viernes, 25 de febrero de 2022

GOYA ADMIRA A CORREGGIO EN PARMA, 1771.











GOYA ADMIRA A CORREGGIO EN PARMA, 1771.

Francisco, el pintor de Fuendetodos, quiere dejar huella en su taccuino de lo que vió y admiró en su viaje por Italia y escribe: "....in Parma el gran cuadro di Correcho..". El gran pintor renacentista Antonio Allegri da Correggio,(1489-1534) se estableció en Parma, desarrollando en esta ciudad sus mayores y geniales pinturas, tanto en lienzo al óleo como en pintura mural al fresco. Se forma en Mantua en el taller de Mantegna y cuando visitó Roma en 1517-18 se influencia por la pintura de Miguel Ángel y Rafael. Regresa a Parma y comienza a pintar para las iglesias y conventos, como en las Benedictinas, donde pintó la sala de la Abadesa Giovana de Piacenza, su protectora, en 1519. A continuación en 1520 le encargan las pinturas de la cúpula de la iglesia de San Juan Evangelista, donde desarrolla todos sus conocimientos técnicos y pictóricos, recurriendo a escorzos y rotura de los espacios celestes, que van a ser usados por la pintura barroca, un siglo después.

Debido a su éxito es llamado para pintar la cúpula del Duomo o Catedral, del siglo XIII, que se está remodelando pictóricamente para adaptarla a los nuevos tiempos, con pintores renacentistas. Correggio empieza a pintar la cúpula, pintando una revolucionaria obra, pictórica y conceptualmente, "La Ascensión de la Virgen", con escorzos donde los cuerpos se elevan junto a la Virgen a un cielo abierto y su hijo la espera en el centro de la composición, en un escorzo único que da fuerza y movimiento a la escena. Es toda una lección de la nueva pintura, la cual Goya admiró. Más tarde, en 1774, el maestro neoclásico Mengs visita Parma y dice del pintor y de esta obra, lo siguiente: "El Apeles de los Pintores modernos a la par de que el ha poseído la suma gracia del Arte", y la cúpula de la catedral "es la más bella de todas las cúpulas, de las pintadas antes y después de él".  En este trabajo tuvo como ayudante a Parmigianino, luego genial manierista. Correggio terminó disgustado con los canónigos de la catedral y la iglesia la terminaron de decorar, los pintores como Latanzio Gambara y B. Gatti, con grandes paños en la nave central con escenas de la "Vida de Cristo".

Correggio no solamente pintaba al fresco, si no que era un gran pintor de pintura al óleo y fue dejando muestras de ello en las iglesias y palacios para los que pintó y una de las telas más celebradas es: "La Virgen con el Niño con San Jerónimo, el león, un ángel y la Magdalena", pintada para una capilla de la Iglesia de San Antonio por encargo particular y expuesta en 1526. Tras la demolición de la iglesia, pasó a manos privadas y en 1765 es comprada por el Gobierno de Parma, para exponerla en la Academia de Bellas Artes y que fuera la admiración de los visitantes al Museo y de seguro Goya también pudo admirarla. En el año 1793 Moratín escribe de esta pintura de la siguiente forma: "El famoso cuadro de Correggio, donde representa a la Virgen con el Niño, S. Jerónimo, la Magdalena y un ángel, encanta; me parece justa la crítica que se ha hecho del niño no tiene dignidad; es cierto, aquel niño no es una divinidad; es un chiquillo como todos los demás; pero ¡qué viveza tiene! ¡Qué inquietud!"......."Este cuadro está lleno de gracia y expresión, y tiene la frescura de colorido, que ha cierta distancia parece que acaba de salir de manos de aquel gran artífice". La devoción por la Virgen María en Parma es grande y por eso podemos encontrar en las paredes exteriores de las casas pinturas murales dedicadas a María y el Niño y la influencia del Correggio es grande entre los pintores posteriores. Goya en el Cuaderno tiene un dibujo a lápiz repasado con tinta bistre de una Virgen con Niño, muy a la manera de este gran pintor, en especial el niño y también un dibujo a lápiz muy suave de la Virgen de El Pilar, rodeada de angelillos.

La relación de Correggio con Mantua se mantiene y es llamado en 1530 por Isabel de Este, para que pinte en su Palacio Tè. Para esas fechas el Rey Carlos I de España va a ser coronado Emperador en Bolonia y Federico de Gonzaga, Duque de Mantua le encarga cuatro lienzos a Correggio para regalárselos al Emperador español. Se escogieron los siguientes temas mitológicos: "Danae", "Leda y el Cisne", "Danae y Zeus" y el "Rapto de Ganímedes". El pintor en plena madurez pictórica y sabiendo para quien iban sus obras, realiza cuatro obras maestras de tema mitológico, consagrándose como uno de los grandes maestros de la pintura.

