lunes, 16 de mayo de 2022

GOYA REGRESA DESDE PARMA A ZARAGOZA EN 1771.















 GOYA REGRESA DESDE PARMA A ZARAGOZA EN 1771.

Parma está separada de Mantova o Mantua por 62 kilómetros y son los que Goya recorre para visitar esta ciudad, pero no llevaba permisos para entrar en ella y por eso escribe que fue una de las que vio por fuera. Continúa su camino de regreso y se dirige a Piacenza o Plasencia, de nuevo se encuentra en territorio del Ducado de Parma. Esta ciudad tiene importantes edificios civiles y religiosos. El Duomo o Catedral es uno de ellos. Esta Iglesia dedicada a Santa María Assunta, es de construcción románica de 1122, con cripta y una fachada de mármol rosa veronés. Su campanario de 73 metros de alto, está coronado por el Ángel del Duomo y fue finalizado en 1333.

En su interior se encuentran grandes pinturas murales al fresco realizadas en siglo XVII, por pintores como Camilo Procaccini, Ludovico Carraci, Il Marazzone y Giovanni Francesco Barbieri, apodado Il Guercino. En esta iglesia, después de importantes obras de restauración llevadas a cabo por el Obispo Rangoni, se empezó a decorar de nuevo el recinto y se le encargó, en plena Contrarreforma, en 1606-1607 a Ludovico Carraci, junto con sus alumnos Lorenzo Barbieri y Giacomo Cavedoni, que pintara al fresco una cúpula con cuatro escenas, divididas por los nervios de las mismas, con la temática: "Predecessori al Limbo" (Antes del Limbo). En el año 1614 se le encargó a Carraci un cuadro para el altar de San Martino, donde se puede ver al Santo donando su capa a un pordiosero semi desnudo.

La otra cúpula octogonal y dividida por ocho nervios la empezó a pintar Il Marazzone con el tema de los Profetas y cuando había realizado dos escenas, falleció. Entonces llamaron al Guercino, en 1626, para que finalizara este trabajo, convirtiéndose en una de sus obras maestras. Seis de los profetas son de su mano, entre los que se encuentran: Ageo, Zacarías, Ezequiel, Jeremías, Miqueas y Oseas. En los ocho lunetos de la base pintó cuatro escenas de la infancia de Jesús, con los siguientes temas: "Anunciación a los pastores", "Nacimiento y adoración de los pastores", "Presentación en el templo" y "Huida a Egipto". En los cuatro lunetos restantes hay ventanas que iluminan la cúpula y a cada lado de la ventana pintó una Sibila, que serían ocho en total. En la parte baja de la cúpula pintó un friso con niños en distintas posiciones, acompañados de cestos con frutos y flores, la franja que corresponde a las ventanas están pintadas a color y las cuatro restantes bajo las escenas, en grisalla.

En la base de la cúpula se encuentra una galería con columnas y arcos a la que se puede acceder para admirar estos frescos de cerca. Seguramente Goya subió a ella y pudo estudiar de cerca esta obra maestra del Guercino, uno de los pintores que aparecen en su taccuino, y dos años después, en 1773, que pinta en la Cartuja de Aula Dei de Zaragoza, en la escena de la “Presentación en el templo”, usa una composición parecida a la empleada por el Guercino en la cúpula del Duomo de Plasencia; solamente cambia al niño del regazo del Sacerdote, que tiene la misma tiara y barba, pasándolo al regazo de la Virgen María.

En Plasencia se encuentra un gran Palacio de los Farneses y la Basílica de San Antonnino, un mártir cristiano primitivo. La iglesia fue consagrada en el 1014 como colegiata. En su interior hay pinturas al fresco de Camilo Savassetti,(1596-1630), pintor de Módena y seguidor de los Carraci. Su pintura en las bóvedas de la iglesia tiene como tema: "El Apocalipsis", Guercino la estimó como la mejor obra de arte de la ciudad.

