II-JAN VERMEER Y SU JOVEN DE LA PERLA, EN EL
RIJKSMUSEUM DE AMSTERDAM, 2023.
Distribuidos por los museos de Europa se encuentran las pinturas de Jan
Vermeer, a pesar de su poca producción, solamente se le catalogan 42
pinturas. Pero si un museo posee una de sus obras, ésta brilla con luz propia.
En 1986 la Galería Daberkow de Frankfurt, nos invitó a Teresa Grasa y a mí a
exponer nuestra obra en su espacio, era el mes de marzo. Aprovechamos nuestra
estancia para visitar el Instituto Städel donde se encuentra la célebre y
admirada obra del maestro de Delft "El Geógrafo". En 1995 volvimos
a Paris acompañados por nuestros hijos, Carlos y Francisco y visitamos El
Louvre, en su recorrido pudimos admirar de nuevo "La encajera" y una
nueva pintura de Vermeer "El Astrónomo", que pertenecía a la
colección de los Rothschild y que en 1983 por pago de impuestos lo adquirió el
Estado francés, hoy se encuentra en el Museo del Louvre.
"El Astrónomo" junto con el "El
Geógrafo" son dos pinturas de Vermeer que se conocen desde el siglo XVIII.
En ambos cuadros el protagonista es un hombre y la primera venta de ambos se
realizó en Rotterdam en 1713 a un precio de 300 florines. En ambos cuadros el
pintor utiliza la misma estancia y con una composición muy similar. Solamente
cambia de posición algunos instrumentos y sillas, la túnica del modelo es
similar. Algunos estudiosos lo identifican con el científico Anthonij van
Leeuwenhoeck de Delf, comerciante de telas, astrónomo, creador del microscopio
y padre de la microbiología y que era amigo del pintor. Por la forma de
componer y enfocar sus pinturas, con desenfoques en los primeros planos y
brillos en los golpes de luz, se cree que utilizaba en su cámara oscura lentes
especiales fabricados por este científico, que producen este efecto óptico.
En "El astrónomo" hay ricas
telas bordadas que cubren la mesa y pueden provenir del negocio de Anthonij.
Sobre ellas se encuentran libros de estudio, un gráfico, un astrolabio, una
esfera o bóveda celeste, que el científico mueve con su mano derecha buscando
algún detalle en el globo y la otra mano se apoya en la mesa junto a un compás.
La ventana a la izquierda ilumina la estancia y en la esquina se encuentran
libros en la parte superior del armario y la firma y fecha, MDCLXVIII, en el
frente del mismo. En la pared del fondo se encuentra una pintura de "Moisés
salvado de las aguas" del pintor Jacob van Loo.
En "El geógrafo" está vestido
con una túnica oriental azul con un ribete naranja que mira por la ventana. En
su mano derecha sostiene un compás y la otra la apoya sobre un libro que está
en la mesa. Una banqueta impide el paso al recinto, sobre el armario libros y
la esfera celeste y sobre la pared un mapa y una silla con tapicería decorada,
en el suelo mapas, está firmado y fechado en 1669.
En el año 2006 se celebró en el Rijksmuseum
los 400 años del nacimiento de Rembrandt (1606-1669), con tal motivo visitamos
por primera vez Amsterdam y La Haya. En esta exposición dedicada al maestro se
exponían obras de los pintores contemporáneos y entre ellos estaba Jan Vermeer,
Steen, Frans Hals......, el Museo Rijks guarda cuatro obras de Vermeer, como es
"La lechera", una obra maestra del arte cotidiano, que fue
adquirida en 1908 por el Estado de los Países Bajos. La pintura tiene una luz
del sol de la mañana que ilumina el fondo e iluminada por esta luz, la figura
de la cocinera que prepara el desayuno, vertiendo la leche de una jarra a un
cuenco, ambos de cerámica roja y está vestida con una chaquetilla de color
amarillo limón que cubre una camisa blanca del mismo color que la cofia. Su
delantal es azul y la falda rojiza, no lleva adornos. En el primer plano una
mesa cubierta con un mantel sencillo y sobre ella utensilios para el desayuno
como son: Una cesta de mimbre con una hogaza, diversos panes sobre la mesa
junto a una jarra de cerámica vidriada azul y un paño también azul. Colgando de
la pared junto a la ventana una cesta de mimbre para guardar alimentos y junto
a ella un calentador de cobre dorado. En el suelo un atrapa ratones y el rodapié
de cerámica celeste, con un amorcillo en azul. El pintor ha captado un instante
de la vida diaria en una familia en la cocina de su casa, logrando hacer de la
vida cotidiana arte. Luz, color y composición hacen de La lechera una obra
maestra.
