No
es lícito que uno de los mejores cuadros de un niño en la historia del arte
universal, esté secuestrado en la bodega
de un banco, sin que el pueblo español reclame su presencia en uno de su
Museos. No se puede negar al gran público disfrutar de este niño que no juega,
sino que trata de aprender música, con
una batuta de papel en la mano y un pentagrama al fondo. Nos estamos refiriendo
a Marianito, nieto del genio aragonés de Francisco de Goya, que lo pintó sobre
un soporte de tabla de 59x47cms., cerca
de 1815, y dejando constancia el autor escribió: Goya a su nieto.
La
última vez que vi el cuadro fue en 1983 durante la Exposición realizada en el
Museo del Prado, siendo director Alfonso Pérez Sanchez, que se titulaba: Goya en las colecciones madrileñas, con
textos del director del Museo, el Alcalde de Madrid, Enrique Tierno Galván,
Federico Sopeña y los goyistas Pierre Gassier, Nigel Glendinning, Julián
Gállego, y dirigiendo la catalogación Enrique Lafuente Ferrari. En los textos del catalogo encontramos muchas
referencias a este cuadro que era una de las estrellas de la exposición, y se le
había declarado Bien de interés Cultural, BIC. Por ejemplo, Julián Gállego en
su texto Los retratos de Goya, dice:
…de ese matrimonio nacerá el amadísimo
nieto de Goya, Marianito, al que, a no dudar, dibujaría mucho. Nos quedan de ese vástago ilustre y desdichado
tres maravillosas efigies. La primera de cuerpo entero, terciopelo y seda, en
pie ante un carricoche de juguete (cerca
de 1808, colección Larios, Málaga). La segunda, incomparable, de gusto, con un
sombrero de copa 1813-15, (colección Alburquerque de Madrid), uno de los mas
tiernos retratos de este pintor de niños; y la tercera, (1827, colección
particular Lausana), busto romántico
resuelto y expresivo…… Luego,
Lafuente Ferrari en su análisis del catálogo nos dice del cuadro:..(Cat.48)…Hay pausas de serenidad entre esta
producción de inmediata posguerra; lo prueban en el encantador retrato de
Marianito, el nieto del pintor que, tocado con un sombrero de copa, finge
dirigir una orquesta, frente a una partitura…….
El
domingo 22 de mayo de 1983 en el nº 36 del Semanal
del Heraldo de Aragón, cuya portada
es el retrato de Marianito, hice un
análisis de la Exposición que titulé Goya
o el misterio de la creación, y hablé de este singular cuadro….Marianito de Goya con su sombrero de copa,
su pentagrama y su papel como batuta, hacen que Goya deje correr toda su
ternura….En Marianito, esa visión de abuelo que pone sus esperanzas en el niño
que es la continuidad de su nombre, a quien retrata en un momento muy infantil,
detiene el instante para hacérnoslo eterno, en el que un niño juega a la música……
Siendo
un cuadro declarado como Bien Cultural, de pronto se paraliza su adquisición
para El Prado, al parecer, una funcionaria frena la operación. Todos los sabios
callan, se dice que es el soporte de tabla entre otras cosas, una de las
causas, como si el soporte tuviera algo que ver con lo que se pinta encima.
Seguramente
Goya después de las guerras napoleónicas tiene escasez de telas o le apetece
pintar sobre tabla y posee seis tablas de muy parecido tamaño y una el doble de
las otras. Sobre ellas publiqué en la sección de técnica, en el libro Goya en el camino de 1992 y entre otras cosas dije: …Goya realiza una serie de asuntos de tema
social, sobre tabla, en los cuales trata los siguientes temas: Procesión de los flagelantes, 46x73cms. Tribunal de la Inquisición, 46x73
cms. Interior de un manicomio, 45x72 cms. Corrida de un pueblo, 45x72 cms. El
Entierro de la sardina, 82x60,
pudiéndose adjuntar también el Autorretato
de Goya 51x56 cms. firmado Goya, 1815. Estos cuadros aparecen en el Inventario
de sus bienes en 1828……..Goya tiene una gran vocación muralista, y le gustan
los soportes rígidos. Desde el Relicario de Fuendetodos hasta las pechinas de Calatayud y Remolinos, utiliza la tabla para crear, ahora
de viejo, vuelve a usar soportes
rígidos, como el cobre en grabado, la
hojadelata en la pintura, el marfil, la piedra litográfica y la tabla. Esta
serie de pinturas se encuentran en el Museo de la Academia de San Fernando de
Madrid, donadas por Manuel Garcia de la Prada, que fue Alcalde Corregidor de
Madrid y amigo del pintor. El
soporte sobre tabla que contiene la pintura de Marianito con sombrero de copa
tiene similares dimensiones que las anteriores tablas, y sería justo que
acompañase a éstas formando un conjunto
de una belleza enorme. La Academia de San Fernando trató de comprar este cuadro
en el año 2003, por 600.000€. Sería un acierto que lo adquiriera para su
Museo.
En el 2001 se produce la descatalogación de El Coloso por los mismos empleados de El Prado, al igual que la de La Lechera de Burdeos, todos han sufrido esta intoxicación, curiosamente todas obras maestras de la pintura. Hice un dibujo para la ocasión, que titulé Aquelarre goyesco en el Prado. Recientemente ha salido a subasta en Sotheby´s de Nueva York el último retrato que Goya hizo a su nieto, y en su reverso dejó escrito: Goya a su nieto en 1827 a los 81 años de edad. El periodista Antón Castro en el Heraldo de Aragón, el 31 de enero de 2013, hace un análisis del destino de las tres pinturas de Goya que titula: Sotheby´s subasta hoy en Nueva York el último retrato que Goya pintó a su nieto. Al día siguiente en el mismo periódico se publica una noticia que titula: El retrato de Mariano de Goya se queda sin adjudicar en Sotheby´s de Nueva York. Parece ser que las mismas personas han sembrado dudas sobre la autoría de este cuadro.
Mariano nació en Madrid, en 1806, y es hijo primogénito de Francisco Javier de Goya y Gumersinda Goicoechea, este tierno niño crece y se vuelve un bon vivant, comenzando a vivir de la fortuna de su abuelo y sus padres, vende cuadros, dibujos, planchas calcográficas, teniendo como intermediarios a la familia Madrazo y algunas de estas piezas las compró el pintor oscense Valentín Carderera. Se casa dos veces, tiene varios hijos, hace negocios con la Desamortización, fracasa, vive desterrado de Madrid, lleno de deudas, primero en Bustarviejo y finalmente en La Cabrera, donde muere en 1874.
Parece
que su destino es el destierro, como le sucede a las pinturas hechas por su
abuelo Goya, una en el fondo oscuro de la bodega de un banco y la otra desterrada de las subastas, gracias a
dos funcionarias de El Prado. Pero como
todo no es eterno, y la pintura es mas perdurable, espero que en el futuro todo
vuelva a su cauce, y Marianito de Goya que es un cuadro de luz y belleza, se
exponga de nuevo, no puede estar en la oscuridad de la Historia.
Carlos
Barboza Vargas
Miembro
de ICOM.



Marianito de Goya, siempre seguirá cantando su música, mientras su abuelo Francisco de Goya lo pinta.........
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