Desde estos años la relación de España con Parma es continua. Carlos V intervino en la implantación de la Familia Farnese como duques de Parma y Plascencia después de una reunión en 1543 con Alejandro Farnese como Pablo III, Papa de Roma, en Busseto y el Papa crea un reino para su hijo Pier Luigi, que es asesinado, por los nobles descontentos con su gobierno. Pero la historia del territorio parmesano es rica en acontecimientos y en la creación de grandes obras de arte, desde la antigüedad. Fue ocupado por los Galos y luego por los Celtas y en el siglo II por los romanos fundando la ciudad de Parma y la une a través de la via Emilia con Plascencia. Su máximo esplendor lo alcanzó bajo el dominio de Augusto, entrando en crisis económica cuando la decadencia del Imperio.

Entre 553 y 568 estuvo bajo dominación bizantina, denominada Crisópoli. Más tarde fue ocupada por los Longobardos y en 570 empieza su periodo medieval con la ocupación carolingia y es gobernada por el Obispo, Conde Guibodo en 1037. La ciudad sufre una transformación urbanística construyéndose el Palacio Obispal, el Duomo o Catedral, documentada en 1092, sobre una iglesia Paleocristiana donde se conserva la Cripta, al lado el claustro canónico y en la plaza junto al Duomo en Bautisterio octogonal de 1196, diseñado por el arquitecto y escultor Benedeto Antelami y su torre que termina con el Ángel del Duomo. Federico Barbarossa hizo fortificar el palacio y se crearon diversos palacios civiles de familias poderosas, monasterios y conventos de monjas y barrios de artesanos terminándose de ampliar las murallas entre 1230 y 1261, creándose una de las más bellas ciudades medievales de Europa que todavía se conservan sus edificios principales. El Ducado de Parma entra en una época convulsa, siendo invadida por el Ducado de Milán y gobernada por los Visconti entre 1346-1447; más tarde toman el poder los Sforza que gobiernan de 1449-1499. Luego los franceses que conquistan el Ducado de Milán, y empieza un vacio del poder central en Parma, lo que la nobleza local aprovecha y toman fuerza los conventos Benedictinos, tres de mujeres y uno de hombres segundones, que junto a los Palacios, gobiernan la ciudad. Es la época en que Correggio pinta en la ciudad y muere en 1534 abandonado y arruinado.

En 1543 se crea en Parma y Piacenza el Estado Farnesiano, como hemos dicho, muy relacionado con España. Los Señores o familias locales se revelan, por el aumento de impuestos y pérdida de poder, asesinando a Pier Luigi Farnesio en Piacenza en 1547. Toma el poder el otro hijo del Papa León III, Octavio Farnese y centra la administración central en Parma, creando el Palacio de el Jardín, diseñado por Viñola en 1561. Octavio era General de Felipe II y lo envía a los Países Bajos, como gobernador. Le sucede en el cargo Ranuccio de 1592 a 1622 y a la muerte de este, gobierna su hijo Alessandro, que termina la Residencia de los Farneses y construye el Palacio denominado de la Pilota, por la construcción de un gran frontón para que las familias nobles jugaran a la Pilota o pelota con raquetas. Los Farneses realizaron grandes edificios y modificaron la estructura medieval de la ciudad y trajeron artistas de Roma, que trabajaron en sus palacios de esta ciudad. Construyeron dentro del Palacio de la Pilota el Teatro Farnese de madera y decorado con ricos estucos y estatuas, se vivió una época de fiestas y espectáculos. Con Antonio Farnese 1727-1731, al no tener hijos, se extingue la estirpe Farnese en Parma.

El 25 de octubre de 1692 nació Elisabetta de Farnesio, hija de Eduardo II de Farnesio y Dorotea Sofías, tercera en la línea sucesora de Parma. Se casó en 1714 con el Rey viudo de España, Felipe V de Borbón, es madre de los Infantes Carlos, Luis y Felipe, que más tarde iniciarían la dinastía de los Borbones en Parma. Al no tener descendencia Antonio Farnese, la Reina Isabel hereda el Ducado y envía en 1731 como Duque a su hijo primogénito Carlos, para que reine en el ducado, gracias al acuerdo de Aja de 1720, como Carlos I. En 1734 los Borbones vuelven a poseer el Reino de Nápoles y Sicilia y Carlos se traslada a este reino, desalojando de obras de arte los palacios de Parma, Piacenza y Colomo, llevándoselos a Nápoles. Tras un breve periodo del mando austriaco, Felipe de Borbón toma el mando de Parma, Plascencia y Guastalla, convirtiéndose en Duque como Felipe I. Se casó en 1739 en Alcalá de Henares con Luisa Isabel de Francia, hija de Luis XV, Rey de Francia.

