martes, 13 de junio de 2017

LITOGRAFÍAS DE BARBOZA SOBRE PIEDRA EN MADRID 1970-71





LITOGRAFÍAS DE BARBOZA SOBRE PIEDRA EN MADRID 1970-71

En el libro Actualidad de la Gráfica en Aragón. El Grabado en Zaragoza en el siglo XX, escrito por la Dra. Belén Bueno Petisme, en el 2015, y en el apartado dedicado a mi obra gráfica dice:

Carlos Barboza….completó su aprendizaje en el terreno de la gráfica asistiendo a las clases de Litografía del taller instalado en la Escuela de Artes y Oficios, dirigido por Teodoro Miciano.       (Nota, 1028: Sobre el trabajo litográfico de Barboza se hace referencia en Alfredo Piquer Garzón, La litografía contemporánea en España, op.cit.1997,pp.213-214. Universidad Complutense de Madrid).  

Fue el grabador Miciano, que conocí en la Escuela Superior de Bellas Artes de San Fernando, el que me indicó en el año 1970 que me matriculara en los talleres de Litografía de la Escuela de Artes y Oficios de Madrid, donde era profesor.  El curso se realizaba por las tardes; el taller era amplio, con grandes mesas y todo lo necesario para practicar la litografía sobre piedra. Había una gran prensa litográfica donde se estampaban las litografías  y en un  patio  interior se  conservaban una gran cantidad de piedras litográficas de diferentes tamaños.  

Para empezar a practicar escogí piedras de pequeño tamaño, se subían al taller y se comenzaba a limpiar la superficie de la piedra que tenía anteriores dibujos.  Se utilizaba piedra pómez pulverizada y agua para pulir, y con otra piedra poniendo en contacto ambas superficies, separadas por la piedra pómez, se movilizaba la piedra superior para ir puliendo ambas. Una vez pulidas y limpias, se procedía a dibujar sobre ellas con lápiz litográfico graso  o tinta para litografía.  Una vez hecho el dibujo se le pasa talco para que no resbale la tinta.  Se prepara una disolución de goma arábiga  en agua,  a la que se agrega unas gotas de ácido nítrico, lo justo para que “muerda” la superficie de la piedra donde no hay dibujo. La goma arábiga se da sobre la superficie  dibujada, formando una capa muy delgada y se deja secar. Luego se limpia la superficie  con una esponja  humedecida con agua, para eliminar la goma arábiga con el ácido.  A continuación se vuelve a aplicar goma arábiga sin ácido, y se estira la goma para que no haga surcos. Luego se levanta la tinta litográfica con aguarrás. El paso siguiente consiste en aplicar tinta de estampación sobre el dibujo para protegerlo y se pasa  agua con una esponja y con el rodillo de entintar se pasa sobre la superficie hasta quede el dibujo marcado y nítido. Para reforzar dicho dibujo se le da resina de colofonia en polvo aplicada con un algodón. Luego talco y por último  de nuevo goma arábiga con ácido para fijar definitivamente el dibujo y darle más relieve. Una vez secos los materiales, se quitan con aguarrás.

El dibujo o la imagen está fijada sobre la piedra y se procede a la estampación.  Se utilizan rodillos ya que el sistema de estampado es en plano, al igual que la xilografía, y no en hueco  como el grabado en metal. Los rodillos se cargan de tinta y se pasa sobre la superficie de la piedra, entintando el dibujo grabado sobre ella. Este sistema se debe a la incompatibilidad de la grasa y el agua. El papel para estampar litografía generalmente es grueso y poroso se humedece apenas con una esponja y se pone sobre la piedra. Se protege con cartulinas y una placa metálica delgada. Se pasa sobre la prensa que arrastra la piedra y al llegar ésta al lugar donde hay una barra que ejerce presión sobre la piedra,  se desliza hasta pasar bajo esta barra toda la piedra.  Una vez  realizado este proceso, se levanta el papel de la piedra donde ha quedado impreso el dibujo. Para estampar cada prueba hay que repetir todo el trabajo, al igual que en el grabado sobre metal.  Además del  profesor Teodoro Miciano, se encontraba un estampador  de avanzada edad y gran sabiduría, que conocía todos los secretos del oficio.

En el año 1970 realicé  ocho litografías en piedras pequeñas 27 x 22 x 6 cms., tres de las cuales a dos colores, es decir, utilizando una piedra para cada color.  En el curso de 1971 hice catorce litografías,  tres en piedras pequeñas y once  en piedras grandes, de 41 x 32 x 6 cms.  realizando tres en dos colores, así es que entre 1970-71, salieron de  la prensa de la Escuela de Artes y Oficios  veintidós  litografías.   

La temática se mueve entre el hombre y su espacio, especialmente en soledad.  Unos espacios son abiertos y otros cerrados en las ciudades, buscando   lo que se llamaba entonces, “realismo mágico”, que al literatura latinoamericana había difundido por Europa y se encuentra en la obra de Juan Rulfo o García Márquez. Los títulos eran. Recordando el pasado,  Susana y los viejos, Recuerdo de Rembrandt, Retrato de una modelo, Retrato de Jorge Anel. Temas como Fábula, Zozobra, Levitación, En busca del ser, En el siglo XXI,….. Se expusieron por primera vez  en las Salas de la Dirección General de Artes y Letras de San José de Costa Rica en octubre de 1971. Luego en el Instituto de Cultura Hispánica de Madrid, en abril de 1972. Esta fue la primera exposición individual que realicé en España y finalmente, en la Sala del Museo de Bellas Artes de Zaragoza en una exposición retrospectiva de mi obra gráfica, en 1982. En dicho Museo se conservan pinturas y  obra gráfica de Goya, - quien también hizo litografías, - dejándonos cuatro obras maestras, inigualables,  como son Los toros de Burdeos.

Carlos Barboza Vargas. 

Ver enlaces:

http://barbozagrasa.blogspot.com.es/2016/12/libro-sobre-la-actualidad-de-la-grafica.html





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