En las
anteriores entradas del blog, hicimos un análisis de las pechinas de Los Cuatro
Padres de la Iglesia Latina pintadas por Goya en Remolinos. En el territorio
aragonés se encuentran más pinturas sobre este tema con pequeñas variaciones iconográficas, como
son las de Calatayud, Muel y Luesma. En este último lugar se encontraban cuatro
pechinas pintadas en la Iglesia de Nuestra Señora de La Junquera; hoy sólo
queda la torre mudéjar ya que el abandono después de la guerra del 36 ha hecho
que se derrumbe la nave y la cúpula, pero es gracias a las publicaciones y las
fotografías, que podemos reconstruir lo imponente de esta obra de Goya. En la revista Aragón
de diciembre de 1929, se publica un artículo
sobre este tema en las páginas 233-235, escrito por Cristóbal Pellegero, Catedrático
de Instituto en Pamplona y con fotos de Juan Mora. Otro documento lo
encontramos en el Catálogo Monumental de España, en los tomos dedicados a
Zaragoza y escrito por el Catedrático e investigador de Historia, D. Francisco
Abad Ríos, en 1957, en el que se encuentra un apartado dedicado a Luesma. Tras
un viaje que hicimos a Luesma con el sacerdote Javier Calvo, el periodista Juan
Dominguez Lasierra, la restauradora Teresa Grasa y yo, en 1982, publicamos en el Heraldo de Aragón del 19 de septiembre
del mismo año el artículo En busca de
Goyas perdidos.
El profesor Cristóbal Pellegero nos narra en la revista Aragón, que se trasladó con su hermano José, Ingeniero Industrial, que era aficionado al Arte, a Luesma, pueblo de donde procedía su padre, y que dio un legado para reparar las pinturas de Los Cuatro Padres de la Iglesia. Más tarde se traslada con tres miembros del SIPA, el pintor dibujante y cartelista Francisco Cidón Navarro, el gran fotógrafo aragonés Juan Mora Inza, miembro también de la SFZ y colaborador del Heraldo, y el sacerdote catedrático de la Universidad de Zaragoza, Pascual Galindo Romeo, tres personalidades aragonesas, un pintor, un fotógrafo y un reputado catedrático de Historia, válidos para certificar como de Goya estas pechinas. Pero veamos que nos dice el Sr. Pellegero sobre ellas:
…” Resaltan a primera vista por su relieve, su
gran sentido decorativo y la gama caliente de su coloración. Representan las
dos más próximas al altar mayor, la de la derecha a San Ambrosio, la de la
izquierda a San Gregorio (Papa), y las mas apartadas, la de la derecha muy
deteriorada por la acción de la humedad, a San Gerónimo mientras que la
izquierda es la imagen de San Agustín,…..
Las impresiones recogidas de mis
compañeros de excursión, en relación con los datos encontrados en la rebusca
hecha en los Libros de la Parroquia por el Sr. Galindo y el que suscribe,….no
hay dato sobre al fecha de su ejecución; mas en uno de los libros parroquiales
existe una nota del párroco, Sr. Liberos, en que, refiriéndose a años en que
gobernaba la Parroquia, consigna que la Iglesia nueva fábrica de 1774 al
78………La colocación suelta espontanea,
natural, de las figuras, como flotando en la atmósfera, recuerda el estilo
decorativo de Tiépolo, ……….. en general, se observa cierta sujeción al
academicismo de tipo italianista, reinante y ejecución demasiado estudiada,
carácter de que tampoco se hayan exentas del todo las obras de Remolinos ni las de la Cartuja…….
Años mas
tarde, el Catedrático Abad Ríos, vuelve a insistir sobre la autoría de Goya de
estas pechinas, en el Catálogo Monumental de 1957, y nos dice en la página 442:
LUESMA. Parroquia de Nuestra Señora de La
Junquera. …..Las pechinas que sostienen la cúpula están decoradas con unas
pinturas de los Santos Padres hechas al
fresco, semejantes a las de Fuendetodos y Muel y que se atribuyen a Goya, (fotos
nº 1147 y 1150). Actualmente, y a
consecuencia de la guerra civil, está el edificio casi totalmente destruido.
En el año
1982, después de restaurar la cúpula Regina
Martyrum, atraídos por la figura de Goya muralista en Aragón, nos llamó la
atención las fotos de Mora publicadas en el Catálogo de Abad Ríos. Con nuestros
amigos Juan y Javier pusimos rumbo a Luesma, carretera de Teruel, y luego el 19
de septiembre de 1982, en el Heraldo de Aragón dimos fe del viaje, con el
artículo En busca de Goyas perdidos. Estas
pechinas, según las fotos, son iconográficamente muy similares a las que pintó
en Calatayud, igualmente su factura es muy similar al Relicario de Fuendetodos.
Solamente difiere San Ambrosio que aquí
mira de frente y tiene un templete detrás, en cambio en Calatayud está leyendo
de perfil. En las demás, San Agustín tiene el corazón ardiendo en la mano
izquierda, San Gregorio Magno con mitra papal, y San Gerónimo, de Cardenal con
un leoncito a los pies. Tienen una
cierta dureza de ejecución debido a que,
posiblemente cuando se hicieron
las fotos, ya habían sido restauradas, como narra el Sr. Pellegero, a su costa,
y la costumbre de la época era repintar al temple la pintura mural. (Como
sucedió en El Coreto y Regina Martirum, en las intervenciones
anteriores a nuestra restauración). En Remolinos y Muel los Santos Padres están
representados como Obispos, con algunas variaciones entre unos y otros, ya que
Goya se resiste a repetir una única imagen.
Carlos
Barboza Vargas.



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