El Museo Nacional
y el Gobierno de Costa Rica han presentado
al ICOMOS de la UNESCO una propuesta para declarar a las esferas de
granito Patrimonio de la Humanidad. Estas petroesferas fueron hechas por
escultores precolombinos en el Pacífico Sur en el Valle del Diquis, entre los ríos
Térraba y Sierpe, allí se creó la
cultura Buruca, rica en arte, tanto en la talla de piedra como en la cerámica y
orfebrería. De estas esferas no se tenía conocimiento después de la
colonización española ya que esta zona
quedó en el olvido y las esferas estaban bajo la tierra entre la espesura de la
selva, y no es hasta que se otorgan estas tierras a la United Fruit Company
para que las ponga en producción de banano y es cuando comienzan a devastar la
selva para formar las nuevas
plantaciones en el año 1939. Al remover
la tierra aparecen estas obras maestras de la escultura indígena. En ese tiempo
estaba una arqueóloga norteamericana
estudiando las culturas precolombinas de Costa Rica, la Dra. Doris Stone, quien comienza a estudiarlas y publica sus conclusiones en 1943.
Cuando visitaba
el Museo Nacional siempre me detenía a contemplar las esferas líticas de
diferentes tamaños que se exponían en el interior y en el patio del Museo,
tratando de explicarme su misterio, y cada vez que pienso en el tema de estas
obras, me transporto a Florencia y me recuerdo de la obra de Miguel Ángel
escultor, en especial, la Capilla Médicis, donde puede uno entrar en el mundo
de este florentino en su máximo esplendor como escultor. En el último viaje que hice a la Toscana en
coche, junto con Teresa Grasa y nuestro
hijo Francisco, fuimos a Vinci, tierra natal de Leonardo, luego visitamos Pisa,
milagro de piedra inclinada, su torre. El plan era visitar Pietrasanta, centro
mundial de producción de escultura, donde el artista latinoamericano Botero
realiza sus esculturas en Italia, y
luego visitamos Carrara, de cuya montaña durante siglos se han extraído los bloques de mármol para que una vez tallados
por los escultores, emergieran las imágenes que se encontraban dentro de ellos,
como decía Miguel Ángel. Toda una
industria de canteros, transportistas, ayudantes, pulidores, aprendices, maestros
escultores, cosa que me imagino sucedería en el Valle del Diquis con la producción
artística de sus ídolos y sus esferas.
En 1975
participé junto con Teresa en la creación del Symposium de Escultura del Valle de Hecho, dirigido por Pedro
Tramullas, creándose de esta forma el primer Museo de Escultura al aire libre
de España. Entre los escultores que invitamos estaba Carlomagno Venegas de
Costa Rica y el madrileño Enrique Cabildo entre otros. La piedra que se usaba para la
realización de las obras provenía de
Peña Forca, mítico monte de los Pirineos, y me comentaba Carlomagno que había que escoger un bloque que no hubiese estado expuesto al
sol y que no tuviera grietas para que la piedra fuese mas fácil de modelar y
pulir y que no se resquebrajara al tallar las formas. Esta máxima la tendrían muy en cuenta los escultores precolombinos y eso demuestra que sus piezas están con el paso
de los siglos en perfecto estado. También
el hecho de tallar o sacar el bloque del interior de la montaña, como lo
podemos observar en la isla de Pascual con las esculturas inacabadas que están talladas en la parte interior de la
ladera de la montaña. Como las culturas precolombinas no conocían el metal tenían
que fabricar herramientas de piedra con una dureza superior a la de la piedra
que iban a tallar, para ir sacando la forma de los bloques, ya que no se puede
tallar piedras expuestas al sol. Para realizar esta cantidad de petroesferas de todos los tamaños, tenían que surtirse de
bloque cúbicos que con cálculos matemáticos muy precisos ir dándole la forma
redonda.
En el libro Costa Rica Precolombina, publicado por Luis Ferrero en 1977, hace un
estudio muy profundo de nuestra escultura indígena que hay que leer para comprender esta civilización antes de la
llegada de Colón que en el Cuarto y último viaje en 1504 estuvo en Costa Rica. Esperemos que la UNESCO
sea sensible y que este legado de las
Esferas de Costa Rica sea protegido que las que quedan en su emplazamiento
primitivo no se muevan para poder estudiar mejor su misterio
y su finalidad cósmica.
Carlos Barboza
Vargas.
Restaurador,
Miembro de ICOM, UNESCO



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