Una vez establecidos en Parma, llamaron a arquitectos, artistas y artesanos franceses y Luis XV envía como asesor a Guglielmo du Tillot que es nombrado Ministro de Finanzas en 1749 y luego Primer Ministro en 1759. Se crea en la corte un gusto parisino en lo urbanístico, encargando al arquitecto francés Edmundo Petitot está labor y le da también esplendor al mundo cultural, centrando en el Palacio de la Pilota la vida artística, creando la Academia de Bellas Artes en 1752 y con ella los concursos para artistas jóvenes de Italia y extranjeros, Goya participa en el celebrado el año 1771. Luego se crea la Biblioteca Palentina en 1762, El Museo de Antigüedades, con las obras encontradas en la ciudad romana de Veleida. Se creó la Stampería Ducal en 1768, gracias a que se estableció en la ciudad el tipógrafo y grabador Giambattista Bodoni, un revolucionario de la tipografía y de la imprenta. En 1765 a la muerte de su padre Felipe I, hereda el ducado y reina como Fernando I, casado con María Amalia de Austria. Bajo estas autoridades es que Goya participa en el concurso y visita la ciudad, quedando impresionado por su urbanismo y el arte, desde la época medieval, renacimiento, barroco y neoclásico francés, de ahí es que escribiera en el taccuino que fue de las ciudades italianas que más le gustó.

La vida se mueve en círculos, como la Divina Comedia de Dante, y en esa ciudad donde se le nombra por primera vez oficialmente una pintura suya, el Aníbal, nace una mujer que lo va a proteger en su madurez. María Luisa de Parma, hija de Felipe I y Elizabeth, nace el 9 de diciembre de 1751. Ella y su hermano Fernando quedan huérfanos de madre. Reciben una educación francesa y liberal por parte del Abad Etienne B. de Codillac. María Luisa a los 12 años fue comprometida con su primo carnal el Príncipe de Asturias Carlos, futuro Rey de España, se casaron en 1765, ejerciendo gran influencia sobre su marido. Años más tarde en Madrid, la Princesa María Luisa de Parma será una admiradora y protectora de Goya en la Corte, le gusta su pintura y así lo atestigua en una carta a su amigo Martín Zapater de enero de 1779 y le dice: "......Si tuviera mas despacio te contaría lo que me onro el rey (Carlos III) y el principe (Carlos) y la princesa (María Luisa) que por gracia de Dios me proporcionó el enseñarles cuatro cuadros, y les bese la mano que aun no abia tenido tanta dicha jamás, y te digo que no podía desear mas en cuanto a gustarles mis obras, segun el gusto que tubieron de berlas y las satisfacciones que logré con el Rey y mucho mas con sus altezas. Y despues con toda la grandeza gracias a Dios, que yo no merecia ni mis obras lo que logré...."

Seguramente con la Princesa María Luisa hablaría Goya en italiano y le recordaría a su patria natal Parma, hablándole de sus bellezas artísticas y que estuvo en Italia a sus expensas. Cuando el Príncipe de Asturias subió al trono como Carlos IV y María Luisa como Reina consorte, lo nombraron Pintor Real, entrando en la intimidad familiar, como lo demuestra unas de sus obras maestras, "La familia de Carlos IV". 1800-01, donde Goya se incluye como uno más de la familia. Parma es el principio de su triunfo como pintor y una Reina nacida en Parma lo eleva a las cimas de la gloria pictórica.

Carlos E. Barboza Vargas y Teresa Grasa Jordán.

Miembros del ICOM-UNESCO.

Nota: En el 2006 estuvimos por última vez Parma, junto con nuestro hijo Carlos y en el Duomo o Catedral visitamos una capilla lateral de la iglesia dedicada a la Virgen del Pilar, adornada con una pintura del siglo XIX, donde se observa a Santiago junto a la columna y la Virgen en ella a orillas del río Ebro. Goya tiene un boceto a lápiz en el taccuino de la Virgen del Pilar, ¿se inspiraría recordando a Zaragoza y su Virgen en Parma?

Ver enlace:

https://barbozagrasa.blogspot.com/2022/02/goya-y-anibal-de-facil-pincel-en-parma.html

 

 

   

  

 

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