jueves, 3 de noviembre de 2016

FRANCESCO GUARDI, UN PRECURSOR DEL IMPRESIONISMO, JUNTO A GOYA




FRANCESCO GUARDI, UN PRECURSOR DEL IMPRESIONISMO, JUNTO A GOYA

 Francesco Guardi, (1712-1793) es un pintor veneciano que pasó todas las etapas de su profesión empezando de ayudante en el taller de su hermano Gian Antonio, haciendo copias de cuadros famosos, realizando pinturas religiosas, y finalmente, dedicándose al arte vedutista, por recomendación del arquitecto  Marieschi.   Fue alumno de Canaletto, convirtiéndose junto a éste, en los dos mayores exponentes de este movimiento artístico  que saca el arte al plein air y con el uso de la cámara oscura se convierte en  pionero de lo que va a ser uno de los movimientos del arte del siglo XIX, el Impresionismo.

Francesco Guardi en su evolución pictórica se aparta de la forma descriptiva de los vedutistas venecianos, va sintetizando el paisaje buscando los efectos y la vibración de la luz en la bruma marina de Venecia. Busca la atmósfera y la poesía donde los personajes participan en ella.  La pincelada es agil y definitiva. En su cuadro   Góndola sobre la laguna  divide el mar y el cielo en tonos grises donde al góndola navega en silencio.  Busca lo pictórico. Su forma de pintar le une mas a Magnasco y a su cuñado, Tiépolo. Esta síntesis de color y  luz es admirada por los impresionistas. Goya en España y después de su viaje a Italia, visitando especialmente Venecia, coincide con la madurez de Guardi y, como éste utilizó la cámara oscura, o cámara óptica. Sus pinturas se van sintetizando pero no a través del paisaje, sino a través de la figura humana, dejando una lección que van a recoger los pintores y biógrafos  franceses del siglo XIX.  

En la publicación Clasisci dell´ Arte Rizzoli, publicado en Italia sobre Francesco Guardi en 1973, en el apartado  Itinerario de una aventura crítica, página 11, se puede leer un artículo de 1878, firmado por Charles Yriarte, primer biógrafo de Goya junto a Matheron, que habla de Venecia, y en el apartado de Guardi dice:

….  Guardi es mucho más vivo que Canaletto;  es un colorista mas original,  un talento mas personal,  y ninguno es superior a él  en su género  cuando sigue y realiza su pensamiento. Ha gozado de no poca consideración por parte de sus contemporáneos, sin embargo se puede decir que  es nuestro tiempo el que le ha descubierto y le ha colocado  en su verdadero lugar.  Su prodigiosa facilidad y la vivacidad ingeniosa de la ejecución, la gracia picante,  unida a  calidad atmosférica de transparencia y de luz permanece insuperada, hacen de él  un pintor en sí mismo,  ante el que el mismo  Canaletto, tan admirable  en telas como El Canal Grande, y la Salute del Louvre,  se convierte en  un artista frio y descolorido…..

Otro artículo sobre  Francesco Guardi,   publicado en  la Gazette de Beaux Artes, 1908, escrito por  G.A. Simonson dice:

Limitada afinidad une a Francisco Guardi  con los artistas del pasado incluso con los del presente. Supera al Canaletto y no anuncia a Whistler?  Se conocen dos obras maestras  ligadas a la National Gallery: Santa María della Salute y el Palazzo dei Dogi; están pintadas en esa gama de gris unido al verde que el Guardi amaba particularmente. La impresión que se tiene ante estas obras  presenta una estrecha analogía  con la que procuran  algunas telas  en las cuales  Whisler  se ha complacido en describir los efectos  de la luz sobre el agua:  tal como en la serie de paisajes  de los  que forma parte el Notturno in blu e argento.   

Mientras el arte del Canaletto  se inspira  en ideas adquiridas y convencionales, herencia de siglos,   Guardi se muestra   abiertamente en contra de estas mismas reglas. Y, en esta tendencia,  del maestro del siglo XVIII,  encontramos  todavía un trazo dominante de la escuela moderna, que no se detiene sobre obras tranquilas sino que se interesa, más bien en aquellas formas expresivas del arte en las que se revela la fiebre, la agitación interior, que turba el alma contemporánea y constituye el tormento y la belleza. En otros términos, Guardi tiene un puesto entre los precursores del Impresionismo, que encuentra su fórmula en Manet y en sus discípulos. Goya, que es un poco contemporáneo de Guardi, fue, también él, uno de tales osados pioneros;  pero el realismo punzante de su obra testimonia una concepción del arte en contraste con el arte idealista que transporta Guardi en los países de la fantasía sobre las alas de la quimera.  La época en la que  vivieron estos dos maestros  fue una de aquellas eras fecundas  en las que el arte se  renueva  y se transforma.  Mientras Rosalba Carriera mostraba  el camino a los pastelistas, Guardi revelaba, entre los primeros, el arte de la acuarela. Abrió así la vía al  esbozo moderno, tal como hoy lo conocemos; es decir, estos bosquejos ligeros, abocetados con algunos trazos que tienen la fascinación de la espontaneidad,  y de lo inacabado,  han conquistado su puesto en los museos,  no como primer estado de una pintura en preparación, sino como una forma independiente  de un arte particular. 

Entre las influencias extranjeras que actuaron  sobre el arte veneciano del siglo XVIII, hay una de origen exótico de la que Guardi, según un crítico moderno,  habría  sufrido rápidamente la seducción. Así como los pintores franceses, sus contemporáneos venecianos  entraron en contacto con el arte chino.  Las chinoserías de Tiépolo   son bien conocidas de  los amantes de la pintura.  La crítica, que ha notado la influencia  de larte japonés sobre  Whistler, discute ahora para indagar si las figuras de Guardi se inspiran en  el diseño chino.  El hecho de que existe una similitud entre algunas figuras venecianas de las pelucas largas respecto  al uso del tiempo  y aquellas que ilustran los trazos de los orientales de la trenza larga hasta la mitad de la espalda,  puede constituir una analogía puramente  accidental, sin implicar idea de copia.  No; la hábil hipótesis de que Guardi haya inspirado sus modelos  en el arte chino, no merece ser tenida en cuenta. Como Carpaccio, Guardi fue un humorista inconsciente. Sus figuras no se ligan mas que a él. Ellas le pertenecen  como creaciones de su fecunda y feliz imaginación. “

 De las tres pinturas que ilustran este texto, dos se encuentran actualmente en la magnífica exposición sobre los Venecianos del siglo XVIII en  CaixaForum Zaragoza.

Archivo Barboza Grasa



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