DON ANTERO HOMBRÍA Y “EL
CORETO” DE GOYA EN EL PILAR DE
ZARAGOZA
El día 12 de
abril de 2015 fallecía el Excelentísimo Señor Deán del Cabildo
Catedralicio de El Pilar y La Seo, Don Antero Hombría Tortajada, quien nació en
Longares en 1928, siendo ordenado sacerdote
en 1951. Con una dilatada vida dedicada a difundir la fe cristiana y con
una larga labor como sacerdote en
Aragón, su tierra.
Recién nombrado Deán del Cabildo Metropolitano en
1989 y preocupado por el estado en que se encontraban las pinturas murales de las cúpulas del templo de El Pilar, nos
llamó para que hiciéramos un estudio de
las mismas con el fin de iniciar una
restauración global, tanto de El Coreto
de Goya, como las de los Hermanos Bayeu. La Regina
Martyrum ya estaba restaurada. Nos reunimos para hablar de la forma de
actuar junto con Don Sandalio Aznar. Nos abrió
las puertas del templo de Nuestra Señora del Pilar en la noche, y pudimos sentir la grandeza arquitectónica
del mismo en soledad. Realizamos un informe con fotografías que le entregamos y
con el cual inició las gestiones para financiar el proyecto de restauración. La
General Motors y la Cámara de Comercio
habían creado recientemente una Fundación llamada Nueva Empresa que se hizo cargo de pagar los trabajos de restauración,
iniciándose por la bóveda
cuadrangular pintada por Goya al fresco,
que llamamos El Coreto, porque se encuentra situada sobre el coro pequeño de la
Catedral. Se pusieron los andamios sin
ascensor y empezamos a estudiar esta magna obra de Goya que realizó en 1772
después de su viaje a Italia.
En todo
momento Don Antero Hombría estaba pendiente de la evolución del trabajo,
subiendo a los andamios para ver de cerca la consolidación y limpieza del fresco. Le entregábamos un informe con fotografías de lo que íbamos
haciendo. Cuando restauramos la Regina Martyrum se encontraba de Deán
Don Agustín Pina, y él también estaba al tanto de esta restauración, como
sucedía con Don Eduardo Torra, Don Tomás
Domingo o nuestro amigo Don Juan Antonio Gracia. Pero con El
Coreto de Goya puso todo su interés y en ese contacto cotidiano nació
también la amistad con Don Antero, al que tenemos que darle las gracias por
confiar en nosotros esta magna obra de
Goya que fue todo un descubrimiento del buen hacer técnico del maestro en su
juventud. Que en paz descanse Don Antero, y seguramente hoy los ángeles músicos de El Coreto le están dando la bienvenida en el mundo que Usted tanto
soñó, junto al Creador del universo y la Virgen del Pilar.
Carlos
Barboza Vargas y Teresa Grasa Jordán.
Foto Archivo
Barboza Grasa

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