Después
de admirar la obra gráfica de Durero y Rembrandt en La Lonja hay que
trasladarse al Museo Camón Aznar de Ibercaja, MICAZ, para seguir contemplando
los grabados de estos dos grandes artistas, uno alemán y otro holandés. A ellos
se adjunta la obra gráfica de Goya que conserva el Museo de forma permanente, y
es un privilegio contemplar juntos a estos tres artistas gráficos y en especial
Goya- Rembrandt, al que el aragonés sólo
ponía como maestro junto con La Naturaleza y Velázquez. Los grabados de Durero expuestos son una
selección de los temas y técnicas que usó, entre ellos se encuentra la estampa
a buril de San Eustaquio, donde la
Naturaleza, los animales y el burgo se unen para transmitirnos de una forma
bella el milagro del santo con el Cristo en la Cruz entre la cornamenta del
venado. No tenemos en la muestra de Durero un ejemplo de la técnica del
aguafuerte, como es El Gran Cañón que
practicó por primera vez en la historia del arte de la gráfica. Pero si tenemos
ejemplos de aguafuertes y puntas secas empleadas por Rembrandt, y es una forma
de unirse el genio alemán con el holandés.
Rembrandt
nace el 15 de julio de 1606 en Leiden, junto a uno de los brazos del rio Rijn.
Asiste a la Escuela latina y a la Universidad, pero la abandona porque quiere
ser pintor. Entra en diversos estudios de pintores italianizantes, como el de Jacobo Izaczoon van Swanenburch y en Amsterdam
toma contacto con el taller de Pieter Pieterzoon Lastman recién regresado de Italia y que
conoció la obra de Caravaggio y su círculo. En este mismo año de 1624
regresa a Leiden y visita el estudio de
van Schooten y abre luego su primer taller y se asocia con su compañero de
juventud el pintor Jan Lievens, los hijos de un molinero y un bordador
dispuestos a hacerse sitio en la historia del arte. Las obras y grabados
primeros las firman juntos con RL.
Juntos ensayan al aguafuerte, ya que Lievens conocía la técnica, y las primeras
obras de Rembrandt conocidas son El
descanso en la huida a Egipto y La
huida a Egipto, de 1626. Luego practica el medio haciendo varios retratos
de su madre y comienza a hacer pruebas de mordidos al ácido.
En
1631 ya tiene conciencia de la importancia del grabado para difundir su obra pictórica
y su nombre como artista, y crea un taller y se sirve de otros grabadores, como
Johannes van Vliet, que le graba sus pinturas.
Con esto su obra gráfica personal queda para él en plena libertad de
creación, ya que el grabado de reproducción se tiene que trabajar a la inversa, para que al estamparlo la
imagen se encuentre en la misma forma que la pintura. En cambio Rembrandt en su
obra gráfica, hace primero un boceto con la idea de grabarlo y lo graba de la
misma forma que el dibujo, y al estamparlo se ve a la inversa, por eso, muchos
de sus personajes en los bocetos son diestros y en la estampa zurdos. También,
conforme va ganando fama y dinero, se
hace coleccionista de objetos de arte, pinturas, joyas, telas, utensilios,
armas…. que luego usaba para sus pinturas y grabados del que era un apasionado.
En sus inventarios aparecen obras de
grabadores como Mantegna, Durero, Lucas de Leiden, Hércules Seghers,
Castiglione, Ticiano, Rafael-Raimondi, Schongauer, Cranach, Van Dick, Carraci,
Reni, José de Ribera y su Cartilla,…..
Este afán de coleccionista fue lo que le llevó a la ruina, siendo subastados
sus bienes.
Rembrandt
como grabador empieza de una forma vibrante, ya que el aguafuerte le permitía
transmitir directamente su gran capacidad de dibujante de una forma libre y
natural. Su madre es un buen modelo para investigar en el mordiente y en la
punta seca, al igual que él mismo, pues se hace múltiples autorretratos. Luego,
cuando se casa con Saskia y mas tarde con Hendrickje son inmortalizadas en sus
planchas. Va utilizando la punta seca para matizar y ennegrecer zonas de la
obra con el afán de darle un carácter pictórico a la misma, y que la luz fuera
natural en la obra. Poco a poco va oscureciendo con un grabado continuo hasta
llegar en algunas estampas a oscurecer casi completamente el espacio, como
sucede en el Viejo debajo de una
escalera. En algunos como Las Tres Cruces, o Cristo frente al pueblo, en las diversas pruebas de estado elimina
personajes y pone planos nuevos. En Las
Tres Cruces, conforme va trabajando, va dramatizando la muerte de Cristo
hasta que con un rayado expresionista, fuerte, de punta seca, nos transmite el
instante de la muerte del Señor.
La
Naturaleza es también motivo de inspiración y los alrededores de Amsterdam se
convierten en grabados gracias a su
punta de acero logrando bellos y apacibles paisajes, hasta llegar a Los tres árboles, donde la fuerza de la
Naturaleza se representa con gran vigor, y la luz fugaz, antes de la tormenta,
nos estremece. Sus grabados van
adquiriendo una profunda meditación como lo es El pesador de oro, y el Jan Six. Pero conforme va avanzando el
mordiente del aguafuerte es mas profundo y la punta seca mas aterciopelada,
como en La mujer con el pecho descubierto
en una estancia, de 1658, o en sus
últimos grabados de Júpiter y Antíope,
de 1659, o el último del mismo tema, donde el erotismo es un canto a la vida y
al reposado cuerpo de la mujer que espera ser fecundada por el hombre. Después de estos grabados ya nada es igual en la
historia de la gráfica, Rembrandt
libera el grabado del libro y la
reproducción, produciendo soluciones plásticas
infinitas y no es hasta la irrupción del genio aragonés Goya, que se
encuentra en el mismo espacio que su maestro Rembrandt y Durero, a quien seguramente también habría estudiado, en que
el grabado sobre metal queda definitivamente técnica y conceptualmente como medio de
transmisión de belleza plástica.
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Carlos
Barboza Vargas



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