sábado, 30 de enero de 2016

GOYA Y EL CARNAVAL DE VENECIA, ZARAGOZA Y MADRID






GOYA Y EL CARNAVAL DE VENECIA,  ZARAGOZA Y MADRID

El Carnaval de Venecia es uno de los más antiguos de la cultura cristiana y uno de los más famosos. Surge a partir del siglo XIII en donde la nobleza se disfraza para mezclarse con el  pueblo y dar rienda suelta a las pasiones antes de la Cuaresma, es decir, los cuarenta días de ayuno y penitencia para los católicos, antes de la Pascua. Esta conjunción  permitió a las clases pobres una vía de escape para poder burlarse de las clases dominantes. El Senado de la República de Venecia lo declaró Fiesta oficial  en 1296. Su mayor auge fue en el siglo XVIII y las vestimentas eran especiales para estas fechas, así nos lo dejan reflejado en sus pinturas artistas como Pietro Longhi, quien pinta escenas costumbristas del Carnaval, basado en las comedias de Goldoni, logrando hacer cuadros de las costumbres venecianas.  La vestimenta es sencilla, las figuras masculinas llevan capa de seda negra y sombrero de tricornio negro y con máscara blanca de Galeone, y las mujeres con  colores claros  su vestimenta y máscaras negras, y si  llevan capa negra, máscara blanca o maquillaje blanco.

Conforme va transcurriendo el siglo, el Carnaval veneciano se va llenando de color y es Giovanni Doménico Tiépolo, hijo de Giambattista, que murió en Madrid en 1770, su hijo Lorenzo permanece en la Corte, quien lo pinta. Doménico regresa a Venecia y se incorpora  a la vida artística de la ciudad comenzando a pintar escenas venecianas al igual que su maestro Longhi, y entre ellas nos deja unas bellas pinturas carnavalescas, como la titulada Minueto de Carnaval donde se puede apreciar a los nobles con máscaras y al pueblo participando; una bella dama con traje amarillo y rostro maquillado en el centro del cuadro y baila con un personaje vestido de rojo;  el Polichinela,  al fondo, con gorro blanco y nariz ganchuda. Todo es alegría en Venecia. Otro de los cuadros de Giandoménico es un baile más íntimo  que se desarrolla en un jardín  donde una bella joven, ahora con antifaz negro, baila con Pantaleone, de capa negra con pantalones rojos y barba puntiaguda y sombrero negro. Esta escena es un baile de nobles. En los diez días que dura el Carnaval, se celebran teatrillos y fue el aporte italiano al teatro lo que se llamó la Commedia dell´Arte,  y el uso de las máscaras por los actores proviene del Carnaval.

En 1771 está Goya en Italia y el Carnaval de Venecia es famoso y alcanza su máximo esplendor. Todos los viajeros europeos que iban a Italia se trasladaban a Venecia en busca de diversión y placer, y este Goya joven no quiso ser menos, y nos dejó como testigo en su Cuaderno italiano siete rostros con máscaras  de nariz ganchuda que en e este tiempo eran máscaras de cuero negro y que usaban el Polichinela o Arlequín. Regresa Francisco a Zaragoza para pintar El Coreto de El Pilar, Aula Dei,…. y seguramente también vivió  los carnavales que se celebraban en su ciudad, que empiezan el Jueves lardero, con las festividades de la victoria de Don Carnal sobre Doña Cuaresma, de gran tradición. Había mojigangas y bailes. En Zaragoza tenemos un pequeño cuadrito de Un baile de máscaras bajo un puente, donde una bella joven de blanco baila acompañada de un personaje vestido con traje pardo, muy similar al que lleva Zanni, de la Commedia dell´Arte, una multitud al fondo participa de la música. Esta datado cerca de 1812… y perteneció a la Duquesa de Villahermosa que lo tenía en el Palacio de Pedrola, era como una porcelana. Hoy restaurado se encuentra en el Museo Goya-Ibercaja de Zaragoza.

Goya se establece en Madrid pintando tapices. Poco a poco va ascendiendo en la escala social, hasta llegar a ser pintor del Rey Carlos IV y de la Reina María Luisa. Con la llegada de estos monarcas de la dinastía Borbón, el Carnaval en Madrid se potenció, ya que su padre el Rey Carlos III los prohibió. Esta fiesta popular  ya  existía en la Villa y Corte en el siglo XVI. Empezaba tres semanas antes con diversos actos, como el Jueves de compadres y luego el Jueves de comadres. Entre los actos se acostumbraba a  mantear un pelele vestido de petimetre, y el Rey Carlos IV le pidió a Goya en 1791 un cartón para tapiz para su gabinete de El Escorial, con este tema.   Es uno de sus últimos cartones y es donde se ve a cuatro jóvenes vestidas de majas manteando un pelele masculino con máscara a la moda veneciana.

