LITOGRAFÍAS DE BARBOZA
SOBRE PIEDRA EN MADRID 1970-71
En el libro Actualidad de la Gráfica en
Aragón. El Grabado en Zaragoza en el siglo XX, escrito por la Dra. Belén Bueno Petisme, en el
2015, y en el apartado dedicado a mi obra gráfica dice:
Carlos Barboza….completó su aprendizaje en
el terreno de la gráfica asistiendo a las clases de Litografía del taller
instalado en la Escuela de Artes y Oficios, dirigido por Teodoro Miciano. (Nota, 1028: Sobre el trabajo litográfico
de Barboza se hace referencia en Alfredo Piquer Garzón, La litografía
contemporánea en España, op.cit.1997,pp.213-214. Universidad Complutense de
Madrid).
Fue el grabador Miciano, que conocí en la Escuela
Superior de Bellas Artes de San Fernando, el que me indicó en el año 1970 que
me matriculara en los talleres de Litografía
de la Escuela de Artes y Oficios de
Madrid, donde era profesor. El curso
se realizaba por las tardes; el taller era amplio, con grandes mesas y todo lo necesario
para practicar la litografía sobre piedra. Había una gran prensa litográfica donde
se estampaban las litografías y en
un patio interior se conservaban una gran cantidad de piedras litográficas
de diferentes tamaños.
Para empezar a practicar escogí piedras
de pequeño tamaño, se subían al taller y se comenzaba a limpiar la superficie de
la piedra que tenía anteriores dibujos. Se utilizaba piedra pómez pulverizada y agua para
pulir, y con otra piedra poniendo en contacto ambas superficies, separadas por
la piedra pómez, se movilizaba la piedra superior para ir puliendo ambas. Una vez
pulidas y limpias, se procedía a dibujar sobre ellas con lápiz litográfico
graso o tinta para litografía. Una vez hecho el dibujo se le pasa talco para
que no resbale la tinta. Se prepara una
disolución de goma arábiga en agua, a la que se agrega unas gotas de ácido nítrico,
lo justo para que “muerda” la superficie de la piedra donde no hay dibujo. La
goma arábiga se da sobre la superficie dibujada,
formando una capa muy delgada y se deja secar. Luego se limpia la superficie con una esponja humedecida con agua, para eliminar la goma arábiga
con el ácido. A continuación se vuelve a
aplicar goma arábiga sin ácido, y se estira la goma para que no haga surcos.
Luego se levanta la tinta litográfica con aguarrás. El paso siguiente consiste
en aplicar tinta de estampación sobre el dibujo para protegerlo y se pasa agua con una esponja y con el rodillo de
entintar se pasa sobre la superficie hasta quede el dibujo marcado y nítido. Para
reforzar dicho dibujo se le da resina de colofonia en polvo aplicada con un
algodón. Luego talco y por último de nuevo
goma arábiga con ácido para fijar definitivamente el dibujo y darle más relieve.
Una vez secos los materiales, se quitan con aguarrás.
El dibujo o la imagen está fijada
sobre la piedra y se procede a la estampación.
Se utilizan rodillos ya que el sistema
de estampado es en plano, al igual que la xilografía, y no en hueco como el grabado en metal. Los rodillos se
cargan de tinta y se pasa sobre la superficie de la piedra, entintando el
dibujo grabado sobre ella. Este sistema se debe a la incompatibilidad de la
grasa y el agua. El papel para estampar litografía generalmente es grueso y
poroso se humedece apenas con una esponja y se pone sobre la piedra. Se protege
con cartulinas y una placa metálica delgada. Se pasa sobre la prensa que arrastra
la piedra y al llegar ésta al lugar donde hay una barra que ejerce presión sobre
la piedra, se desliza hasta pasar bajo
esta barra toda la piedra. Una vez realizado este proceso, se levanta el papel
de la piedra donde ha quedado impreso el dibujo. Para estampar cada prueba hay
que repetir todo el trabajo, al igual que en el grabado sobre metal. Además del
profesor Teodoro Miciano, se encontraba un estampador de avanzada edad y gran sabiduría, que conocía
todos los secretos del oficio.
En el año 1970 realicé ocho litografías en piedras pequeñas 27 x 22 x
6 cms., tres de las cuales a dos colores, es decir, utilizando una piedra para
cada color. En el curso de 1971 hice
catorce litografías, tres en piedras pequeñas
y once en piedras grandes, de 41 x 32 x
6 cms. realizando tres en dos colores,
así es que entre 1970-71, salieron de la
prensa de la Escuela de Artes y Oficios
veintidós litografías.
La temática se mueve entre el
hombre y su espacio, especialmente en soledad. Unos espacios son abiertos y otros cerrados en
las ciudades, buscando lo que se llamaba entonces, “realismo mágico”,
que al literatura latinoamericana había difundido por Europa y se encuentra en la
obra de Juan Rulfo o García Márquez. Los títulos eran. Recordando el pasado, Susana y los viejos, Recuerdo de Rembrandt,
Retrato de una modelo, Retrato de Jorge Anel. Temas como Fábula, Zozobra, Levitación, En busca del
ser, En el siglo XXI,….. Se
expusieron por primera vez en las Salas
de la Dirección General de Artes y Letras de San José de Costa Rica en octubre
de 1971. Luego en el Instituto de Cultura Hispánica de Madrid, en abril de
1972. Esta fue la primera exposición individual que realicé en España y finalmente,
en la Sala del Museo de Bellas Artes de Zaragoza en una exposición retrospectiva
de mi obra gráfica, en 1982. En dicho Museo se conservan pinturas y obra gráfica de Goya, - quien también hizo litografías, - dejándonos cuatro obras
maestras, inigualables, como son Los toros
de Burdeos.
Carlos Barboza Vargas.
Ver enlaces:
http://barbozagrasa.blogspot.com.es/2016/12/libro-sobre-la-actualidad-de-la-grafica.html
http://barbozagrasa.blogspot.com.es/2016/12/libro-sobre-la-actualidad-de-la-grafica.html




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