Otra pintura con tema cotidiano, pero de mayor
complejidad compositiva, es decir, más barroca, es el denominado "Carta
de amor". El artista recoge un momento en que una joven trabajadora le
entrega una carta a la señora de la casa que está tocando un laúd, con collar y
pendiente de perlas, la chaquetilla es amarillo limón, del mismo color es la
falda. La joven empleada viste con blusa ocre verdoso, delantal y falda azul,
con camisa, cofia y cinturón blanco, al fondo en la pared una tapicería dorada
y roja, en este conjunto óptico del cuadro Vermeer ha usado los tres colores
primarios, creando una rica armonía de tonos fríos, produciendo una luz cálida.
La chimenea y dos paisajes holandeses terminan de enriquecer el espacio. La
estancia del primer plano, está en sombra para resaltar el motivo central. Aquí
se encuentra una silla con trapos y partituras musicales y una cortina con
brocados. En el suelo los utensilios de limpieza, una escoba y un par de
zapatillas, una cesta con ropa y un cojín, seguramente dejados por la empleada
mientras iba a la puerta a recoger la carta recién llegada. Bello cuadro donde
se juntan la música y la vida cotidiana en una casa de Delft.
Otra pintura con la temática de una carta,
pero esta vez la modelo es su mujer embarazada con chaquetilla azul que lee una
carta frente a la luz de la ventana. Es importante hacer notar que las mujeres
de Vermeer, saben leer y escribir y en sus mesas se encuentran siempre libros.
Las sillas que están en la habitación tienen cabeza de león y tapicería azul.
En la mesa se puede ver un libro y un collar de perlas, al fondo de la pared un
mapa.
Vincent van Gogh se quedó impresionado con
esta pintura y escribió a su amigo el pintor É. Bernard lo siguiente:
"¿Conoces a un pintor llamado Jan van der
Meer? Pintó una señora holandesa, bella, muy distinguida, que está encinta. La
paleta de este extraño artista comprende el azul, el amarillo limón, el gris
perla, el negro y el blanco. Es cierto que en los cuadros que ha pintado se
puede encontrar todo un conjunto de colores; pero reunir el amarillo limón, el
azul apagado y el gris claro es característico en él, como en Velázquez
armonizar el negro, el blanco, el gris y el rosa....Los holandeses no tenemos
imaginación pero tenemos un gusto extraordinario y un sentido infalible de la
composición." Un genio habla de otro genio, compatriota,
con gran acierto.
"La callejuela de Deft" c. 1657, tiene una luz primaveral que invade el cuadro, la enredadera
de la izquierda está cubierta de flores azules. Los niños juegan en la calle,
mientras una mujer cose en la puerta de su casa y otra en la callejuela lateral
lava ropa. El cielo azul está invadido de nubes blancas y el ladrillo rojo
cubre un segundo espacio y a media altura está cubierto de cal. Vermeer sale de
su estudio y se encuentra con la luminosidad de la calle, al igual que Velázquez
en Roma que pintó cuadros al "plein air", en los jardines de
la Villa Médici en 1648. Hay un gran paralelismo entre estos dos pintores.
Una vez que estás en Amsterdam el trasladarse
a La Haya es fácil por las buenas comunicaciones que hay entre las dos
ciudades. En esta ciudad de la Justicia Universal se encuentra el Museo
Mauritshuis que protege grandes obras de arte, junto con las de Vermeer,
están importantes obras de Rembrandt, como "La lección de Anatomía del Dr.
N. Tulp", Rubens......, de Vermeer hay tres pinturas fundamentales y una
de ellas es "Diana y las ninfas".
Diana o Artemisa, es la diosa de la caza, de
los bosques y la luna y el pintor la identifica con una diadema en la cabeza
con la media luna. El pasaje más universal es cuando la diosa se encuentra
desnuda bañándose en el río junto a las ninfas y el cazador Acteón las ve.
Diana entró en colera y lo convirtió en un ciervo, siendo a continuación
devorado por sus perros. Lo que Vermeer, al que no se le conocen pinturas de
desnudos femeninos, representa a Diana vestida y una ninfa le limpia los pies,
mientras un perro la mira atentamente, es el único animal que se encuentra en
un cuadro de este artista y el único detalle que conecta con el mito de Acteón.
Esta pintura tiene influencia italiana de su primera época como pintor, al
igual que las pinturas religiosas de "Santa Práxedes", c. 1655,
"Cristo en casa de Marta y María" o el tema pagano y de taberna como
es "La Alcahueta o Celestina" donde se quiere ver su único
autorretrato en el personaje que mira al espectador con un vaso de vino, en la
parte superior izquierda de la composición.
Otra de las piezas básicas de su producción
pictórica es la "Vista de Delft", c. 1660. El pintor estudia
se ciudad de nacimiento desde la canal de Rotterdam a la otra ribera del río,
desde donde puede observar todos los edificios principales que la componen, con
una luz de atardecer que ilumina las edificaciones del corazón de la ciudad. Se
puede observar la zona del puerto, las murallas, la puerta Schiedam con su
reloj, la torre de la Iglesia Nueva donde fué bautizado y la torre de la
Iglesia Vieja donde está enterrado. Esta vista panorámica de Delft nos produce
sensaciones de atardecer, la humedad del río junto con las sombras del puerto y
la lluvia que nos anuncian sus nubes. Para lograr estos efectos utiliza la
técnica pictórica del puntillismo, que le acerca al siglo XIX con los
impresionistas.
