¿Siempre soñó
con ser artista? ¿Cómo se dio cuenta qué su camino estaba en el arte? Y si
fuera posible nos gustaría contarle a nuestros lectores alguna anécdota sobre
sus inicios.
Desde
niño tuve la inclinación de dibujar, y mis padres, especialmente mi madre Elia,
me animaba a que siguiera dibujando, al igual que mis tíos y primas, que me
encargaban y compraban mis dibujos, para felicitar a sus compañeras de escuela
las vacaciones. En el Liceo de Costa Rica es donde aprendí a tener sentido del
Arte, por las acuarelas que hacía en las clases con la pintora y profesora
Flora Luján de Amighetti. Curiosamente me matriculé en la Universidad de Costa
Rica con el fin de estudiar Ingeniería
Civil, y fue cuando conocí a Don Paco Amighetti, en una clase de Historia del
Arte que ilustraba con diapositivas de pinturas de los grandes maestros y aportaba
sus ajustadas explicaciones. Luego me hice amigo suyo y fue el quien me
descubrió que quería ser artista pintor.
Goya es uno
de los pintores más grandes en la historia Española, pero también es un pintor
mundialmente reconocido. ¿Qué significado le daría usted al hecho de que sea un
tico quien haya tenido el honor de hacer las restauraciones de sus obras?
Goya
es un pintor universal nacido en Fuendetodos, Aragón, España, en 1746, y sus
inicios pictóricos los realiza en Zaragoza, con el maestro José Luzán. Viaja a
especializarse a Italia, y a estudiar la realización de la pintura mural al
fresco. En dicho país se le menciona como un prometedor artista en un concurso
en Parma, con el cuadro Aníbal pasando
los Alpes. Regresa a Zaragoza en 1771 y le encargan su primera gran obra
mural para El Coreto de la Basílica
del Pilar. Comienza a realizar encargos pictóricos en su tierra, y los cartujos
de Aula Dei dejan sus muros para que realice otra magna obra de juventud, al óleo, donde pinta once grandes cuadros
sobre La vida de la Virgen. Se casa y
se va a trabajar a la Fábrica de Tapices, a instancias del pintor Mengs. Cuando
llega a ser Pintor de Cámara, al servicio del Rey, regresa a Zaragoza para
pintar al fresco la cúpula Regina
Martyrum de la Basílica del Pilar.
En
1973 este tico, solicitó una Beca de la Unesco
para especializarme en la Restauración de los Bienes Culturales, en Roma,
presentando los trabajos que había realizado en la especialidad de Restauración
en la Escuela de Bellas Artes de San Fernando de Madrid. Me acompañaba la
pintora y licenciada en química Teresa Grasa, con la que me casé antes de
viajar a Italia. Al regreso Teresa trabajó como profesora de química aplicada a
la restauracion en el Instituto de Restauración y en la Escuela de San Fernando
de Madrid. Yo monté un Taller de Grabado Calcográfico. En el año 1978, el
director del Instituto de Restauración nos encargó la restauracion de las
pinturas murales de Goya en Aula Dei. Fue tal el éxito del trabajo, que nos
siguieron contratando para restaurar los 680 metros cuadrados de pintura mural
de Goya en Aragón. Fue una gran responsabilidad y un gran honor para un
costarricense, el que España me designase para este trabajo.
El
trabajo de la restauracion de obras de otros pintores es una profesión que requiere mucha
paciencia, estudiar al artista y su obra, su técnica, es decir, como realizaba
su obra y los materiales que utilizaba. Intervenir sobre un documento del
pasado es de mucha responsabilidad, porque hay que mantener y conservar este
legado para que las futuras generaciones puedan estudiarlo. La restauracion de
Aula Dei fue diferente a las de las cúpulas del Pilar. La primera está en la
Iglesia de la Cartuja, a 15 kilómetros del centro de Zaragoza, en plena
campiña, con una gran humedad. Trabajamos a 7º C, es una pintura realizada al
óleo sobre pared de yeso, tuvimos que emplear materiales especiales para este
tipo tan delicado de pintura. Las pinturas de El Pilar, la Regina Martyrum y El
Coreto, son pinturas al fresco, y su soporte es la cal y la arena y los pigmentos al agua, que fragua y endurece y se convierte en
carbonato de calcio. Esta restauración necesita otros materiales y otro
tratamiento distinto al de Aula Dei. Hemos restaurado obras de Goya y del Renacimiento
para el Museo de Bellas Artes de Zaragoza, Museo Camón Aznar, muchas obras de la colección del Ayuntamiento de
Zaragoza, pinturas de José Ribera y los Goya de Remolinos, para la Diputación
de Zaragoza, retablos góticos de San Pedro de Siresa, y los Goyas de Calatayud
para la Diputación General de Aragón. También múltiples obras para colecciones
privadas en España.
