GOYA Y EL CARNAVAL DE VENECIA, ZARAGOZA Y MADRID
El Carnaval
de Venecia es uno de los más antiguos de la cultura cristiana y uno de los más
famosos. Surge a partir del siglo XIII en donde la nobleza se disfraza para
mezclarse con el pueblo y dar rienda
suelta a las pasiones antes de la Cuaresma, es decir, los cuarenta días de
ayuno y penitencia para los católicos, antes de la Pascua. Esta conjunción permitió a las clases pobres una vía de
escape para poder burlarse de las clases dominantes. El Senado de la República
de Venecia lo declaró Fiesta oficial en
1296. Su mayor auge fue en el siglo XVIII y las vestimentas eran especiales
para estas fechas, así nos lo dejan reflejado en sus pinturas artistas como
Pietro Longhi, quien pinta escenas costumbristas del Carnaval, basado en las
comedias de Goldoni, logrando hacer cuadros de las costumbres venecianas. La vestimenta es sencilla, las figuras
masculinas llevan capa de seda negra y sombrero de tricornio negro y con máscara
blanca de Galeone, y las mujeres
con colores claros su vestimenta y máscaras negras, y si llevan capa negra, máscara blanca o
maquillaje blanco.
Conforme va
transcurriendo el siglo, el Carnaval veneciano se va llenando de color y es
Giovanni Doménico Tiépolo, hijo de Giambattista, que murió en Madrid en 1770,
su hijo Lorenzo permanece en la Corte, quien lo pinta. Doménico regresa a
Venecia y se incorpora a la vida
artística de la ciudad comenzando a pintar escenas venecianas al igual que su
maestro Longhi, y entre ellas nos deja unas bellas pinturas carnavalescas, como
la titulada Minueto de Carnaval donde
se puede apreciar a los nobles con máscaras y al pueblo participando; una bella
dama con traje amarillo y rostro maquillado en el centro del cuadro y baila con
un personaje vestido de rojo; el Polichinela, al fondo, con gorro blanco y nariz
ganchuda. Todo es alegría en Venecia. Otro de los cuadros de Giandoménico es un
baile más íntimo que se desarrolla en un
jardín donde una bella joven, ahora con
antifaz negro, baila con Pantaleone, de
capa negra con pantalones rojos y barba puntiaguda y sombrero negro. Esta
escena es un baile de nobles. En los diez días que dura el Carnaval, se
celebran teatrillos y fue el aporte italiano al teatro lo que se llamó la Commedia dell´Arte, y el uso de las máscaras por los actores
proviene del Carnaval.
En 1771 está
Goya en Italia y el Carnaval de Venecia es famoso y alcanza su máximo
esplendor. Todos los viajeros europeos que iban a Italia se trasladaban a
Venecia en busca de diversión y placer, y este Goya joven no quiso ser menos, y
nos dejó como testigo en su Cuaderno
italiano siete rostros con máscaras
de nariz ganchuda que en e este tiempo eran máscaras de cuero negro y
que usaban el Polichinela o Arlequín. Regresa Francisco a Zaragoza para pintar El Coreto de El Pilar, Aula Dei,…. y
seguramente también vivió los carnavales
que se celebraban en su ciudad, que empiezan el Jueves lardero, con las festividades de la victoria de Don Carnal
sobre Doña Cuaresma, de gran tradición. Había mojigangas y bailes. En Zaragoza
tenemos un pequeño cuadrito de Un baile
de máscaras bajo un puente, donde una bella joven de blanco baila acompañada
de un personaje vestido con traje pardo, muy similar al que lleva Zanni, de la
Commedia dell´Arte, una multitud al fondo participa de la música. Esta datado
cerca de 1812… y perteneció a la Duquesa de Villahermosa que lo tenía en el
Palacio de Pedrola, era como una porcelana. Hoy restaurado se encuentra en el
Museo Goya-Ibercaja de Zaragoza.
Goya se
establece en Madrid pintando tapices. Poco a poco va ascendiendo en la escala
social, hasta llegar a ser pintor del Rey Carlos IV y de la Reina María Luisa.
Con la llegada de estos monarcas de la dinastía Borbón, el Carnaval en Madrid
se potenció, ya que su padre el Rey Carlos III los prohibió. Esta fiesta
popular ya existía en la Villa y Corte en el siglo XVI. Empezaba
tres semanas antes con diversos actos, como el Jueves de compadres y luego el Jueves
de comadres. Entre los actos se acostumbraba a mantear un pelele vestido de petimetre, y el
Rey Carlos IV le pidió a Goya en 1791 un cartón para tapiz para su gabinete de
El Escorial, con este tema. Es uno de
sus últimos cartones y es donde se ve a cuatro jóvenes vestidas de majas
manteando un pelele masculino con máscara a la moda veneciana.
