendas de Aragón, los muros, las puertas, las ventanas y
los paramentos escuetos y funcionales, se despliegan y se transforman al final
de su formación artística en las estructuras fantásticas igualmente sintéticas
y funcionales de la más exquisita arquitectura clásica.
El cielo azul de
Fuendetodos, el viento, cierzo cortante, seco, duro y sano, que hace respirar y
calienta el corazón, las calles de tierra, barro blando cuando llueve, el calor
del verano, los campos amarillos de la mies, verde claro en primavera, y las
viñas rosadas, ocre de hierro machacado, le acompañan desde la infancia y dan
el calor y el color a su paleta de pintor.
También descubre el
frío en Fuendetodos. En el invierno, en
esos extraños depósitos que se encuentran en los campos de las eras altas,
donde el viento sopla sin misericordia, el agua se transforma en hielo, que
vienen a buscar durante el verano muchos zaragozanos y habitantes de los
lugares próximos. Entre ellos, habitualmente, los cartujos de la Cartuja de Aula Dei, en
Peñaflor, junto al Gállego, como conocemos por las declaraciones de gastos de
los archivos del monasterio.
Allí, desde la
infancia, al calor del hielo, nació la amistad y el conocimiento mutuo entre
Francisco y los cartujos, amistad que no concluye nunca, pues trasciende su
vida.
Allí mismo, en
primavera, Francisco y sus amigos tienden cometas al viento, cometas que han
fabricado ellos mismos, y hacen concursos de alturas, giros y volutas, piruetas
en el aire, risas y sofocos.
…………………………..
GOYA EN EL CAMINO
Carlos Barboza Vargas, Teresa Grasa Jordán.
Editorial Heraldo de Aragón, Zaragoza, 2008.

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