Para Marcel Prust es el más bello cuadro del
mundo. También en el taller de Velázquez se produjo una pintura muy similar,
"Vista de la ciudad de Zaragoza" de 1647, desde la margen izquierda
del río Ebro, muy similar a la de Jan. En el primer plano de la ribera se
encuentra gente que pasea, en el segundo plano el río y el puente de piedra
roto después de una gran riada y al otro lado del río la ciudad con sus
edificios. La composición es muy similar a la de Delft. Está firmada por su
ayudante el pintor Martínez de Mazo, casado con su hija, pero el concepto y
color es de Velázquez.
"La joven de la perla y turbante" es la culminación de los retratos que hace Vermeer de sus hijas,
llamados tronie, que son retratos pequeños en los que se encuentran personajes
con atavíos exóticos o haciendo gestos, un género pictórico bastante extendido
en los Países Bajos de esa época, en el caso de esta joven con un turbante
turco. La pintura la conservó el artista, ya que aparece en su inventario
después de su muerte. La joven está pintada con una pose de tres cuartos con
unos ojos luminosos y húmedos que nos miran con atención. Su boca es delicada
con los labios entreabiertos, lleva chaqueta ocre amarillo y un turbante de
color azul que tiene una banda amarilla que cae sobre la espalda, donde
sobresale parte de la blusa blanca la cual se refleja en la perla cristalina.
El fondo es neutro oscuro. La pintura se encuentra en un estado muy delicado
por las limpiezas y caídas de la capa pictórica, sin embargo sigue trasmitiendo
toda la belleza y amor con que el pintor la realizó.
En Viena en el Kunsthistorisches Museum
se encuentra una de las obras más importantes de Vermeer "El pintor
trabajando en su estudio" o "La alegoría de la pintura"
c.1666. Es una pintura íntima, donde el pintor nos abre su estudio y su forma
de trabajar. Aunque el pintor se encuentra de espalda, se puede considerar un
autorretrato. Este cuadro coincide en composición y estudio de la luz con las
"Meninas" de Velázquez de 1656. Tienen un formato cuadrado y en el
primer plano del de Jan se encuentra una cortina de ricos brocados y en el
mismo espacio Diego coloca un bastidor donde se puede ver al sevillano
trabajando con el pincel en la mano derecha, su paleta y el tiento en la otra.
El espacio de Vermeer está acotado por sillas, mesas y el taburete donde se
sienta el artista pintor frente a su caballete donde sujeta el tiento con la
mano izquierda y con la otra el pincel con color azul, apoyado en el tiento. El
espacio de Velázquez está cubierto de personajes palaciegos, mientras la luz
entra por una ventana a la derecha iluminando los siete personajes y un perro
en el primer plano. La luz en el holandés entra por la ventana izquierda que
ilumina a su modelo con un vestido azul, un libro, una trompeta y una corona de
hojas azules, que es lo primero que pinta. En la pared del fondo de las Meninas
en tonos sombríos se encuentran dos pinturas y un espejo donde se reflejan los
modelos que pinta, los Reyes de España. En la pared de Vermeer cuelga un mapa y
sobre el techo cuelga una lámpara dorada rematada con el águila bicéfala de los
Augsburgo españoles, que dominaron los Países Bajos. Finalmente Velázquez abre
el espacio del estudio con una puerta donde se encuentra un personaje a
contraluz. Ambos nos enseñan el estudio pero no nos invitan a entrar en él.
Tanto Velázquez como Vermeer revolucionarán el
arte de la pintura y su concepto pictórico. Esta forma de pintar el entorno
donde vivían uno en su casa de Delft y el otro en palacio, es comprendida por
Goya, pero no es hasta el siglo XIX que toma fuerza con el nacimiento del
Impresionismo. "La joven de la perla" y el "Estudio del
pintor" los conservó el pintor hasta su muerte y su mujer Catharina, quiso retener el taller para la familia
entregándoselo a su madre en pago de los 1000 florines que le prestó al
artista. Los acreedores implacables se lo quitaron. La familia quedó en penuria
y tuvo que pagar la compra de pan con cuadros de su marido. Otro grande que
muere en la pobreza, pero su obra habla de la riqueza de su alma.
Carlos E. Barboza Vargas. Miembro del
ICOM-UNESCO.
Fotos de Teresa Grasa y Barboza. Archivo
Barboza-Grasa.
Ver enlaces:
https://barbozagrasa.blogspot.com/2023/03/jan-vermeer-en-el-rijksmuseum-de.html
https://barbozagrasa.blogspot.com/2016/03/real-pinacoteca-mauritshuis-de-la-haya.html
https://barbozagrasa.blogspot.com/2015/10/goya-junto-hals-rembrandt-vermeer-en-el.html










No hay comentarios:
Publicar un comentario