Con toda esta cantidad de arte mural es por la que Goya tiene a esta ciudad como una de las que más le gustó de su periplo por Italia. En ello coincide con el Abate Andrés, que después de regresar de Génova admira la Catedral, las pinturas de Lanfranco, Procaccini, Ludovico Carraci, Guercino y la plaza con sus famosos caballos montados por los Farneses Alexandro y Ranuccio y el Palacio Ducal de Vignola. Finalmente escribe: "Plasencia como una bella ciudad y una de las que se cuentan entre las bellas de Italia."

Goya continua su camino y el siguiente pueblo que nombra es Broni; en un hostal de este pueblo, Moratín años después, hizo noche camino de Génova. Luego llega a Castelggio, donde los caminos se bifurcan y se puede viajar hacia el norte camino de Pavía y Milán. En la primera se encuentra la famosa Cartuja y en Milán el arte de muchos siglos, ambas las vio por fuera, una lástima que no pudo ver la Iglesia de Santa Maria delle Grazie y en el Convento Dominico, las pinturas de la Santa Cena de Leonardo, que Moratín si las vio cuando estuvo en Milán. Retorna a Castelggio y pasa por Voghera, que es el pueblo de nacimiento de Paolo Borroni, el pintor galardonado con el Premio de Pintura de la Academia de Parma, por su Aníbal, en el que Goya es mencionado. ¿Conocería Goya a este pintor y fueron a su pueblo de nacimiento?

Por último llega a Tortona, una ciudad de paso que la historia de Italia ha dejado su huella, sufriendo múltiples invasiones y reconstrucciones, en ella hay una pequeña iglesia con pinturas de la Virgen de Loreto en la fachada. En esta ciudad también se dividen los caminos hacia Turín o Génova, Goya se desvía hacia la ciudad de los Saboya, pero tampoco pudo acceder y ver esta bella ciudad donde el arquitecto siciliano, de origen español, Filippo Juvarra (Ibarra), dejó grandes obras arquitectónicas, en palacios e iglesias del Rey de Cerdeña y Sicilia, Victorio Amadeo II. A la corte llegaron pintores venecianos, romanos y napolitanos para decorar sus estancias palaciegas, entre ellos el famoso pintor fresquista, que se encontraba en Roma, Corrado Giaquinto.

Turín en esa época era una ciudad amurallada, pero en un monte o colina al otro lado del río Po, se encuentra un palacete denominado Viña Ludovica y luego Villa de la Reina, donde se fueron a vivir Ana de Borbón Orleans y su esposo Victorio Amadeo II, que fue la residencia habitual de estos soberanos. Juvarra fue el encargado de renovar y redecorar este Palacio. Tenía que rehacer una parte de las habitaciones reales, redefinir el planteamiento arquitectónico y decorativo del salón central y de potenciar las perspectivas. En el Palacio intervienen pintores como Giovani Crossato y Corrado Giaquinto. Este último ya había trabajado en 1733 para este arquitecto siciliano en palacios e iglesias. Un primer encargo fue el de ampliar unas pinturas de Conca, luego en la Iglesia de Santa Teresa pinta un San José en tránsito. En la Villa de la Reina pinta, al fresco el techo del salón, hoy destruido y dos cuadros mitológicos el episodio de Apolo y Dafne y la Muerte de Adonis. En un segundo viaje, 1740-1742, en esta misma Villa, pinta seis escenas mitológicas: "Venus se aparece a Eneas", "Llegada de Eneas a Cartago", "Eneas y Dione después de la tempestad", "Aparición de Mercurio", "Eneas hace un sacrificio a Apolo", "Venus entrega las armas a Eneas".