Goya se va a
Cádiz en 1792, donde enferma gravemente. Se queda sordo, y es gracias a los
cuidados de su amigo gaditano Sebastián Martínez que recupera la salud, pero no
la sordera. En 1793 se encuentra de
nuevo en Madrid trabajando sobre hojadelata, que seguramente se la proporcionaron en la
fábrica que había en Ronda. Es de los primeros artistas en trabajar este nuevo
soporte metálico. Pinta doce hojasdelata con escenas de toros, teatro
y otros temas diversos. Se las entregó a Iriarte para que las presentara
a la Academia de San Fernando, les llamaba Cuadros
de Cabinet o Caprichos. La
Academia registra la presentación de once cuadros de Diversiones Nacionales. Entre ellos se encontraba Los cómicos ambulantes, en la que en la
parte baja hay una cartela con la inscripción
Alec-Men, abreviatura de Alegoría
Menandrea la cual nos transporta a
los inicios de la Comedia del Arte. Estas comedias de enredo tienen su origen
en Grecia, en autores como Aristófanes y Menandro. Luego pasan a Roma donde destacan escritores como Plauto y
Terencio, tomando cuerpo en Venecia; en
Madrid durante el Carnaval se celebraban
teatrillos de cómicos de la legua y de
aficionados en las barriadas. Goya en
esta hojadelata nos presenta a seis actores y se pueden ver a Arlequín, Zanni,
cuya máscara está dibujada en el
Cuaderno italiano que realizó en Venecia.
Colombina sin máscara, sólo maquillada, con vestido azul. Un personaje
muy veneciano vestido de noble, puede ser el Doctore. Un pequeño bufón, con
botella de vino y vaso, y entre las cortinas, un personaje a punto de salir a
escena, y en la base, cuatro máscaras que tomó como modelo de los dibujos que
aparecen en dicho cuaderno. Su
entonación es de grises invernales,
recuerdan a la ciudad de los canales. Se le podría titular al tema Teatro de Carnaval.
Goya en este
período se centra en producir obra gráfica y su primera gran serie son Los Caprichos, y en ellos sigue tratando
el tema del Carnaval y las máscaras, como en el titulado Nadie se
conoce. Existe un dibujo previo con un aire veneciano, muy tiepolesco. Hay
otro grabado con tema de máscaras La
filiación, también con dibujo previo. En el Álbum de Madrid, existe una aguada titulada Aguarda que venga. Es una mujer con antifaz esperando sentada en un sillón. El Carnaval de Madrid no tenía las mismas
connotaciones que el veneciano. El pueblo lo celebraba en las calles y plazas y
la nobleza en sus palacios y jardines. Goya, mas sensibilizado con su pueblo,
quiere dejar constancia de esta fiesta popular y pinta una tela que guardaba para sí, pues se
encuentra en el Inventario, redactado en
1828, titulado Baile de máscaras. Hace una primera idea dibujada en sepia y en
el estandarte escribe la palabra Mortus, de ahí que lo hayan titulado El entierro de la sardina. Hoy se
encuentra en el Museo de la Academia de San Fernando. El cuadro es un baile
carnavalesco donde dos jóvenes de blanco, en el centro, danzan rodeadas de un
pueblo juerguista. Algunos se ven borrachos, otro disfrazado de la Muerte, un
picador y en el estandarte un mascarón. En el extremo izquierdo, un ser
diabólico, un animal entre perro y oso,
mira fijamente a las danzantes. Una de las obras maestras de Goya.
El Carnaval
veneciano prácticamente desaparece en el siglo XIX y en Madrid se vuelve periférico,
y es la clase obrera quien lo mantiene, así lo describe Pío Baroja y lo pinta
Solana. En el siglo XX, después de las dos Guerras mundiales, se vuelve a
restablecer y de forma oficial, en 1979,
se inicia de nuevo el Carnaval de Venecia, al que pude asistir en el año 2000
junto a Teresa Grasa y mis amigas italianas Alda Bertoncello y Pía Michielon,
degustando de este estético y elegante acontecimiento carnavalesco. En España, con el restablecimiento de la
democracia vuelve a celebrarse y toma todo
el impulso en la geografía ibérica. Lo tenemos en Cádiz, Tenerife, Madrid, Zaragoza,…Esta
celebración se ha extendido por toda América, siendo los mas famosos los de
Brasil y en Costa Rica, los de Puerto Limón. ¡ A
bailar y que me quiten lo bailado, como dicen en España…….
Carlos
Barboza Vargas





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