LA TORRE NUEVA DE ZARAGOZA VISTA POR
DAVILLIER Y DORÉ, 1862.
El hispanista francés Barón Jean Charles Davillier llega a
España acompañado por el artista e ilustrador Gustave Doré en 1862. Ambos tienen la intención de escribir un
libro de viajes sobre España, pero más realista y cotidiano, tratando de huir
de los tópicos románticos, es decir, la España pintoresca. Comienzan su recorrido por Cataluña, siguiendo la costa pasan por Valencia hasta Andalucía. Una vez
que describen todas las bellezas que encuentran por el camino, entran
en las Castillas y se detienen con atención en Toledo y Madrid. Continúan el
viaje y llegan a Aragón, pasando por Calatayud y deteniéndose en una de las más
bellas ciudades de España, según describe, como es Zaragoza, cuna del Rey Católico.
La Seo y El Pilar reclaman su atención,
la Aljafería la relaciona con Cervantes. Uno de los monumentos en los que el artista
y escritor se detienen es la Torre Nueva, uno la dibuja y el otro
dice lo siguiente:
La torre inclinada, llamada la Torre Nueva, no
es menos curiosa que las de Garisenda o la de los Asinelli en Bolonia, y de la
célebre de Pisa; la inclinación, que
sobrepasa un poco los tres metros de la
perpendicular, se acerca a la de esta última; sin embargo es menos antigua, es
del 1504. La torre de Zaragoza, con sus
relieves en ladrillo de estilo morisco,
es de una arquitectura elegantísima; desgraciadamente el monumento está
deformado por un campanile de doble éntasis, añadido años más tarde y que recuerda a los que se encuentran frecuentemente
en Baviera.
Después de recorrer todas las
regiones españolas regresan a Francia y comienzan a publicar en París, los
textos en fascículos de Davillier y las ilustraciones del reportero gráfico Gustavo Doré,
cuyos dibujos fueron traspasados por xilógrafos, como el de la Torre Nueva, que el grabado lo
hizo Bertrand. La Editorial Hachette publicó
los textos y grabados en fascículos en la revista de viajes Le Tour du monde entre 1862-1873. Más
tarde se reunió en un libro traduciéndose por primera vez al italiano, luego al
inglés, danés,…. Este libro da conocer una nueva España, donde una época termina
y empieza la España moderna.
En el año 1892 el Ayuntamiento de
Zaragoza se encarga de desmontar esta obra de arte de la arquitectura civil,
justo veinte años después de que la alabara Davillier y Doré.
Hoy 14 de agosto de 2017, el
Heraldo de Aragón recuerda en el 125 aniversario de este derribo injustificado,
en un artículo escrito por el periodista Oscar Nieto. En el blog El Viaje de la libélula, Guadalupe Ferrández
Sancho hace un interesante estudio que titula Torre
Nueva. Zaragoza. La historia de un “Turricidio”, publicado el 2 de mayo de
2016.
De este monumento, sólo nos queda
la palabra y la imagen descritas por dos grandes estudiosos de esta España y de este
Aragón tan rico en arte y tradición, pero que poco a poco ve cómo va desapareciendo el
pasado glorioso de una de las ciudades más bellas de Europa, tanto que el gran Diego
Velázquez la pintó en el siglo XVII.
Carlos Barboza y Teresa
Grasa
Archivo Barboza Grasa

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