GOYA, DE ZARAGOZA A MADRID, 1771-1775.
Goya en 1771
se encuentra en Zaragoza, después de visitar Italia y de ver el mar. Trae consigo una serie de cuadros que yo
llamo, tamaño maleta, o equipaje de viaje, para transportarlos con facilidad. Los hizo durante el viaje para ir
vendiéndolos y así adquirir dinero para
su sustento. Son temas religiosos y mitológicos de un tamaño que no superan los
47 x 37 cms. Es muy posible que los que conocemos se los
guardara para traer a Zaragoza ya que,
por ejemplo, del El éxtasis
de San Antonio Abad, hay dos
versiones. Lo mismo sucede con el cuadrito mitológico Sacrificio
a Pan, del cual hay una versión en
París, y pasa lo mismo con el boceto de Aníbal. Uno de ellos, el Sacrificio a Vesta se encuentra en la exposición Goya Zaragoza, -patrocinada por Ibercaja,
- que tiene unas dimensiones de 33 x 24
cms. y está firmado
en el pedestal, Goya, 1771.
El pintor de
Fuendetodos posee un cuaderno de
apuntes que hoy llamamos Cuaderno italiano, en el que se encuentran dibujos o bocetos de
cuadros que luego se van a convertir en pinturas al óleo, éstos de un formato
mayor que los anteriores, como son el cuadro de la Virgen del Pilar rodeada de
angelillos, que tiene unas dimensiones de
56 x 42 cms. o La muerte de San Francisco Javier, de similares medidas, ambas pertenecen al Museo de Zaragoza. Otra
pintura expuesta en la exposición
citada es el Bautismo de Cristo que había sido catalogada como obra mas tardía,
(en el libro Goya en el camino que
escribimos Teresa Grasa y yo en 1992, cuando
todavía no se había publicado el Cuaderno italiano, por estilo pictórico lo datamos como
realizado en 1771). En la foto 3
de este blog, publicamos un dibujo que
pertenece al conjunto de un boceto de una serie de guerreros desnudos en el que
se encuentra uno al lado izquierdo, en la misma posición del Cristo del cuadro
del Bautismo.
Después de
realizar el boceto al óleo de La Gloria y de ser aceptado por el
Cabildo Catedralicio de la Basílica del Pilar,
Goya, a partir de febrero de 1772 empieza a pintar el fresco de El Coreto, y el primero de junio del
mismo año lo finaliza. El señor Allué en la Junta de Fábrica dice:
Las obras de El Coreto se
concluían ya, y que se estaba en el caso de quitar los andamios.
Goya sigue
utilizando el Cuaderno para trazar
bocetos de su próxima gran obra mural, ésta sobre la Vida de la Virgen, en la Cartuja de Aula Dei . Diseña los
grandes paños que va a realizar
en el crucero, la Circuncisión y la Adoración
de los Reyes Magos, con unas dimensiones de 3,5 x 10,25 metros, ambos con
una altura de figuras de 1,65 a 1,75 metros. Es decir, a tamaño natural.
Actualmente se conservan siete murales.
También se encuentran figuras abocetadas para estas pinturas, como son
dos sacerdotes antiguos, y escribe en el mismo los temas que debe
desarrollar: La Circuncisión del Sr., La
Adoración de los Reyes, La Purificación
del Sr. y la
Huída a Egipto. Con estos
trabajos Goya se cree capaz de formar una familia y lo deja por escrito en las
páginas del taccuino: me Casé el día beinticinco de julio del año
1773 y era Domingo. Contrae matrimonio con Josefa Bayeu, hermana
menor de los pintores Bayeu, en
Madrid. Todavía le queda un año de
trabajo en Zaragoza y ahora tiene que pintar mas, porque es padre por primera
vez, lo que notifica en su cuaderno de la siguiente forma: Nació
Antonio Juan Ramón y Carlos, el día 29 de agosto del año 1774. Bautizado
en la parroquia de San Miguel de Zaragoza. Fue su padrino Don Carlos Salas.
En la
exposición del Museo Camón Aznar, hoy
Museo Goya, se encuentran tres pinturas con un cambio conceptual en las que
Goya comienza a experimentar. Lot y
sus hijas, donde la cabeza de la
hija en primer plano se encuentra en la página de enfrente del boceto de
Aníbal, en el Cuaderno. En El sacrificio de la hija de Jefté, hay todo un movimiento de personajes con una
soltura de composición de un pintor que
piensa en Madrid y en su Corte, ya que es
llamado por Rafael Mengs para
trabajar en la Real Fábrica de Tapices
de Santa Bárbara, y encontramos un bello boceto de esta santa, a la sanguina
que luego se convertirá en el más bello cuadro de este final de etapa, la de
Goya joven en Zaragoza, y escribe dos veces:
Salimos de Zaragoza pª Madrid día 3 de enero del año 1775 y llegamos
el 10.
Carlos
Barboza Vargas



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