lunes, 9 de octubre de 2023

TÉMPERAS DE BARBOZA EN COSTA RICA, 1963-1967.












TÉMPERAS DE BARBOZA EN COSTA RICA, 1963-1967.

La pintura al temple o témpera es una técnica pictórica donde el pigmento se encuentra disuelto en un agua a la que se le añade un aglutinante graso de origen animal, como es la yema de un huevo o la caseína. Es de las técnicas pictóricas más antiguas que se conocen desde el antiguo Egipto, en el ornamento de sarcófagos o en los retratos de las momias de Fayum. Se usó para iluminar manuscritos bizantinos y medievales. En la pintura de la Edad Media, tanto en el Románico como en el Gótico, hasta el pre-renacimiento, donde Cennino Cennini (1370-1440) describió su fórmula y la forma de trabajar la témpera. El Giotto usó la técnica del temple al huevo. Incluso en el primer renacimiento fue usada por artistas como Botticelli en el "Nacimiento de Venus" o "La Primavera" y hasta Miguel Ángel la usó en sus pinturas. Se utilizó en la pintura mural al fresco, mezclando la témpera con determinados colores para que no fueran atacados por la cal del fresco. Hay murales de pintura al temple que se les denomina fresco al seco por la similitud óptica con éste.  

Se deja de usar en el arte cuando se inventa la pintura al óleo (pigmento con aceite de linaza) en los Países Bajos y esta técnica se extiende rápidamente por Europa, siendo Leonardo y Tiziano unos de los primeros en usarla en la Italia renacentista y en los siglos siguientes desplazó a la témpera. Resurge en el siglo XIX y XX, lo usan los pre-rafaelistas, pintores realistas, los puntillistas, Seurat, Sisley....., Giorgio di Chirico, Otto Dix, Picasso, Andrew Wyeth.....

En el año 1963 en la Universidad de Costa Rica, junto al profesor Amighetti comencé a trabajar la pintura al temple. Me compré un cuaderno para abocetar de hojas gruesas en las que comencé a pintar algunos temas de los que conservo tres: "Cristo en la cruz" a vista de pájaro, con colores rojos y cálidos. "Santiago" un retrato en colores fríos y un "Autorretrato". Más tarde cuando trabajé en Bakit Publicidad, la témpera era muy usada para el diseño de portadas de libros, discos gracias a su tono mate. Lo mismo servía para retocar fotografías de anuncios comerciales iluminados con blancos para su mejor reproducción en la prensa y revistas. Al igual que en los dibujos hechos para reproducir en la televisión en blanco y negro.

En el año 1966 vuelvo a utilizar esta técnica y como poseía los cartones Canson utilizados en dibujo arquitectónico, decidí reutilizarlos por la otra cara y hacer pinturas al temple. La primera que hice fue un retrato a mi primo "Santiago Vargas" con una composición frontal e icónica, con un vaso de sirope, imitando al vino y una naranja. Empleo la forma de pintar de los puntillistas, pero en vez de puntos en pequeñas pinceladas, lo que llaman los italianos regattino, muy usado en restauración para cubrir lagunas en los cuadros y murales. En esa época además de pintar bodegones, pintaba paisajes. La técnica de la témpera era muy propicia para ello. Ya que podía pintarse en directo debido al rápido secado del material. Pinté una planta de bananos o plátanos que se encontraba en el patio de nuestra casa en el Zapote. También pinté una de las últimas casas de adobe que existía en la zona junto al río María Aguilar, donde se puede ver que el tejado había perdido casi todas las tejas y las habían sustituido por planchas de zinc.

Era un tiempo de estudio de la historia del arte y sus creadores. Me interesaban los artistas después del Impresionismo, como el puntillismo, Gauguin, van Gogh, Cézanne, el fauvismo de Matisse, Picasso, el expresionismo......., y hacía dibujos y copias de sus cuadros como: "La mujer tahitiana junto a un joven" de Gauguin o los "Arlequines, madre e hijo" de la época azul de Picasso. También trataba de utilizar el color y la composición de Cézanne. Su color me descubrió los ricos y trasparentes matices del color en el paisaje de Costa Rica.

Las siguientes pinturas al temple las realicé sobre papel de acuarela Fabriano como es el retrato de un "Campesino" que venía a cortar las hierbas del patio de casa y nos fue muy familiar. Me posaba y guardo algunos dibujos de él. El que titulo "San Martín", un niño del barrio, que tenía dos hermanos rubios, que también los pinté al óleo en la calle del Barrio Moreno Cañas. Mi madre Elia los trataba con afecto y los acogía en casa dándoles comida y regalos. Continué pintando al temple dos paisajes, uno de la "Casa rosa" dentro de la vegetación y con el volcán Irazú al fondo. Otro muy abstracto recordando a Cézanne. Un autorretrato alargado de tonos cálidos y de sueños.

En total conservo 13 pinturas al temple de los años 1963-1967 realizadas en San José, todas ellas inéditas, son obras personales. Cuando las miro de nuevo en mi taller de Zaragoza, los recuerdos me envuelven en especial en este año que cumplo 60 años dedicado al arte de la pintura, el dibujo, el grabado, la restauración de Bienes Culturales y la investigación de las diversas técnicas que se han usado en la historia del arte.

Carlos Barboza Vargas

Ver enlaces:

https://barbozagrasa.blogspot.com/2023/09/xilografias-barboza-ii-planchas-y.html

https://barbozagrasa.blogspot.com/2023/09/lola-fernandez-lo-abstracto-y-lo.html

https://barbozagrasa.blogspot.com/2013/07/barboza-estudiando-degas-gauguin.html

https://barbozagrasa.blogspot.com/2020/01/dibujo-arquitectonico-con-felo-garcia.html

https://barbozagrasa.blogspot.com/2018/02/dibujando-en-publicidad-bakit-de-costa.html

 

 

3 comentarios:

  1. Anónimo9:10 p. m.

    El primero, el de las plataneras,me encanta

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  2. Anónimo2:25 p. m.

    Me gusta la fuerza del color y las pinceladas: tanta curva... serpientes de colores hacen el retrato

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  3. Preciosa obra!!!! Me encanta!!!

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