Goya se va a Cádiz en 1792, donde enferma gravemente. Se queda sordo, y es gracias a los cuidados de su amigo gaditano Sebastián Martínez que recupera la salud, pero no la sordera.   En 1793 se encuentra de nuevo en Madrid trabajando sobre hojadelata,  que seguramente se la proporcionaron en la fábrica que había en Ronda. Es de los primeros artistas en trabajar este nuevo soporte metálico. Pinta doce hojasdelata con escenas de toros,  teatro  y otros temas diversos. Se las entregó a Iriarte para que las presentara a la Academia de San Fernando, les llamaba Cuadros de Cabinet o Caprichos. La Academia registra la presentación de once cuadros de Diversiones Nacionales. Entre ellos se encontraba Los cómicos ambulantes, en la que en la parte baja hay una cartela con la inscripción  Alec-Men, abreviatura de Alegoría Menandrea  la cual nos transporta a los inicios de la Comedia del Arte. Estas comedias de enredo tienen su origen en Grecia, en autores como Aristófanes y Menandro. Luego pasan a Roma  donde destacan escritores como Plauto y Terencio, tomando cuerpo en Venecia;  en Madrid  durante el Carnaval se celebraban teatrillos de cómicos de la legua  y de aficionados en las barriadas.  Goya en esta hojadelata nos presenta a seis actores y se pueden ver a Arlequín, Zanni, cuya máscara está dibujada  en el Cuaderno italiano que realizó en Venecia.  Colombina sin máscara, sólo maquillada, con vestido azul. Un personaje muy veneciano vestido de noble, puede ser el Doctore. Un pequeño bufón, con botella de vino y vaso, y entre las cortinas, un personaje a punto de salir a escena, y en la base, cuatro máscaras que tomó como modelo de los dibujos que aparecen en dicho cuaderno.  Su entonación  es de grises invernales, recuerdan a la ciudad de los canales. Se le podría titular al tema Teatro de Carnaval.

Goya en este período se centra en producir obra gráfica y su primera gran serie son Los Caprichos, y en ellos sigue tratando el tema del Carnaval y las máscaras, como en el titulado  Nadie se conoce. Existe un dibujo previo con un aire veneciano, muy tiepolesco. Hay otro grabado con tema de máscaras La filiación, también con dibujo previo. En el Álbum de Madrid, existe una aguada titulada Aguarda que venga. Es una mujer con antifaz  esperando sentada en un sillón.  El Carnaval de Madrid no tenía las mismas connotaciones que el veneciano. El pueblo lo celebraba en las calles y plazas y la nobleza en sus palacios y jardines. Goya, mas sensibilizado con su pueblo, quiere dejar constancia de esta fiesta popular y pinta   una tela que guardaba para sí, pues se encuentra en el  Inventario, redactado en 1828, titulado Baile de máscaras.  Hace una primera idea dibujada en sepia y en el estandarte escribe la palabra  Mortus, de ahí que lo hayan titulado El entierro de la sardina. Hoy se encuentra en el Museo de la Academia de San Fernando. El cuadro es un baile carnavalesco donde dos jóvenes de blanco, en el centro, danzan rodeadas de un pueblo juerguista. Algunos se ven borrachos, otro disfrazado de la Muerte, un picador y en el estandarte un mascarón. En el extremo izquierdo, un ser diabólico,  un animal entre perro y oso, mira fijamente a las danzantes. Una de las obras maestras de Goya. 

El Carnaval veneciano prácticamente desaparece en el siglo XIX y en Madrid se vuelve periférico, y es la clase obrera quien lo mantiene, así lo describe Pío Baroja y lo pinta Solana. En el siglo XX, después de las dos Guerras mundiales, se vuelve a restablecer  y de forma oficial, en 1979, se inicia de nuevo el Carnaval de Venecia, al que pude asistir en el año 2000 junto a Teresa Grasa y mis amigas italianas Alda Bertoncello y Pía Michielon, degustando de este estético y elegante acontecimiento carnavalesco.  En España, con el restablecimiento de la democracia vuelve a celebrarse  y toma todo el impulso en la geografía ibérica. Lo tenemos en Cádiz, Tenerife, Madrid, Zaragoza,…Esta celebración se ha extendido por toda América, siendo los mas famosos los de Brasil y en Costa Rica, los de Puerto Limón.   ¡ A bailar y que me quiten lo bailado, como dicen en España…….
Carlos Barboza Vargas





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