Tengo
entendido que usted y su esposa, Teresa Grasa, han trabajado en la restauración
de obras de Goya, pero que específicamente que encontraron obras inéditas. ¿Qué
implicaron estos hallazgos en su carrera?
Nuestro
trabajo de restauración siempre lo hemos
compaginado con el estudio del pintor y su obra, y en cuanto a Goya, no
solamente lo hemos restaurado, sino que
hemos estudiado su trayectoria artística y creativa, en especial la
época de Goya joven que estaba hasta el momento muy poco estudiada. Lo que nos
ha llevado a escribir múltiples artículos sobre el tema, y publicados en la
prensa española y de otros países. Hemos
escrito dos libros de nuestras conclusiones en el libro Goya en
el camino, editado por el Heraldo de Aragón, donde trazamos una nueva
biografía del genio. El otro, Goya frente
al muro, editado por la Diputación de Zaragoza, en el que tratamos
técnicamente a Goya como pintor muralista. Esta investigación nos llevó a aportar
nuevas obras como las del mural El nombre
de Jesús, del Colegio de Jesuitas de Alagón, el Padre Eterno de Esquedas, en Huesca, o el retrato de Don Ramón de Pignatelli, para el Canal
Imperial de Zaragoza, hoy depositado en el Museo de Bellas Artes. Esto nos ha
convertido en especialistas reconocidos de la obra de Goya. En nuestro blog http://barbozagrasa.blogspot.com se encuentran explicaciones de las restauraciones, con
imágenes en picasa, y en vimeo,
los videos de las mismas.
En
realidad, empecé a pintar al óleo en Costa Rica, después de estudiar en la
Universidad con la pintora Lola Fernández, y luego, al conocer la obra de
Amighetti como grabador, empecé a realizar xilografías, las cuales gustaron mucho
en el ambiente artístico, y a poetas como Jorge Debravo, y con las cuales me
becó en 1968 la Dirección General de Artes y Letras para estudiar grabado
calcográfico en España. Una vez dominada esta técnica, comencé a participar en
Bienales de grabado, como la Bienal de Florencia, donde me adjudicaron una
Medalla de Oro en 1971. También, en los
Concursos Nacionales Españoles me otorgaron una Mención de Honor. Es decir, que
como grabador he sido reconocido internacionalmente, teniendo obra mía Museos
españoles, en Costa Rica, Europa y Estados Unidos. La pintura ha crecido
paralelamente al grabado y al dibujo, llegando a reconocerme como artista
español en el último Diccionario de
pintores y escultores españoles del siglo XX. Al igual que mi inclusión
como pintor en la Gran Enciclopedia
aragonesa. Creo que juntas, el grabado y la pintura, forman una unidad y
según mi estado de ánimo, trabajo en una u otra. El historiador Rafael Ordóñez,
ha hecho un estudio de mi pintura en España, que se ha publicado en un CD
recientemente.
En
1986 el Presidente Don Luis Alberto Monge me hace el honor de nombrarme Cónsul
Honorario de Costa Rica, refrendado por S. M. Don Juan Carlos I, Rey de España,
ejerciendo desde esas fechas mis labores
consulares en Zaragoza, en representación de Costa Rica.
Leí su
artículo sobre el liceo de Costa Rica en 1961, y me gustaría saber cómo nos ve
desde el extranjero, ¿cuáles son los cambios que ve en Costa Rica desde 1961 a
la actualidad?
