TÉMPERAS DE BARBOZA EN
COSTA RICA, 1963-1967.
La pintura al temple
o témpera es una técnica pictórica donde el pigmento se encuentra disuelto en
un agua a la que se le añade un aglutinante graso de origen animal, como es la
yema de un huevo o la caseína. Es de las técnicas pictóricas más antiguas que
se conocen desde el antiguo Egipto, en el ornamento de sarcófagos o en los
retratos de las momias de Fayum. Se usó para iluminar manuscritos bizantinos y
medievales. En la pintura de la Edad Media, tanto en el Románico como en el Gótico,
hasta el pre-renacimiento, donde Cennino Cennini (1370-1440) describió su
fórmula y la forma de trabajar la témpera. El Giotto usó la técnica del temple
al huevo. Incluso en el primer renacimiento fue usada por artistas como Botticelli
en el "Nacimiento de Venus" o "La Primavera"
y hasta Miguel Ángel la usó en sus pinturas. Se utilizó en la pintura mural al
fresco, mezclando la témpera con determinados colores para que no fueran
atacados por la cal del fresco. Hay murales de pintura al temple que se les
denomina fresco al seco por la similitud óptica con éste.
Se deja de usar en el
arte cuando se inventa la pintura al óleo (pigmento con aceite de
linaza) en los Países Bajos y esta técnica se extiende rápidamente por Europa,
siendo Leonardo y Tiziano unos de los primeros en usarla en la Italia
renacentista y en los siglos siguientes desplazó a la témpera. Resurge en el
siglo XIX y XX, lo usan los pre-rafaelistas, pintores realistas, los
puntillistas, Seurat, Sisley....., Giorgio di Chirico, Otto Dix, Picasso,
Andrew Wyeth.....
En el año 1963 en la
Universidad de Costa Rica, junto al profesor Amighetti comencé a
trabajar la pintura al temple. Me compré un cuaderno para abocetar de hojas
gruesas en las que comencé a pintar algunos temas de los que conservo tres: "Cristo
en la cruz" a vista de pájaro, con colores rojos y cálidos. "Santiago"
un retrato en colores fríos y un "Autorretrato". Más
tarde cuando trabajé en Bakit Publicidad, la témpera era muy usada para
el diseño de portadas de libros, discos gracias a su tono mate. Lo mismo servía
para retocar fotografías de anuncios comerciales iluminados con blancos para su
mejor reproducción en la prensa y revistas. Al igual que en los dibujos hechos
para reproducir en la televisión en blanco y negro.
En el año 1966 vuelvo a
utilizar esta técnica y como poseía los cartones Canson utilizados en dibujo
arquitectónico, decidí reutilizarlos por la otra cara y hacer pinturas al
temple. La primera que hice fue un retrato a mi primo "Santiago
Vargas" con una composición frontal e icónica, con un vaso de
sirope, imitando al vino y una naranja. Empleo la forma de pintar de los
puntillistas, pero en vez de puntos en pequeñas pinceladas, lo que llaman los
italianos regattino, muy usado en restauración para cubrir lagunas en
los cuadros y murales. En esa época además de pintar bodegones, pintaba
paisajes. La técnica de la témpera era muy propicia para ello. Ya que podía
pintarse en directo debido al rápido secado del material. Pinté una planta de
bananos o plátanos que se encontraba en el patio de nuestra casa en el Zapote.
También pinté una de las últimas casas de adobe que existía en la zona junto al
río María Aguilar, donde se puede ver que el tejado había perdido casi todas
las tejas y las habían sustituido por planchas de zinc.
Era un tiempo de estudio
de la historia del arte y sus creadores. Me interesaban los artistas después
del Impresionismo, como el puntillismo, Gauguin, van Gogh, Cézanne, el fauvismo
de Matisse, Picasso, el expresionismo......., y hacía dibujos y copias de sus
cuadros como: "La mujer tahitiana junto a un joven" de
Gauguin o los "Arlequines, madre e hijo" de la época
azul de Picasso. También trataba de utilizar el color y la composición de Cézanne.
Su color me descubrió los ricos y trasparentes matices del color en el paisaje
de Costa Rica.
Las siguientes pinturas
al temple las realicé sobre papel de acuarela Fabriano como es el retrato de un
"Campesino" que venía a cortar las hierbas del patio de
casa y nos fue muy familiar. Me posaba y guardo algunos dibujos de él. El que
titulo "San Martín", un niño del barrio, que tenía dos
hermanos rubios, que también los pinté al óleo en la calle del Barrio Moreno
Cañas. Mi madre Elia los trataba con afecto y los acogía en casa dándoles
comida y regalos. Continué pintando al temple dos paisajes, uno de la "Casa
rosa" dentro de la vegetación y con el volcán Irazú al fondo. Otro
muy abstracto recordando a Cézanne. Un autorretrato alargado de tonos cálidos y
de sueños.
En total conservo 13
pinturas al temple de los años 1963-1967 realizadas en San José, todas
ellas inéditas, son obras personales. Cuando las miro de nuevo en mi taller de
Zaragoza, los recuerdos me envuelven en especial en este año que cumplo 60
años dedicado al arte de la pintura, el dibujo, el grabado, la restauración
de Bienes Culturales y la investigación de las diversas técnicas que se han
usado en la historia del arte.
Carlos Barboza Vargas
Ver enlaces:
https://barbozagrasa.blogspot.com/2023/09/xilografias-barboza-ii-planchas-y.html
https://barbozagrasa.blogspot.com/2023/09/lola-fernandez-lo-abstracto-y-lo.html
https://barbozagrasa.blogspot.com/2013/07/barboza-estudiando-degas-gauguin.html
https://barbozagrasa.blogspot.com/2020/01/dibujo-arquitectonico-con-felo-garcia.html
https://barbozagrasa.blogspot.com/2018/02/dibujando-en-publicidad-bakit-de-costa.html












El primero, el de las plataneras,me encanta
ResponderEliminarMe gusta la fuerza del color y las pinceladas: tanta curva... serpientes de colores hacen el retrato
ResponderEliminarPreciosa obra!!!! Me encanta!!!
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