En
el blog anterior hablamos del Museo
Remondini situado en Bassano del Grappa, Italia, con motivo de la
exposición de la obra gráfica de Durero, Rembrandt y Goya que se encuentra repartida entre La Lonja
y el Museo Camón Aznar de Zaragoza.
La intención era mostrar la dificultad que se encuentra el artista
plástico grabador para crear un grabado sobre papel, y el Museo Remondini es un
buen ejemplo de una fábrica de estampas en el siglo XVIII. Ahora quiero hacer hincapié en las diversas
técnicas gráficas que se necesitan para realizar la obra grabada, como fue la
del gran genio alemán Durero, Nuremberg, 1471-1528. Creo que es una forma de
comprender mejor su obra sobre papel. La
xilografía es una invención de los artistas chinos al igual que el papel, y
este fue introducido en Europa por los árabes. Es en Játiva, Valencia, España,
donde se funda la primera fábrica en 1151, luego la de Fabriano en Italia en
1276, en Francia en 1348 y la primera fábrica alemana en 1390.
Con
estos dos elementos, papel y taco de madera o xilografía, que es una técnica en
relieve, se talla el taco de madera con gubias al igual que trabajan los
escultores. Se va desbastando todo lo que va a ser en blanco, es decir, dejando
en relieve el dibujo del artista sobre la madera, como un matasellos de goma.
Se entinta la parte dejada en relieve con un tampón o con un rodillo, y una vez
entintada la plancha se estampa en el papel manualmente o con un tórculo
tipográfico. Este es el principio de la imprenta, cuya innovación fue sus
caracteres móviles, siendo este hecho un
gran avance, ya que Gutemberg en Maguncia cerca de 1434-35 separó la imagen del texto, que antes iban en
un solo bloque, y así nació el libro xilográfico, que dio gran divulgación al
conocimiento. Los artistas gráficos del
siglo XV comienzan solamente a grabar las ilustraciones, liberándose el grabado
del texto, y tomando gran auge por la proliferación de las imprentas en toda
Europa.
Cuando
nace Durero en Nuremberg hay en la ciudad artistas grabadores que surtían a las
imprentas de obra gráfica, y entre ellos se encontraba su primer maestro, el
pintor xilógrafo Michael Wolgemut, donde permaneció tres años, y este es el
inicio del mayor artista xilógrafo que ha dado la historia, siendo quien logró
sacar a la xilografía de un concepto de gótico tardío del arte alemán del
momento, e introducirlo en el Renacimiento del que se influenció el artista
después de sus dos viajes a Italia. El
primero fue en 1494, estando especialmente en Venecia y Mantua, y luego entre
1506 y 1507. En este segundo viaje conoce a Bellini, se influencia por Leonardo
y por las teorías de la Divina Proporción
de Luca Paccioli, y esto fue gracias a su amigo el pintor Jacobo de Barbari; después
de este viaje vuelve a Nuremberg con su arte enriquecido.
La
punta seca y el buril aplicados a una plancha de metal son un invento del genio
europeo, siendo unas de las mas antiguas técnicas de incidir sobre los metales
preciosos. La punta seca se llama así a una aguja de acero, alargada con un
mango, que se usaba sobre la superficie del metal, fue
muy usada por los joyeros toscanos, y para ir viendo el dibujo de las
joyas, usaban una mezcla viscosa con color plomo, plata o cobre, que se introducía en el surco, y si se quería guardar el dibujo
realizado, se ponía un papel, y con
presión se sacaba la tinta del surco. Es el mismo sistema que se empleaba para
obtener los dibujos realizados con el buril, que es un instrumento con una
punta en forma de rombo que talla la
lamina de metal. Este debe permanecer perpendicular o un poco inclinado sobre
la matriz, y para hacer las líneas curvas, se hace rotar la plancha apoyada
sobre un cojín de piel y con la otra mano se gira, es un trabajo complicado de
joyero, que es lo que Albrecth Dürer,
padre de este genio alemán, joyero de Nuremberg, y que en 1483 entra de aprendiz
en el taller de su padre. Por tanto el joven Albrecth se familiariza con los
materiales de la joyería, pero no quiere ser joyero, sino artista, el padre accede y mas tarde le aconseja ir a
visitar al gran burilista alemán y uno de los grandes grabadores de la
historia, Martin Schongauer, por lo que en 1492 viaja a Colmar para conocerle,
pero al llegar se encuentra que éste ha muerto un año antes. Hace amistad con
sus hijos y hermanos, orfebres y pintores,
y es aquí junto a ellos cuando Durero comienza a trabajar como grabador. En
la suite La nave de los locos de Sebastian Brant se encuentran las primeras xilografías de
Durero. No es hasta después del primer
viaje a Italia y de formar su propio taller con grabadores que trasladan sus
dibujos a la madera, cuando comienza a firmar su obra con su anagrama, en el
año 1495, como en las estampas grabadas al buril, La Sagrada Familia y La
declaración de amor, y el primer anagrama que aparece en una de las
planchas xilográficas es en al suite La
pasión Albertina, de 1495, en el grabado La Coronación de espinas. La primera suite firmada completa salida de su taller es el Apocalipsis, en el año 1498, que le dará
una gran fama por toda Europa y especialmente en Venecia. En su afán de investigador
como hombre del Renacimiento, es Durero el primer grabador que usa el
aguafuerte para realizar estampas.
El
aguafuerte es una técnica de estampación en hueco, y el dibujo es escavado en
la plancha metálica. La obtención del diseño no es directa como con el buril o
la punta seca, sino indirectamente, por la acción del ácido sobre el metal. Para
grabar el dibujo se prepara la plancha con una emulsión de cera de abejas con adición
de resina de colofonia para endurecer la
mezcla, esto para la plancha de cobre, y si se trabaja con cinc, se le agrega
betún de Judea para ennegrecerla. Se puede aplicar calentando la plancha y distribuyendo
la cera uniformemente, también se puede
diluir en esencia de trementina y aplicarla con pincel. Una vez que el barniz esté
homogéneo, se comienza a dibujar sobre el mismo, retirando la cera con un
punzón de acero, y cuando el dibujo a línea esté realizado, se introduce la plancha de metal en una cubeta
con agua donde se ha disuelto el ácido, de ahí el nombre de aguafuerte. Si se
quieren líneas mas profundas, se cubren las secciones mas suaves y luego se
vuelve a dar un baño a las que han quedado descubiertas. Esta técnica se usaba en Europa desde el siglo
XIV, para grabar armaduras y esta técnica es la que Durero utiliza para innovar
la gráfica de los siglos siguientes. No le gustó el resultado final ya que el
hierro es mal material para reproducir dibujos, y porque se oxida demasiado y
se corroe con facilidad. Sin embargo, sus seis aguafuertes entre los que se encuentran
La desesperación de 1515 o, o el Rapto sobre el Unicornio, y en especial, El gran cañón, dan fe de las posibilidades del medio que se
convertirá en una rica fuente de riqueza creativa en la que Parmigianino,
Rembrandt, y Goya, cristaliza.
Ver imágenes en picasa
Carlos Barboza Vargas



No hay comentarios:
Publicar un comentario