miércoles, 14 de octubre de 2015

GOYA JUNTO A HALS, REMBRANDT, VERMEER,….. EN EL RIJKSMUSEUM DE AMSTERDAM



GOYA JUNTO A HALS, REMBRANDT, VERMEER,….. EN EL RIJKSMUSEUM DE AMSTERDAM

En el año 2006 Teresa y yo visitamos la ciudad de Amsterdam  con el fin de ver la gran exposición que se celebraba para conmemorar los 400 años del nacimiento de Rembrandt. El Rijksmuseum estaba cerrado por obras y solamente se encontraban habilitadas unas salas a la derecha, donde se reunía la obra de Rembrandt y los pintores de su época, que le acompañaban. Fue todo un acontecimiento y para nosotros poder disfrutar de este gran siglo XVII de la pintura holandesa. En este año 2015 el Rijksmuseum funciona perfectamente después de su apertura en el 2013, gracias a las remodelaciones que hicieron los arquitectos españoles Antonio Ortiz y Antonio Cruz, que actuaron respetando el edificio original del arquitecto holandés  Pierre Cuypers de 1885 que en su época, fue muy criticado. Cuando ingresamos en ese espacio donde se recibe al visitante y se encuentran  las taquillas y tiendas, aparece el patio cubierto con unas estructuras de barras blancas que tamizan la luz y el sonido, viéndose entre ellas el cielo; desconcierta en un principio, luego se asimila el equilibrio de este nuevo espacio con el antiguo. 

En la planta 0 se puede recorrer la evolución del arte en estas tierras acompañado por artistas italianos con Fra Angélico, grabados, esculturas, relieves, armas, cerámicas, y todo un conjunto de arte europeo desde 1100 a 1600.  A la derecha de estas salas está el pabellón de Asia, donde nos recibe la diosa Shiva. Continúa la galería con cerámica de Delft, joyería, porcelana, reliquias, armas y modelos de barcos.  En la planta 1, o planta calle,  empezamos a visitar la sala 1.13, que denominan Goya, pero antes hay que atravesar la sala Waterloo y lo primero que se encuentra es un gran Napoleón, Emperador, de Francois Gerard, y una pintura de grandes dimensiones “La batalla de Waterloo”, obra del pintor Jan Willem Pieneman, de 1824,  donde el Duque de Wellington, a caballo, ocupa la parte central del cuadro, rodeado por sus soldados. Muebles, lámparas y demás objetos de estilo Imperio, y rodeado de estos, el Alcalde de Corte  Don Ramón Satué, pintado por Goya en 1823. Este solitario retrato de su amigo que se encuentra en la sala, es suficiente para representar a la gran pintura española.  Tiene una elegancia de alguien que fue importante como Alcalde de Corte, y sobrino de Don José Duaso y Latre, el que protegió a Goya durante la represión ejercida por Fernando VII. El modelo posa relajado con las manos en los bolsillos del pantalón, dejando ver su chaleco rojo.  Es el último retrato que hace Goya  antes de exilarse en Francia.   La siguiente sala esta dedicada al Romanticismo, son los pintores que van cambiando la visión del arte que inicio Goya, y termina dicha sala con una pintura de una joven en grises londinenses de Whistler.  El recorrido continúa con lo que denominan Historicismos, luego Grabados de época y finalmente la Escuela de La Haya y Van Gogh, de la que ya hemos comentado en el blog anterior. Esta planta  abarca el periodo de arte entre 1800 a 1900.


Después de reponer fuerzas nos dirigimos a  visitar la planta 2, donde se encuentran los grandes pintores holandeses del siglo XVII, que habíamos visto nueve años antes. Se accede a un gran hall, con ventanales cubiertos de vidrieras, con efigies de artistas famosos. Luego, al centro se abre la Galería de Honor, donde se encuentran  las obras de Frans Hals, Jan Vermeer, Steen, Jacobo Van Ruisdael, Maes, Bol, hasta llegar a la gran tela donde transitan unos soldados que reflejan una luz del interior hacia el espectador y que  es una de las obras maestras del arte universal  La Ronda de noche, de Rembrandt.  Salimos, en el atardecer otoñal, del Museo, y comenzamos a recorrer las calles junto a los canales de Amsterdam, con un dulce pensamiento y tratando de asimilar todo lo que habíamos visto.  Al día siguiente, temprano, estábamos en la sala 2 que abarca un período de medio siglo, de 1650 a 1700, y ahora, con calma para analizar los pintores y su pintura. El primero en que nos detuvimos fue Franz Hals (1580 ?- 1666). Nacido en Amberes, pero de padres originarios de Haarlem, y cuando los españoles toman la ciudad en la Guerra de los ochenta años, regresan a su ciudad y es allí en Haarlem, donde Hals desarrolla  toda su actividad pictórica. Actualmente tiene un Museo que  lleva su nombre en dicha ciudad. Es un pintor retratista por excelencia, pos sus pinceles pasa toda la sociedad de Haarlem desde nobles, comerciantes, soldados, ancianos y pícaros.  Sus retratos se concentran en la psicología  y los atributos del retratado, con una pincelada ágil y abocetada que hace que el protagonista de la tela siga vibrando ante nuestros ojos. Se encuentra una pareja al aire libre muy a la forma de componer de Rubens, llamada Retrato de boda,  con un amplio paisaje de fondo muy poco habitual en la pintura de Hals.  Se creía que era un retrato del pintor con su segunda mujer, pero hay discrepancias sobre sus personajes,  fue pintado  en 1625. Hay dos retratos, uno de gran ejecución y cromatismo, el de Nicolaes Hasselaer y su mujer Sara de realización mas contenida. Pero la obra en que pinta tema y ejecución con gran libertad y sentimiento es el cuadro del Alegre bebedor, firmado con el monograma F.H.  Pinta a este personaje desinhibido, con su copa de cristal transparente, es un icono de la alegría de vivir. Van Gogh era un admirador de Frans Hals, como le escribe a su hermano Théo.  

Jan Vermeer, nacido en Delf en 1632, desarrollo toda su actividad profesional de pintor y comerciante en esta ciudad.  Su padre, tejedor de Amberes, se traslada a Amsterdam y luego a Delf donde regenta una fonda con su esposa  Digna. Jan conoce desde niño el comercio y las antigüedades ya que su padre era vendedor de las mismas, y el mas tarde  ejercerá esta profesión junto con la pintura. Pintor de poca producción, solo produjo  33 ó 35 obras, y no de gran formato.  Trató temas costumbristas y escenas urbanas. En el Rijskmuseum se encuentran cuatro obras del pintor, La lecheraLa lección de música, El callejón de Delft y La dama leyendo una carta.  Vermeer es un pintor intimista, le gusta detenerse en los objetos y estudiar la luz que generalmente penetra por las ventanas, y ver cómo ésta va realizando las formas hasta llegar a dar esa sensación del tiempo detenido, concentrado, pero que en cualquier momento sus personajes comenzarán a moverse.  La luz viene de fuera y se trasmite a los ojos del  espectador, creando las formas, es de una gran belleza plástica y espiritual. Sus ambientes dan la sensación  de que el pintor  observa   a través de una cámara oscura, lejos de los protagonistas de sus obras. 

Rembrandt es un capítulo aparte en este bello Museo, donde se encuentran obras desde su juventud hasta la madurez. Goya, que tanto lo admiraba y lo consideraba su maestro, esta junto a él en este espacio del arte.

Carlos Barboza Vargas
Miembro de ICOM.















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