El
fotógrafo alemán Gustavo Freudenthal se
instaló en Zaragoza en 1906, después de aprender el arte fotográfico con los
fotógrafos Napoleón en Barcelona y Franzen en Madrid, con el título concedido en la
capital como “Proveedor de la Casa Real”. Se instala en la planta baja del nº
31 del Coso, con el nombre de Art-Studio
G.Freudenthal, convirtiéndose así en uno de los ms importantes e influyentes fotógrafos en el ámbito aragonés,
pasando por su objetivo casi todas las familias zaragozanas. 106 años después, el
Paraninfo de la Universidad de Zaragoza, le dedica una amplia exposición
retrospectiva para recordar a este insigne fotógrafo, en colaboración con la Real Sociedad Fotográfica
de Zaragoza, que este año cumple sus 90 años de existencia.
Todo
este movimiento por recuperar la figura del fotógrafo Freudenthal, nació
gracias al estudio y publicación del libro del profesor de Física, Javier
Turrión Berges que, interesado por la figura de Albert Einstein en Zaragoza,
tuvo la oportunidad de contactar con los familiares descendientes de
Freudenthal, y buscando datos sobre la estancia de Einstein, encontró una mina
fotográfica, sobre la memoria histórica de las familias zaragozanas, y otros
acontecimientos de la vida de Aragón a
principios de siglo. Para que este acontecimiento en el Paraninfo fuera
posible, la Real Sociedad Fotográfica de Zaragoza, continuando con su fin de
difundir el arte fotográfico, y nuestro presidente Julio Sanchez Millán, se han
volcado en organizar y fotografiar la obra de Freudenthal, pidiendo a los
socios de la misma, si poseían obras del fotógrafo alemán, respondiendo a esta
solicitud, José Luis Gota Pellegero,
José Luis Cintora, Isabel y Concepción Escudero y nuestro archivo Barboza
Grasa. Julián Gómez y Toni Bayona, sobrino de Pilar Bayona y colaborador de la RSFZ han cedido las fotos de su tía, así como Eduardo Laborda. Por parte de la Universidad, para
organizar tan completa muestra, han intervenido el Rector Manuel López Perez,
la Vicerrectora Concepción Lomba Serrano, quien presentó la inauguración, acompañada
por el Director del Área de Cultura, Juan Carlos Lozano López. En
representación de la familia, su nieto,
Carlos Freudenthal Royo, además del escritor del libro, Javier Turrión y
el Presidente de la RSFZ, Julio Sánchez Millán.
Gustav
Freudenthal nace en Hannover el 14 de septiembre de 1869, hijo de una familia
judía alemana, cuyo padre Heinrich August es dorador e imaginero, curiosamente
igual que Goya, con su padre José, dorador zaragozano. En 1882 llegó a
España, y en 1887 contrae matrimonio en
Barcelona, con una cubana, Rosario Portas Ascario. Se trasladan a Madrid y
luego a Zaragoza, donde se instala como fotógrafo. En Zaragoza su actividad es múltiple, no sólo
con la cámara sino en participar como director artístico del periódico Heraldo de Aragón. Comienza a publicar
sus fotos en dicho diario y en la
revista La Vida en el Campo, donde
colabora también el jovencísimo fotógrafo nacido en Zaragoza, Aurelio Grasa
Sancho, que desde el año 1907, junto con Escolá y Freudenthal publican fotografías
sobre acontecimientos aragoneses en el ABC y Blanco
y Negro de Madrid. Es muy posible que el alemán influyera en la carrera de
reportero gráfico del joven Grasa.
En
1912 la Embajada alemana decide sustituir al Cónsul Francisco Tarongi Aladrén,
por Gustavo Freudenthal, no siendo efectivo su nombramiento hasta 1914. Esta
nueva responsabilidad del fotógrafo alemán es lo que hace que el 12 de marzo de
1923, sirva de anfitrión al famoso científico Albert Einstein, quien había
recibido el Premio Nobel en 1921 por sus
investigaciones sobre la Teoría de la relatividad,
E=mc2. En su estancia en Zaragoza, imparte una
conferencia en la Facultad de Medicina y Ciencias, hoy el Paraninfo, donde luce
la fotografía con su firma y Zaragoza, 1923.
Tocó el violín acompañado por la pianista Trini Castillo, en casa del
Cónsul, visita El Pilar y su museo, seguramente levantaría la vista para
observar las pinturas murales de Goya, los Bayeu y González Velázquez, va a La
Aljafería y a los alrededores de la
ciudad. Se marcha con su señora con destino a Bilbao el día 14. Años mas tarde, en 1932, dimite como
Cónsul por motivos de salud, y abandona la actividad como fotógrafo y
se dedica a negocios comerciales. El 16 de octubre de 1948 muere en Zaragoza
Gustavo Freudenthal.
La
obra de Freudenthal siempre me ha interesado, y he seguido su trayectoria a
través de las publicaciones de Heraldo de
Aragón, La Vida en el Campo y Blanco y Negro, donde he señalizado sus
fotos publicadas. Tuve contacto con los originales por las fotos que le hizo a
Aurelio Grasa y a María Jordán Ciria,
así como al pintor Javier Ciria, su madre y hermanos, primos de María, la madre
de Teresa Grasa, y a la historiadora María África Ibarra y otras que se
guardaban como un tesoro. Siempre me impresionó la calidad técnica de las
mismas, y el interés por dar naturalidad al retratado, con la luz del estudio.
Todo un ejemplo de buen hacer fotográfico. Así que comenzamos a adquirir fotos de este
gran técnico en los anticuarios, entre otras, conservamos El Cardenal Soldevila con los huérfanos del
Hospicio, La Tuna de Zaragoza con el cantante de jotas Cecilio Navarro, que
se publicó en el Boletín de la RSFZ, nº 104 del año 2002, en la sección Galería
de Fotógrafos de Aragón, al igual que logramos rescatar para la fotográfica la
imagen de uno de sus primeros
presidentes Andrés Gimenez Soler, de 1925, que
hoy luce en esta exposición. Hemos colaborado con esta muestra, con la foto de
Aurelio Grasa hecha por Freudenthal en 1912,-curiosamente cumple 100 años de haber sido realizada,- y se
encuentra en el recinto que Aurelio estudió la carrera de Medicina y que con su
cámara documentó todo este edificio del Paraninfo que hoy homenajea a otro gran
fotógrafo, Gustavo Freudenthal.
Carlos
Barboza Vargas



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