miércoles, 16 de noviembre de 2016

AURELIO GRASA Y SUS ESTEREOSCÓPICAS DE ZARAGOZA 1908-1930





AURELIO GRASA Y SUS ESTEREOSCÓPICAS DE ZARAGOZA 1908-1930

Los artistas plásticos, desde la antigüedad, se han esforzado por crear en sus lienzos y muros la sensación de espacio, es decir, que una pared, tabla o lienzo dieran a los ojos del espectador  la sensación de profundidad.  Se sabía que los dos ojos ven diferente  la imagen de la realidad,  al estar separados por la distancia inter-ocular, esto hace que en el cerebro estas dos imágenes produzcan una sensación tridimensional o de profundidad, que es lo que se llama estereopsis.  En el Renacimiento italiano, Leonardo da Vinci empieza a estudiar el sistema visual y a profundizar en el número aúreo y la perspectiva  aérea y lineal en la pintura. Se domina el espacio y las telas, tablas y muros se abren al ojo humano. Toda una conquista del arte occidental. Es lo que hoy se llama trompe d´oeil,   (engaño al ojo)  que los artistas han utilizado  incrementando su dominio por la cámara oscura, tan usada por los vedutistas venecianos. Esta cámara oscura de una lente, se convirtió con Daguerre en 1839 en cámara fotográfica, cuando logró fijar por medios químicos una imagen en una placa de metal.

Paralelamente, Charles Wheatston,  científico dedicado a la óptica, en 1838, definió la estereopsis al explicar la visión binocular pero con dibujos y con la ayuda de unos ópticos londinenses crearon un dispositivos mediante espejos, que permitían ver dos  imágenes simultáneas con relieve, o tercera dimensión  que titularon estereoscopio. En el Museo salvador Dalí de Figueras,  el pintor español  creó obras basadas en este principio y se encuentran expuestas en dicho museo.  Las investigaciones  fotográficas y la estereoscopia caminan paralelamente y el físico inglés David  Brewster inventó el estereoscopio con dos objetivos para realizar fotografías binoculares, así como el visor correspondiente. En París, J. Duboscq  comienza a fabricar cámaras estereoscópicas y también uno de los mas famosos fabricantes fue Jules Richard,  que se especializó en la fabricación de cámaras, visores y en la producción de fotos estereoscópicas sobre placa de cristal.    La impresión de las dos imágenes en una placa de cristal que ha sido tomada por dos lentes desde dos puntos de vista ligeramente distintos, al verlas en el visor,  el cerebro conforma la imagen tridimensional,   de ahí el nombre de fotografía estereoscópica.   

El fenómeno se hizo  popular en Europa y U.S.A, se abrieron comercios que vendían vistas de ciudades, maravillas naturales, ferias, guerras, desnudos, museos, … este fue el pasatiempo de la sociedad  de finales del siglo XIX y principios del XX antes de la invención del cine.  Generalmente se vendían las fotos pegadas a una cartulina, eran series temáticas en sus respectivos estuches.  En Zaragoza el fenómeno europeo tuvo sus representantes comerciales principales en Júdez y Coyne, los cuales se pueden ver en la exposición del Paraninfo de la Universidad, con el titulo Zaragoza estereoscópica

También el fotógrafo reportero Aurelio Grasa usó la fotografía estereoscópica como medio creativo y para documentar sus viajes por Aragón y España. Sus primeras fotografías estereoscópicas datan de 1908 y en 1910  realiza las primeras fotografías estereoscópicas  autocromas de Zaragoza y posteriormente del Parque Güell de Barcelona.  Una de sus primeras cámaras fue  la Glyphoscope de Jules Richard que se comercializó en 1905, la cual se popularizó por ser cámara y visor. Es un modelo sencillo, de placas 4,5 x 10,7 cms.    Una vez que se realizaba el negativo se hacía el positivo en otra placa de cristal, obteniendo la imagen, y  para verla tridimensionalmente, se desmontaba la placa frontal de la cámara dejando libre los objetivos;  se introduce la placa positivada en la cámara y a la luz del sol se disfruta de la imagen.  Aurelio Grasa  realiza una cantidad  muy apreciable de estereoscópicas con esta cámara documentando la intimidad de  su familia y Zaragoza.  Mientras con la Goerz realiza su ingente obra de reportero gráfico, con más de cien portadas en el periódico ABC, para Blanco y Negro y Heraldo de Aragón.  Luego se compró una cámara Voigtländer   fabricada en 1910 por Pieter Voigländer, con placas 6 x 13 cms.  y un chasis para placas.  Grasa no realizó fotos estereoscópicas para ver en papel, todas las realizó para ser vistas en placas de cristal, poseyendo los visores correspondientes para su  cámara Glyphoscope y para observar las de la Voigtländer- Braunschweig  usó el Taxiphote, fabricado por Richard en 1910 y dos visores transportables de la casa Stereoskop Edermann de Desden.  Zaragoza y España quedaron impresos en las placas de Aurelio Grasa, desde sus monumentos, paisajes y en especial su gente. Todo un documento gráfico de un fotógrafo nacido, criado y formado en esta ciudad de Zaragoza.

Archivo Barboza Grasa

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