QUINO Y
MAFALDA, PREMIO PRINCIPE DE ASTURIAS, 2014
Al
creador de Mafalda, Joaquín Salvador
Lavado, Quino, le fue entregado
por el Rey Felipe VI, uno de los Premios Príncipe de Asturias,
dedicado a la Comunicación y Humanidades el 24 de octubre. Cuando se habla de
Quino, el principal personaje de sus viñetas,
Mafalda, viene a la memoria, y viceversa.
Este dibujante hispano argentino trabajando en publicidad necesitaba
crear una figura que acompañara a los anuncios de una lavadora, y es así como
nació Mafalda. La niña no gustó a los
comerciantes, estamos hablando del año 1964. Al no estar ligada a ninguna marca
publicitaria, le hizo ser libre y contraria
a ese mundo que la vio nacer, el capitalismo.
El
dibujante Quino fue estructurando un mundo de barrio argentino de clase
media y así fueron naciendo sus
compañeros de tertulias, juegos y sueños, como Felipe, el estudiante despistado
tierno, soñador, que no le gusta la escuela pero sí los tebeos, y quiere vivir
el mundo de los héroes de cine de caw-boys identificándose en la figura de El Llanero solitario. Susanita es el contrapunto de Mafalda,
solo sueña con casarse con un príncipe azul, y si es de los que tienen
la sartén por el mango, mejor. Además
quiere tener muchos hijitos. Es la única que llama a Mafalda, tarara. Manolito, el hijo de Don Manolo, tendero
español en Argentina, solo piensa en el comercio y en el dinero, y algunas veces piensa que para que estudiar los ríos del mundo, si no sirven para la
economía doméstica, pero cree que la cultura es
la mejor inversión. El personaje
de Miguelito es de tamaño pequeño y con
un humor surrealista, se pasa siempre esperando algo de la vida, es el que
escucha más a Mafalda, al igual que Libertad,
dialogan sobre temas políticos y ésta tiene tendencias socialistas. Una
vez jugando a los caw-boys, o vaqueros, le insta a Miguelito y a Felipe a que jueguen
a hacer la Revolución, es el personaje más pequeñito, como para simbolizar la
poca libertad del ser humano.
Guille, es el hermano menor de
Mafalda y apenas está aprendiendo a hablar, pero no deja de hacer trastadas en la casa y
una vez su madre lo pilla con un lápiz
en la mano y con todas las paredes de la casa con figuras, y ante la cara de
asombro de su madre le contesta: ¿No ez increíble todo lo que puede tened
adentro un lápiz?.... creo que esto
es un homenaje de Quino a él mismo, ya que de su lápiz han salido miles de
personajes de historias que nos han hecho disfrutar y pensar.
El
mundo de los mayores, como la maestra, el guardia urbano, el cartero, ancianos, aparecen en el barrio y en el parque, siempre relacionados con estos niños, pero con
mayor protagonismo los padres de Mafalda, que sufren las divagaciones sobre la
vida de su hija Mafalda. Este funcionario y esta ama de casa, tienen que
soportar sus pensamientos sobre el mundo y la vida de los mayores que no le
gusta, y piensa en lo que va a ser su
futuro, especialmente cuando su madre le
sirve la sopa.
La
relación Mafalda – Quino duró diez años
cerrando el ciclo en 1973, pero ya el personaje había desbordado a su creador y
era famosa, y en especial en Europa, por sus pensamientos ideológicos, siendo
sus historietas de culto, en especial,
para la izquierda, muy lógico, porque su creador es un republicano español.
Esta Mafalda tiene vida propia y ese es
el gran dilema del arte, que muchas veces, el personaje creado sobrevive a su
creador o ambos se alimentan. Siempre uno se pregunta por ejemplo, la relación entre El Quijote y Cervantes, no
se sabe si una vez creado el personaje de ficción, guía al escritor que se ve
obligado a caminar junto a Sancho siguiendo un camino obligado por Don Quijote.
O en el arte de la pintura la Gioconda de Leonardo tiene vida propia y por
ejemplo, el busto de Nefertiti ya no importa quién la ha creado, son seres
independientes de su creador.
En
1997 haciendo una serie sobre personajes del cine y revistas, en uno de los grabados aparece Mafalda, junto
con los directores de cine españoles Pilar Miró y Fernando Trueba y el
actor Antonio Banderas, próximo Premio
Goya a su carrera. Por tanto,
Mafalda y sus compañeros tienen vida
propia en estas viñetas, donde sus pensamientos
son universales, pertenecientes a una clase media que sueña con un mundo
mejor. Gracias al artista gráfico Quino
que ha recibido con honores el Premio Príncipe de Asturias 2014.
Carlos
Barboza Vargas


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