Costa
Rica es una marca mundial que es muy respetada por su Educación gratuita y
obligatoria y por haber prácticamente solucionado el problema del analfabetismo,
por ser un país que no tiene Ejército y
por ser de los pioneros en la política del
Desarrollo sostenible, cuidando la Ecología en el territorio nacional, con sus
Parques Nacionales, es todo un récord a nivel mundial. Su educación gratuita y obligatoria ha hecho
que el país avance constantemente por sus propios medios, esto hace que pueda
asimilar toda la tecnología y la ciencia que ayuda al progreso de la humanidad,
estableciéndose en el territorio
empresas de alta tecnología mundial, que junto a la gran empresa del turismo
ecológico, hacen de Costa Rica un país moderno con su slogan Pura Vida, repetido en España.
Si pudiera
darnos una imagen mental de Costa Rica de esa época, ¿cómo la describiría?
La
Costa Rica de 1961 a 1968 en que viajé a Europa, era una Costa Rica donde se
producían grandes cambios, los intelectuales estaban conscientes de
producirlos, por la vía pacífica que es la mejor vía para progresar. En el
campo del arte, se estaba produciendo una revolución con la creación de grupos
como el Grupo 8, capitaneado por
Manuel de la Cruz González, y con la introducción del arte abstracto en el
país, llevada por el arquitecto y pintor Rafael Garcia, profesor mío de dibujo
arquitectónico. Existía la Casa del
Artista, con su directora Olga Espinach, donde se creó el Grupo Totem, unido con el Círculo de
poetas, llevábamos el arte a las escuelas y las plazas, los artistas se
proyectaban ya internacionalmente, como es el caso de Juan Luis Rodriguez en
París y Carlos Poveda en Estados Unidos, Washington DC. Fue un movimiento que
coincidió con el Mayo del 68 en Francia.
En Costa
Rica, hay un estereotipo social, sobre estudiar
arte (música, pintura, escultura, artes escénicas) algunas personas
creen que el arte es más pasatiempo que una profesión. ¿Qué les diría a estas
personas? y ¿qué les diría a los jóvenes artistas que buscan gestar sus proezas
en el arte?
El
Arte en Europa es una profesión universitaria, muy respetada y protegida desde
siglos por los Estados europeos, la Iglesia, las grandes fortunas y mecenas, y
el pueblo. Sin ellos, no se hubiesen producido
fenómenos como el Renacimiento, el Barroco, los Impresionistas y el Arte
del siglo XX. Hay historiadores y críticos de Arte que se dedican a estudiar
estos movimientos culturales y a
desentrañar sus misterios. El artista es en general el ser humano que transmite
los deseos, sueños, y pensamientos de la sociedad que le ha tocado vivir, esto
queda reflejado en las distintas
disciplinas del arte y sirve para que las generaciones futuras dialoguen con el
pasado.
¿Cómo
conoceríamos nuestras culturas indígenas si no es por sus creaciones hechas por
artistas anónimos que su sociedad protegió, o a los egipcios, griegos,...
quienes además de transmitirnos sus
ideas, nos transmitieron el placer de la belleza?
A
los artistas jóvenes de Costa Rica, le diría que estudien no solamente la técnica sino también la historia de los
artistas que hicieron evolucionar la vida cotidiana de la humanidad, y que si
creen en lo que hacen al final triunfarán y, como me decía Don Paco Amighetti, la inspiración viene trabajando,
trabajando…. Y el arte es un trabajo que la sociedad tiene que pagar.
Cuando
Goya emigró a Burdeos, Francia, tenía 80 años, y una de sus finalidades era
estudiar una nueva técnica, la Litografía, con la cual hizo bellas estampas de toros y
en uno de sus dibujos de esa época, de un anciano con bastón, como un
autorretrato imaginario, puso la frase Aún
aprendo Yo sigo aprendiendo los medios digitales que me enseñan mis hijos
Carlos y Francisco, ambos Ingenieros Industriales, y trato de adaptar mi obra a estos medios, hoy
universales, que al fin y al cabo, las artes plásticas son para comunicarse
gráficamente como la litografía, y el art-net,
es una realidad de grandes dimensiones. Aún
aprendo….
Carlos Barboza Vargas
Zaragoza,
11 diciembre 2011



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