Aurelio Grasa desde muy joven mantuvo una gran afición por la fotografía, lo que le llevó a instalar su primer laboratorio fotográfico en el sótano del Bazar La Bola Dorada, propiedad de sus padres, Joaquín Grasa y Eloísa Sancho. Conservamos fotografías en las que aparece en este lugar iniciático, en el que las imágenes impresionadas en una placa fotográfica surgían de la oscuridad y se posaban en un papel, tras los minuciosos procedimientos de revelado y fijado de sus componentes. A los catorce años publica su primera fotografía en Blanco y Negro, el 7 de julio de 1907. En 1908 hizo un reportaje de la Exposición Hispano Francesa con su cámara Ticka.
Emprendió una colaboración gráfica en el Heraldo de Aragón, iniciada el 13 de junio de 1910, que se prolongó una década, publicando 784 fotos. Como reportero pionero que salía a la calle a fotografiar el acontecimiento, utilizó cámaras Goerz, de formato de placa 13x18 cms y 9x12cms. En 1921, tras licenciarse en Medicina y especializarse en París, se establece, como médico dermatólogo y radiólogo en Independencia, 22. En 1927 instala una nueva consulta médica en Costa 3, en la que monta un laboratorio fotográfico, revela sus radiografías, fotos de seguimiento de sus pacientes y las fotografías de su creación. Adquiere la cámara estereoscópica Richard, de formato de placa de 6x13 cms. con la que viaja realizando fotos del Monasterio de Piedra, Santander, Asturias, Barcelona, Mérida, Granada, Gibraltar y Sevilla.
En 1930 asiste al I Campeonato Internacional de Esquí en Candanchú, organizado por Montañeros de Aragón, y publica sus fotos en la revista Aragón. Es socio del Club Helios y compra un out board en 1930 y realiza carreras por el Ebro, tomando fotos de la ciudad y las riberas del rio como tema principal. Adquiere en 1930 una cámara Zeiss-Ikon, de formato 6x9 cm. y realiza fotografías de las laderas nevadas del Pirineo aragonés. En 1933 viaja por Francia, Italia y Suiza, acompañado de Manuel Marraco y Luis Gómez Laguna en su ascensión al Mont Blanc, en la que los dos amigos coronan la cima y Aurelio hace sus magníficas fotografías aéreas. En 1934 viaja, con su automóvil Graham Paige, a la Costa Azul con Manuel Marraco y Joaquín Gil Marraco y disfrutan haciendo fotografías y en 1935, de nuevo junto a Manuel Marraco, llegan a Venecia, ciudad que retrata con atrevidos encuadres.
En este viaje de 1934 compra varios libros, como el del Dr. Paul Wolff, Meine erfahrungen mit der Leica, que muestra las fotos realizadas con la cámara Leica que utiliza el rollo de carrete de película de celuloide, similar al del cine, de tamaño paso universal, 24x36 mm., con objetivos muy luminosos, consulta catálogos, visita las tiendas de fotografía y adquiere su primera cámara Leica. Con esta cámara Leica realiza su mítica foto Hispano Suiza, presentada al XI Salón Internacional de Fotografía de Zaragoza en 1935 y luego al II Salón de Fotografía Amigos del Arte, en Teruel, en 1936. Está revelada sobre papel Gevaluxe. Causó sensación por su nitidez y ampliación, pues los fotógrafos eran reacios a la utilización de cámaras con formatos pequeños en los negativos. En el laboratorio que instaló en Costa 3 tiene una ampliadora Leica, en la que utiliza para ampliar el mismo objetivo de la cámara, así se conservaba la calidad de la imagen. Ese espacio era mágico, según cuenta Luis Gómez Laguna, y había que permanecer en silencio. A finales de 1935 o principio de 1936, fotografía con la Leica a los esquiadores descendiendo del automotor térmico de Caminos de Hierro del Norte de España en la Estación de Canfranc, en uno de sus viajes promocionales. Gil Marraco también adquiere en esta época una cámara Leica y comparten afición.
Su amigo José López Tudela le escribe desde Villefranche en 1940 una carta en la que comenta: … Tus clichés de Asturias me parecen ahora mejores que cuando los hacíamos. Hay marinas y contraluces maravillosos que no los mejorarías con tus Leicas y tus objetivos actuales. Sigues las corrientes del Progreso en la materia y es natural que así sea; no has llegado todavía a la edad en que nos aferramos a lo pasado, a lo tradicional, como si fuera lo único, lo mejor. Todo te llegará y verás como tengo razón en este juicio. Aquí ya hace años que no se ve otra cosa que Leicas, Contax, Retinas, etc. de esta categoría. Los resultados son diversos, según la ciencia y el arte de quien las manejan.
En esta carta, López Tudela le habla de cámaras Leica, en plural, ya que Aurelio había comprado su segunda cámara Leica IIIA, con objetivo Leitz Elmar en 1939 y estaba encantado con ella. Adquiere el objetivo Thambar, que proporcionaba un enfoque suave y difuso. Se conservan varios catálogos, cartas y explicaciones autógrafas sobre su manejo. Con este objetivo realiza fotografías como Goyescas, Arboleda de Macanaz, Árboles de plata, Torre de San Pablo.
Sigue fotografiando con sus Leica y tras su matrimonio con María Jordán en 1942, tiene dos hijas y los temas se tornan familiares. Visitan el Monasterio de Piedra, viajan a Galicia y realiza un reportaje en el que las mariscadoras, los pescadores y las aldeanas, su yerguen sobre las piedras seculares de sus edificios o el mar de fondo. En 1950 practica la fotografía a color, que enviaba a Francia a revelar y positivar, y en 1952 presenta cinco fotografías, entre ellas, Lago de Como, en Agfacolor, en el XXVIII Salón Internacional de Fotografía de Zaragoza. Es la primera vez que se exponen fotos a color en este Salón. Continúa presentando fotos en Agfacolor y Kodacolor en los Salones siguientes, como unas fotos Del Valle de Hecho, en las que se aprecia el traje cheso en sus colores naturales.
En 1956 adquiere la cámara Leica
M3, con un objetivo Summicron, que le enviaron de Ginebra, con
la que continúa su labor fotográfica a color, explorando las diapositivas a
color, que le fascinan, realizando reportajes de su familia, sus viajes y
el entorno, que visiona con ilusión. Expone en los Salones de la SFZ hasta 1962
en que presenta Capri, hecha con Leica. El color y la
pasión por las cámaras Leica nunca le abandonarán.
En este año 2025 en que se celebra
el centenario de la presentación de la Leica I en la Feria de Primavera de Leipzig
en 1925, recordamos a Aurelio Grasa, fotógrafo pionero aragonés en el uso y
disfrute de esta cámara que abrió nuevos horizontes a la fotografía.
En Madrid tambien puede verse "Leica. Un siglo de Fotografía, 1925-2025" en el Teatro Fernán Gómez, que reúne alrededor de 170 fotografías, documentos y la evolución de las cámaras.
Carlos Barboza Vargas
ver enlaces:
Ver enlaces:
https://barbozagrasa.blogspot.com/2017/05/manolete-fotografiado-por-aurelio-grasa.html
https://barbozagrasa.blogspot.com/2022/06/aurelio-grasa-memoria-y-accion-del.html
https://barbozagrasa.blogspot.com/2017/05/aurelio-grasa-fotografia-con-su-leica.html










No hay comentarios:
Publicar un comentario