Es muy posible que Goya observara estas pinturas, ya que hay dos detalles en obras suyas de esta época que coinciden con ellas. Una es la Muerte de Adonis, de la que pintó un pequeño cuadrito, donde el cuerpo de Adonis muerto coincide con el de Goya. La escena está situada en un bosque, donde se desarrolla la tragedia. Adonis tenía amores con Venus, pero la diosa tenía un marido, Vulcano, dios de la fragua y un amante, el dios de la guerra, Marte. Este último celoso, se convirtió en jabalí y en una partida de caza de Adonis, lo atacó mordiéndole los genitales, de ahí el manto rojo que cubre parte del cuerpo de Adonis. Venus suplica ante su padre Zeus y éste transforma a Adonis en una flor, la anemona roja. Este episodio mitológico se encuentra en la Metamorfosis de Ovidio. También existe un boceto de una factura muy similar en el Museo de Tours en Francia. En la estancia donde se encuentran los seis cuadros mitológicos, cuyo protagonista es Eneas, en el de Venus entregando las armas a Eneas, la figura y postura del joven y vigoroso guerrero con perfil griego, es muy similar a la de San José joven en la escena de los “Desposorios de la Virgen” en la Cartuja de Aula Dei.

Para ir de Turín a Génova hay que regresar a Tortona, última ciudad que nombra en el cuaderno y luego escribe "...y otras muchas que no me acuerdo. En las últimas páginas del taccuino escribe varias direcciones. "Genoª patron Bartolomeo puigvert- (Posiblemente sea un patrón de un barco catalán que lo transportaría a Marsella y Barcelona). "A la pescatería la Aguila negra- (lugar donde podría contactar con el patrón del barco). El siguiente nombre que aparece es el de: "Don Luis Beltrán tesorero de España"- (Es muy posible que recurrirá a él para adquirir dinero para pagar su viaje de vuelta). En la siguiente hoja escribe: "Calle de Marseri piasa di San Salvatore y con lápiz sanguina el nombre de otro contacto: "Bernardo pascual Montero en Genob.ª". Como también tenía planes de conocer Tulon, Abila, Marsilla, las escribe con lápiz sanguina en la sección de las que vio por fuera, sin embargo escribe con tinta china el nombre de: "a Monsieur Baudin en Case de ILª Tarteiron & figlio a Marseille". "A Mousier Baudin chez Messieur Tartairon & fils a Marseille". Puede ser una compañía de barcos establecida en Marsella.

Goya es una esponja visual, todo lo que ve lo retiene en su mente y escribió en su cuaderno a los grandes artistas italianos o con obra en Italia, que admiró y los que aparecen son: Rafael, Veronés, Correggio, Aníbal Carraci, Guercino, Rubens, Bernini, Langarde o Lanfranco. Por dibujos de su cuaderno, vemos la influencia de Piazzeta y Giaquinto. El nuevo arte neoclásico no le interesó, el ser un seguidor más de Mengs, pintor de moda entre los estudiantes, que ni lo nombra en su taccuino, al igual que no aparecen los nombres de Preciado de la Vega, Director de la Academia de Bellas Artes de España en Roma, ni el todopoderoso Embajador del Rey, el aragonés Don Nicolás de Azara, admirador y biógrafo de Mengs.

Para el verano del año 1771, ya se encuentra en Zaragoza donde va a desplegar sus alas pictóricas y va acomenzar su brillante carrera como pintor universal, pintando cien metros cuadrados de pintura al fresco La Gloria, en la bóveda del Coreto de la Basílica de la Virgen del Pilar.

Carlos E. Barboza Vargas   Teresa Grasa Jordán.

Archivo Barboza-Grasa.  Miembros de ICOM.

Ver enlaces:

https://barbozagrasa.blogspot.com/2022/02/goya-admira-correggio-en-parma-1771.html

https://barbozagrasa.blogspot.com/2022/02/goya-y-anibal-de-facil-pincel-en-parma.html

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https://barbozagrasa.blogspot.com/2021/11/goya-estudia-giovanni-piazzetta-en.html

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